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El mayor portacontenedores del mundo, el MSC Pamela

Esperando a Dacosta

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VALENCIA. El anodino panorama gastronómico de la Valencia actual podría sufrir un revulsivo si Dacosta acierta en el diseño y las propuestas del restaurante cuya inminente apertura anuncia. No hace falta ser de los aduladores que dicen considerarlo el segundo mejor cocinero del mundo -ahí es ná- para reconocerle una inmensa capacidad creativa y una gran aptitud de ejecución. Además de rasgos igual de destacables como una honestidad infrecuente en esta ciudad a la hora de fijar precios (de platos y vinos) que quiero creer que no es consecuencia de estar en Denia. El tenerlo mucho más cerca es una gran ventaja aunque en mis preferencias Berasátegui, Blumenthal, Aduriz, Barbot, y algunos más -bastantes- figuren por delante.


Me refiero a Vuelve Carolina, no a su MercatBar ya en marcha dentro de la línea ensayada con éxito desigual y que tiene en Roncero a su triunfador en Estado Puro. Ese ámbito tiene, además, el inconveniente de que no admite reservas. Pero tampoco las hace Roncero y sin embargo llena y gana dinero con precios no descabellados. La duda es si Valencia funciona como Madrid y si con los precios anunciados los números cuadrarán. Esperemos que si.

Sin embargo, no hay que dar nada por supuesto. Porque mal aconsejado como, en mi modesta opinión, está (ahí está como ejemplo el lenguaje de quiquedacosta.blogspot.com) y creativo como es, su llegada a Valencia puede acabar en decepción. Su referencia a que Vuelve Carolina será restaurante de barra y a que ésta "no es solo un lugar en el que se come, sino donde se comparte, se vive, hay roce..." me deja perplejo si ese es su diagnóstico de qué necesita Valencia y cómo triunfar en ella (y desde ella).

Hay una galaxia de posibilidades entre una carta igual a la del resto (imposible en él) y el frenesí de cambiarla casi por completo cada temporada que a tantos ha frenado a la hora de viajar a Denia por no saber qué se iban a encontrar. Si no ando errado, se cumplen ahora los treinta años de la apertura de El Poblet. Ante ello quizá debiera preguntarse Dacosta cómo es que esa cohorte de aduladores que tanto dice valorarlo no le ha hecho ya el homenaje que tan merecido tiene. Pero además, esa larga trayectoria acumula propuestas más que suficientes donde elegir para un triunfo espectacular combinando innovación y éxito contrastado. Un mix que arrase y acabe con la ramplonería dominante. Además de convertirlo en icono y beneficiario de la Valencia con AVE. El que no sea tan genial como le han hecho creer, no quiere decir que no se lo merezca más que ningún otro.

(http://joelmontana.blogspot.com/)

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