Cultura y Sociedad

EXPOSICIÓN Maria Callas, de cuando las divan poblaban la tierra

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VALENCIA. En una época en la que a la difunta Rocío Jurado se le recuerda como "La Más Grande", no está de más revisitar de vez en cuando los buenos viejos tiempos en los que la cultura se valoraba y el título de Diva no se conseguía en la prensa rosa. Esa fue la época que le tocó vivir a Ana María Cecilia Sofía Kalogeropoúlou -excesiva hasta en el nombre- que la Historia recordará por su nombre artístico: María Callas. Su vida estuvo a la altura de lo que se espera de alguien al que el mundo de la ópera todavía llama la Divina. Familia desestructurada, niña precoz, vida amorosa atormentada (dejó a su marido por Aristóteles Onassis que prefirió a Jacky Kennedy), lento declive en soledad, y los mejores auditorios del mundo a sus pies durante una breve pero intensa carrera.

Ahora, y hasta el próximo 15 de diciembre, puede visitarse en el Centre del Carme de Valencia, una exposición que recupera el mundo de lujo y glamour que caracterizó la vida de esta griega nacida en EEUU. María Callas: una mujer, una voz, un mito permite acercarse a ella a través de fotos, libros cartas y otros documentos, pero sobre todo a través de 23 vestidos (cuyo valor ronda hoy los 2,3 millones de euros) y nueve joyas que sumergen directamente en aquel ambiente excesivo que tan bien describió Fellini en La Dolce Vita, y que ella conoció como pocos.

Anécdota curiosa es que todas las prendas exhibidas corresponden a la década de los 60, poco después de una someterse a una espectacular pérdida de peso (más de 30 kilos) para poder interpretar papeles que hasta entonces le estaban vetados. Los anteriores, a modo de exorcismo, los hizo quemar o se los dio a sus empleados (que acabaron usándolos como disfraces).

"Nadie puede sustituir a la Callas", le dijeron los dueños de La Scala de Milán a su representante cuando anunció, en enero de 1958, que solo ella podría interpretar Norma en honor del presidente de Italia Giovanni Gronchi y que otra ocuparía su lugar. La frase sigue siendo cierta, pero esta muestra no es para remplazar sino para rendir homenaje a ella y a su época.

El broche de lo oro a la cita lo pondrá un recital de Ainhoa Arteta, el próximo 1 de diciembre, en el Monasterio de San Miguel de los Reyes. La exposición forma parte ArtInGroup y se completa con Foster + Partners Studio Spain y Miradas (de Michael Nyman).

María Callas: una mujer, una voz, un mito podrá visitarse hasta el próximo 15 de diciembre en el Centre El Carme de Valencia. De martes a domingo (10 h. a 20 h.). Entrada gratuita.

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