VALENCIA. Es uno de los edificios más singulares de la ciudad y sin duda uno de los más característicos de la Avenida del Puerto. De estilo romántico, la casa fue encargada en 1919 por María Burgos Romero, propietaria del terreno. El constructor Ricardo Cerdá Cardona se encargó de los planos e inició la obra que fue modificada con estilo historicista bajo la dirección del arquitecto Javier Goerlich Lleó, responsable -entre muchas otras ‘caras' de la ciudad- de la popular plaza del Ayuntamiento de los años 30. Las obra se finalizó en 1924, justo cuando Goerlich pasó a ser arquitecto municipal. Pocos años más tarde, en 1931, se convirtió en 'arquitecto mayor' de la ciudad.

La 'casa del médico' ha permanecido habitada hasta hace tan solo unos cuantos años. En 2007 empezó un trasiego de ventas entre interesados inmobiliarios "por varios millones de euros", sin que estos hayan querido precisar la cifra exacta de al menos dos traspasos. Finalmente, la casa ha salido ahora a la venta por 1,5 millones de euros y curiosamente se encuentra como un inmueble más en páginas como Segundamano.es.

Aunque fue conocida durante sus primeros años como el Palacete Burgos, en las crónicas e imaginario de la ciudad se le reconoce como la 'casa del médico'. La razón de este nombre que ha sobrevivido hasta la actualidad es que su propietario fue el ya fallecido cirujano de la Plaza de Toros y personaje público de Valencia, José María Aragón Caro, con cuya familia -todavía vinculada profesionalmente al coso de la calle Xàtiva- hizo un uso de vivienda habitual.

LAS PECULIARIDADES ARQUITECTÓNICAS DE UNA CASA PECULIAR

La casa se encuentra en el número 24 de la Avenida del Puerto, vía conocida como Avenida de los Aliados en el momento de su construcción y que a lo largo de las décadas ha sufrido diferentes cambios de estructura y nombre. Carros, tranvías, coches y bicicletas han circulado frente a su puerta principal, situada en la que ahora es una de las principales avenidas de la ciudad y corredor habitual de salida desde el centro de Valencia hasta el Puerto y la Marina.

La edificación está caracterizada en su vista exterior por una torre mirador hexagonal, que servía como 'prismático' de la ciudad. Los techos altos, las vidrieras y sus galerías que introducen una gran cantidad de luz en la vivienda, forman parte de los valores arquitectónicos por los que el edificio posee un nivel 2 de protección, entre los que se encuentra su robusta estructura de fundición. Este rango permite que tanto su perímetro como el propio edificio en su volumetría y elementos arquitectónicos más destacados no se puedan modificar.

La ‘Casa del Médico' se sitúa en una parcela de 20 x 18 metros y cuenta con 200 metros cuadrados de jardín. El edificio en sí tiene diferentes espacios físicos debido a su construcción entre los cuales suman más 722 metros cuadrados utilizables, de los cuales 150,3 pertenecen a su terraza superior. Goerlich, de hecho, introdujo un entresuelo y reestructuró las alturas para generar una segunda planta.

Próximo al viejo cauce del río Turia y a la remozada avenida de Francia, el edificio es de una única propiedad privada que fue remodelada en su interior en 1994 por Luis López Silgo. En aquella última reforma se incluyó un ascensor interior que atraviesa desde el bajo las dos plantas y entresuelo del edificio. Las puertas y techos son de madera y la casa contiene algunos elementos de mobiliario, aunque no se destaquen ya que se oferta como vivienda vacía. 

La casa, orientada al nordeste, cuenta con 10 habitaciones, 5 baños y un aseo. Todas las habitaciones tienen orientación al exterior y no tiene ningún edificio próximo en ninguno de sus cuatro lados. De hecho, en la parte posterior hay un solar por edificar -uno de los pocos que existen en toda la avenida- de 400 metros cuadrados.

La casa, según el responsable de su venta, está en muy buen estado y cuenta con suelos de mármol, calefacción y aire acondicionado. En el garaje pueden tener cabida hasta cuatro vehículos y cuenta con trastero. Toda la casa tiene armarios empotrados (14) y cocina independiente.

Esta misma fuente ya indica que la finca es ideal para ser ocupada para una institución o una empresa capaz de "valorar el aspecto artístico de sus estancias, sus suelos y sus techos".  De hecho, aunque no hay fotografías disponibles sobre estos equipamientos, desde la empresa que gestiona la venta se apunta a que tanto los techos -rematados con vigas de madera- como su escalera interior son dos de las joyas más destacadas de esta vivienda familiar única.

Otra posibilidad es la de dar a este espacio un uso hotelero o albergar una propuesta de restauración muy diferenciada en su entorno. Su precio de salida, 1,5 millones de euros.