Cultura y Sociedad

Aburrido" según la organización

Lo peor de la polémica, el concierto de Matisyahu

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BENICÀSSIM (CASTELLON). Al final, Matisyahu comenzó su actuación en el Rototom pasadas las 00:15 de la noche. Fueron los 45 minutos más famosos de la historia del festival y, quizás, los más vacíos de contenido. El famoso cantante norteamericano, que hace una semana era un perfecto desconocido en España, aceptó las disculpas de la organización y se subió al escenario. Eso sí, el autor de temas como Watch the walls melt down o Star on the rise suspendió la rueda de prensa que tenía previsto dar por la tarde.

Fue un bolo decepcionadnte. Incluso desde la propia emisora del festival, calificaron su actuación de "aburrida" e "irrelevante". El cantante tuvo que soportar una pequeña pitada y los gritos a favor de Palestina pero, musicalmente, no aportó absolutamente nada. Al final, los asistentes (muchos de ellos, curiosos) demostraron que eran pacíficos. Tanto ruido para tan poco.

Se cierra así una semana llena de tensión, inusual en los 22 años de un festival conocido por su buen rollo. Una semana de polémica en la que los mismos que durante años han promocionado boicots a otros grupos (que se lo digan a Soziedad Alkoholika, por ejemplo) se convertían en adalides de la libertad de expresión (y viceversa), y en la que no han faltado los que decían que la censura al artista se debía a su religión cuando lo que se cuestionaba era su orientación política. Hasta el Congreso Mundial Judío tomó cartas en el asunto y se reunió con los responsables del evento. La embajada de Israel tildó la suspensión de "censura con tintes antisemitas".

Tan ocupados estaban los defensores de Matisyahu que no tuvieron tiempo de leer ni opinar sobre el artículo publicado el lunes por el senior editor y columnista del diario digital israelí Haaretz Bradley Burston, titulado: "Ha llegado la hora de admitirlo. La política israelí es lo que es: Apartheid". En él se explica cómo existe una legislación en el país para los israelíes y otra para los palestinos. La elección del termino no es casual ya que el gobierno de Tel Aviv fue de los pocos que mantuvo relaciones con el de Sudáfrica en la época del boicot internacional.

UN DÍA LARGO

A lo largo del día, la tensión se filtraba entre el olor a marihuana. Los controles policiales se acentuaron en las inmediaciones del recinto y un helicóptero de la policía sobrevolaba la zona. Se extendió incluso el rumor de que la seguridad del cantante iba a correr a cargo de agentes israelíes. El cantante iba acompañado de una comitiva, pero tampoco parecía para tanto. De hecho, lo más probable es que no lo fuera.

Pero lo peor para el cantante debió ser tener que aguantar que el ex conseller de Economía, Máximo Buch, entrara en el camerino para hacerse una foto a su lado. A este le faltó tiempo para subir la foto a la red y demostrar una vez más que los del partido que ha aprobado la llamado Ley Mordaza están con la libertad de expresión. De ahí que uno de sus seguidores en Twitter le preguntara si sería capaz de hacer lo mismo con Los Chikos del Maíz, que sabe lo que es ser vetado. No hubo respuesta.

Al final, lo más destacado fue la concentración a las puertas del recinto, al caer la tarde, a la que apenas acudieron 30 personas. Entre ellas no estaba el diputado de Compromis Josep Nadal, que se había manifestado a favor de suspender el concierto.

Mientras, grupos de jóvenes se habían dedicado la tarde a pintar carteles contra el régimen del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y a favor de la causa palestina. Una reivindicación que ya hicieron sobre el escenario varios artistas (entre ellos la artista antes conocida como Amparaoia o La Mala Rodríguez) el pasado jueves.

La campaña contra la actución de Matisyahu comezó el primer día del festival, cuando a instancias del Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) a Israel, cinco artistas anunciaron que no participarían en el encuentro si acudía el norteamericano. Al final, el festival exigió al artista que se pronunciara por escrito sobre su compromiso con los derechos humanos y sobre la causa palestina. Al no hacerlo fue expulsado.

Luego, tras la presión recibida, el Rototom pidió perdón y le invitó a volver. En su Facebook, Matisyahu aseguró que "la música y la libertad de expresión" habían ganado. "Siempre he creído en el poder de la música para unir a todas las personas, independientemente de la religión, la política o la geografía", añadió.

LA GOSSA SORDA NO ACUDIÓ

Por su parte, la Gossa Sorda, una banda que mueve a miles de aficionados, cumplió su compromiso y no apareció por Benicàssim este sábado (tenían previsto actuar sobre las 3). Según explicaron, el motivo era que Matisyahu "ha tocado repetidamente para organizaciones políticas sionistas en apoyo del estado y el ejército de Israel y su participación en el Rototom podría servir para hacer pasar el sionismo como una idea de paz y amor cuando realmente es todo lo contrario".

"Como se ha demostrado estos días con toda la campaña de presión para hacer que el festival cambiara de opinión", añadían en el comunicado en el que explicaban su decisión, "hay una potente maquinaria de apoyo que no duda en difamar y amenazar a quien se ponga por delante". Sobre vetos políticos a la hora de actuar, la Gossa Sorda también sabe de qué habla.

Probablemente no lo sabían, pero para entonces el sindicato Manos Limpias ya había anunciado que llevaría al Rototom a los tribunales. Tan peculiar institución no estuvo tan reivindicativa cuando la corresponsal de RTVE Yolanda Álvarez fue falsamente acusada por la embajada de Israel en España de ser la "correa de transmisión" del grupo terrorista Hamas. Al final, tuvo que regresar a España.

LA INTERVENCIÓN DE MONEDERO

El politólogo y ex miembro de Podemos, Juan Carlos Monedero, afirmó el sábado por la tarde que vivimos en un mundo "lleno de contradicciones" como Israel que es el país "que ha incumplido todas las resoluciones de Naciones Unidas y se permite el lujo de darnos lecciones sobre los derechos humanos".

Monedero hizo estas declaraciones en el Foro Social del festival Rototom de Benicàssim (Castellón), donde ha participado en el debate Ucrania, Europa en Guerra, junto a periodista y político italiano Giulietto Chiesa, y el periodista independiente ucraniano Oleg Yasinski.

Según Monedero, vivimos en un mundo "lleno de contradicciones profundas", en el que los que mandan "tienen una doble vara de medir y manejan un discurso para mantener un status quo".

Esto implica, dijo que "gente que ha vetado durante estos últimos años a cantantes, hoy monta un escándalo". El ex integrante de Podemos dio las gracias al Rototom Sunsplash por invitarle porque "se caracteriza por comprometerse con lo mejor de la política, que tiene que ver con la autoayuda colectiva".

Sin embargo, ha agregado, "a veces lo peor de la política, los intereses particulares, también se cuelan". Entre las contradicciones del actual sistema neoliberal, explicó, están las de aquellos que "ponen zancadillas no queriendo ayudar de manera generosa a Grecia, quienes hoy dicen que Tsipras es un traidor o Syriza ha engañado a su pueblo".

Y agregó que "los que mantienen en Madrid nombres fascistas en las calles son los que montan un escándalo porque alguien colgó hace cuatro años un tuit de mal gusto sobre los judíos".

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