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ALENCIA. Todo lo que empieza tiene un fin. Y el mundo de los superhéroes no iba a ser menos. El llamado Universo Marvel, ese que nació en 1961 con la entrada en acción de Los Cuatro Fantásticos tiene sus días contados. Así lo ha anunciado la editorial más conocida como La Casa de las Ideas y ha causado un auténtico terremoto en el fandom. A estas alturas, con tantas idas y venidas, debe de haber por los menos tres o cuatro personas en el mundo a las que importe algo el nuevo invento para conseguir publicidad a costa de un recurso que nunca falla: prometer el fin del mundo.
El anuncio corrió a cargo de Alex Alonso, editor en jefe, y Tom Brevoort, el pasado martes día 20. Aunque la rueda de prensa se convocó para anunciar la novedosa nueva mini-serie titulada Secret Wars (con lo que ya van tres) tenían un noticia importantísima que dar: a partir de mayo se acabó el Universo Marvel (el tradicional) y el Ultimate y sólo habrá uno: Battleworld, un planeta creado por Beyonder (en 1985, toma renovación).
Y SI CUELA, CUELA
La idea, desde el punto de vista del marketing, no es mala, sobre todo cuando a lo que realmente se refieren es que el Ultimate ya no vendía una escoba (de Bruja Escarlata) y que sólo quedaba Miles Morales, un Spider-Man hispano. Para la suma de ambos universos, fiel a su grandilocuencia, Marvel ya tiene slogan: All-New Marvel (Un Marvel totalmente nuevo). Y si cuela, cuela.
Aunque no dijeron nada, todo apunta a que este nuevo invento (o este viejo invento reciclado) tiene bastante que ver con el ala audiovisual de la empresa, un plan maestro que parece diseñado por el mismo Magneto y tiene por objeto ir creando referencias cruzadas entre cada película (y hay unas 20 en cartera para los próximos años) y lograr trasvases de espectadores entre cada una de ellas. De momento, la fórmula va como un tiro (y lo mismo se puede decir de la televisión).
EL EJEMPLO DE LOS VENGADORES
Pero para entender bien lo que entiende Marvel por coherencia basta un ejemplo. En estos momentos, compiten en los kioskos Avengers y New Avengers. Después de la nueva Secret Wars, en lugar de sacarse de la manga unos New New Avengers o lo que sea, juntan ambas series en The All-New, All-Different Avengers.
¿Y quiénes eran esos tipos? Un grupo que se concibió para amortizar cinco secundarios (Iron Man, Hulk, Ant Man, Thor...) y que, a lo largo de los años, habrá tenido casi un centenar de miembros distintos y su número ha variado docenas de veces. En otras palabras ¿dónde está la novedad? Por cierto, yo no digo nada pero la secuela de The Avengers (Joos Whedon, 2012), La Era de Ultrón (también de Whedon), se estrena en mayo, y la próxima del Capitán América es ¡tachán! Civil War (Anthony y Joe Russo, 2016).
ANTE TODO, MUCHO MARKETING
Lo de fusionar universos temáticos para reestructurar las líneas argumentales no tiene nada de nuevo. La primera en hacerlo fue la eterna rival DC en 1985 con Crisis en las Tierras Infinitas. Fue un éxito parcial ya que en 1994 tuvo que editar una miniserie titulada Hora Cero para pulir algunos flecos.
Por la misma época Marvel -ante las presiones de Mattel para vender muñequitos- se sacó de la manga la primera Secret War, una fórmula que permitía reunir a todos los superhéroes y supervillanos en un mismo arco argumental. Fue un éxito que tuvo una segunda parte una década después y, que más o menos, se repitió con Civil War (2006).
60 AÑOS NO ES NADA
Entretanto, había nacido Ultimate Marvel (2000), un universo paralelo con los personajes de siempre actualizados (para lectores más jóvenes o más maduros, eso aún se discute). Por allí pasaron Spider-man, Los Cuatro Fantásticos (a los que les quedan dos telediarios por una cuestión de derechos de adaptación al cine), X Men y algunos otros. Llegados a este punto cabe decir que el que crea que lo ha entendido TODO es que probablemente no se haya enterado de TODO.
Conclusión, que por mucho que se empeñen Alonso y Breevort, y que Stan Lee intente disimular que la cosa no le hace ninguna gracia, las novedades que anuncian son las de siempre. ¿Que podría volver Gwen Stacy? ¡Menuda bomba! Total, los que tenían 15 años cuando murió ya rondan los 60 años.