VALENCIA. Comienza la acción. El que parece el chico de la película huye de dos matones que le persiguen a la carrera por las callejuelas de lo que parece el casco antiguo de cualquier ciudad europea. Tras una frenética persecución, que continúa por los tejados de viejos edificios, nuestro héroe acaba escapando de los villanos. ¿Cómo lo consigue? No le estropearemos el final con un spoiler (anglicismo que cualquier aficionado a las series conoce porque sirve para avisar de que se desvela la trama) pero sí les contaremos que esta pequeña ficción publicitaria corresponde a la última campaña de Pages Jaunes, la empresa que edita las páginas amarillas francesas. 

Hasta ahí, todo normal... de no ser porque cualquier vecino de Valencia, y más si vive o frecuenta Ciutat Vella, tendrá la sensación de que los escenarios del spot le son familiares. ¿Extraño? Pues no, porque el anuncio, ideado por la agencia de publicidad francesa BETC, se rodó en la capital valenciana.

Hace unos meses un equipo de actores, técnicos y publicistas tomó el centro de la ciudad para rodar durante un par de jornadas este anuncio que se inicia en la plaza del Doctor Collado y sigue por las calles adyacentes. Igualmente, cuando los protagonistas del spot se suben a los tejados, el ojo avezado del espectador podrá reconocer el skyline de Valencia, aunque sin elementos claramente distinguibles. Dado que el anuncio va destinado al mercado francés, no hay vocación de que se reconozca la ciudad (a no ser que fuera París, por ejemplo), pero sí se puede localizar, por ejemplo, el edificio del Banco de Valencia. 

Si quiere darse el gusto de localizar otros detalles, fíjese en los contenedores con los que casi tropiezan tanto el perseguido como los perseguidores, con el logotipo de Sociedad de Agricultores de la Vega (SAV), empresa concesionaria de la recogida de basuras de la ciudad, o, en la escena final, rodada en la calle Avellanas, dos placas de las dependencias que tiene la Generalitat Valenciana allí, con sus inconfundibles colores rojo y gris.

El rodaje, en el que participaron profesionales valencianos contratados para la ocasión, se prolongó en Feria Valencia, donde se instaló un gigantesco croma, esas pantallas verdes que permiten hacer después montajes de imágenes. Averiguar en qué escenas se utilizaron los efectos especiales ya es un reto para usted, mon amí.