VALENCIA. Santa María Novella es una oficina de Farmacia que está en Valencia, junto a la Iglesia de San Martín y que es una pequeña sucursal de la gran central ubnicada en Florencia. La italiana es monumento histórico artístico de los que impresionan, por lo que la valenciana, igual, igual que la original, que data de 1612, no es, y al entrar, el olor no es cómo nos imaginamos que sería en la época, por supuesto, sino que te embriaga un perfume agradable del hogar de Isabel Preysler, pero al mismo tiempo te imaginas que, en lugar de Reyes, te podría salir un monje dominico de detrás el mostrador.

Reyes Trénor reunió en Santa María Novella a sus mejores amigas para que eligieran un regalo para San Valentín. Lo mejor, lo elegían ellas para que sus parejas, amigos y madres se lo regalaran a si mismas. El invento no podía resultarles mejor: quedas con tus amigas a tomar una copita y eliges el regalo que más te apetece y luego Reyes, compinchada con quién más te quiere, le susurra al oído, vía e mail, qué es lo que verdaderamente te ilusiona.

Irina Manglano seleccionó el poutpourri que más se vende en Nueva York, Leticia Jiménez las velas que más compran las japonesas, Taíta Marín, las tabletas de olor para armarios que hacen furor en Londres y Maloles Despujol se quedó con la granada de terracota que se sumerge dos meses en tinajas con aroma de granada y flores de la Toscana y que es el souvenir de moda en Venecia.

Y es que Santa María Novella y su olor, son más conocidos y reconocidos a nivel internacional que en esta nuestra comunidad, pero estas chicas ya habían picado en sus numerosos viajes y por eso, en cuanto abrieron en Valencia, decidieron hacerse fans. Y Reyes Trénor, como es de la pandilla, les invita a tomar un té muy especial, que esta vez se convirtió en champagne y así salieron todas tan contentas y preparadas para Valentines Day, más que nadie.