Cultura y Sociedad

Sensibilizar, disfrutar y dinamizar: surge una asociación en Valencia para reivindicar el patrimonio industrial

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VALENCIA. El patrimonio industrial (tangible e intangible) es el patito feo de los hermanos para la recuperación histórica. Con una legislación proclive a proteger y sumir en un limbo estos espacios, "los propietarios de los mismos están mucho más interesados en el valor del suelo que en los bienes y edificios", apunta Diana Sánchez, presidenta de la recién iniciada Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano (APINA).

APIVA nace con el ánimo de desarrollar rutas para la divulgación del patrimonio industrial valenciano, pero también eventos, mesas redondas, jornadas y actividades enfocadas a los más pequeños. Con esta intención parten para abordar los cuatro pilares básicos sobre los que se asientan los principales problemas del patrimonio: el aspecto legislativo ("el cual necesita ser revisado", según Sánchez), el respaldo a la reivindicación social, la sensibilización en torno al patrimonio industrial intangible 

El ejemplo del alto horno de Sagunto (en la imagen superior) es uno de los más claros en cuanto a la recuperación del patrimonio industrial. En la ciudad de Valencia, la fábrica de Bomas Gens o La Ceramo son dos de los conjuntos que mejor representan el declive de dos propiedades privadas a las que se ha protegido, pero que "no están siendo ni reutilizadas". Un ejemplo de ello tanto por el lado positivo como negativo, son Las Naves de la calle Juan Verdeguer. Aunque Sánchez destaca la reutilización de estas nadas, recuerda que otras anexas fueron derribadas.

PROTEGER, RECUPERAR Y GESTIONAR

En las palabras de Sánchez, el patrimonio industrial está llamado a ser "protegido, recuperado y gestionado", aunque reconoce que los buenos y malos ejemplos se distribuyen por toda España sin que Valencia sea un lugar paradigmático en positivo o negativo. Aun así, destaca que Cataluña "sí tiene especial sensibildiad acerca del valor de su propio patrimonio indistrial". Ejemplo de ello ha sido el premio Europa Nostra para 'Els Cellers Cooperatius' del modernismo catalán.

De hecho, Sánchez ahonda en este propósito y destaca el valor del know-how como bien intangible del patrimonio industrial. "Hay oficios, como por ejemplo el que se vincula a la cerámica, que está al límite de desaparecer para siempre", y éste también otro de los puntos de trabajo para la asociación. Desde Apiva se pretende difundir, valorar y proteger el patrimonio industrial de Valencia y "no solo hablar sobre las fábricas, sino contar los procesos técnicos en general".

No obstante, para mejorar la condición de Valencia en estos aspectos, APIVA se pone en marcha con el ánimo de dinamizar la información y las actividades en torno al patrimonio industrial. Las instalaciones industriales recuperadas y las no recuperadas serán los puntos de las futuras rutas por este patrimonio que estarán próximamente a disposición de los vecinos y turistas de la ciudad, y que serán uno de los caminos más lúdicos para la divulgación del mismo. Además, desde APIVA también planean talleres infantiles para que ese conocimiento se inicie a partir de los más pequeños.

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