VALENCIA. ¿Ruinas, paisaje, Historia o patrimonio? El legado arqueológico, religioso, civil o militar de las ciudades se acumula con el paso de los siglos y su abandono o recuperación marca una parte decisiva del urbanismo y evolución de las mismas. La Lista Roja del Patrimonio, un proyecto privado del grupo de investigación abierto Hispania Nostra, acaba de publicar una de sus actualizaciones en las que denuncian el estado precario de algunos elementos históricos en toda España. En el caso de la Comunitat Valenciana, este colectivo de trabajadores apunta a 17 elementos amenazados, aunque en el caso de Valencia y su área metropolitana la cifra se reduce a 10.
Estos conjuntos son Bienes de Interés Cultural en algún caso, pero también los hay totalmente desprotegidos por las administraciones. La Lista Roja mapea esta realidad compleja para espacios ahora municipales o privados, relegados especialmente durante la fortísima caída de inversión en obra pública y en mantenimiento de patrimonio. A partir de los datos de la Federación Valenciana de Contratistas de Obra Pública (FECOVAL), la valenciana es la autonomía que menos invierte en este ámbito, con una caída del 36% en el pasado ejercicio.
En este marco, la ciudad de Valencia alberga algunas pequeñas joyas de distinto valor patrimonial, aunque alguna de ellas al borde del colapso, la ruina o la deformación. Empezando por este último, estos son los casos de la ciudad y su área metropolitana a partir de La Lista Roja, incluido uno de ellos recientemente 'salvado' con fondos de la Unión Europea
una etapa en la que la caída protección alguna. Estos son los 10 referenciados por La Lista Roja, ordenados en este caso por su situación de riesgo:
1. JARDINES DE MONFORTE: AMENAZA DE SU MURO PERIMETRAL 
Los Jardines de Monforte, creados por D. Juan Bautista Romero Almenar, marqués de San Juan, son una perla desconocida en la ciudad y creada a partir de 1859. El diseño paisajístico del escenario ajardinado fue obra de Sebastián Monleón Estellés y es Jardín Artístico Nacio
nal desde 1941, aunque no fue hasta 30 años después cuando el Ayuntamiento de Valencia lo adquirió.
Actualmente es el propio Ayuntamiento el que quiere derribar el muro perimetral para convertirlo en un lugar de paso y acceso en el barrio, abierto y liberado de esta realidad que lo convierte precisamente en un secreto. Sin embargo, los expertos -incluidos los propios de Hispania Nostra- creen que gracias al muro perimetral se genera un carácter intimista, "característica esencial" del conjunto.
Este 'hortus conclusus' es un jardín prácticamente único en España, una cápsula de silencio en una zona altamente urbanizada (entre la Alameda y la avenida de Blasco Ibáñez) que fue restaurado por Javier Winthuysen Losada y Ramón Peris, jardinero municipal, para su catalogación estatal.
2. LA ABANDONADA VILLA ROMANA DE PATERNA
Año 2008: la promoción de unos bloques de viviendas en Paterna da con una villa romana del siglo I a. C., coincidente con la fundación de 'la Valentia romana', en la época del procónsul Décimo Junio Bruto. Allí se asentaron y también en esta villa los romanos que preceden la ciudad y su entorno, conviviendo con los íberos -todavía transhumantes- que procedían eminentemente de Taurol (Teruel).
La trama de Paterna con la que dio la promoción de viviendas tiene 6.500 metros cuadrados, según los estudios hasta la fecha. La 'domus' tiene una forma ordenada, romana, con una zona ajardinada y destacada de columnas y peristilos. La villa se encuenta a tan solo 500 metros de un puerto fluvial que conectaba Paterna con el puerto de Valentia, situado justo detrás de las Torres de Serrano.
La estancia de los romanos en este espacio está datada, al menos, hasta el siglo III ya que se ha encontrado una pequeña capilla con una cripta de esta fecha. Además, se encontró un gran horno dedicado a la fabricación de piezas cerámicas como tinajas, algo que entronca con el relato de una Paterna romana muy establecida, dedicada a la exportación, con tecnología de fabricación y dominio de la agricultura avanzada de la época.
El actual estado del yacimiento es de abandono. Tanto es así que este mismo año 2014 la Fiscalía de Valencia ha tenido que entrar de oficio e investigar este abandono. La situación llega después de que el propio Ayuntamiento de Paterna tomara una decisión trascendental en 2009: la de categorizarla como 'no relevante' y ceder 10.000 m2 de viales para la construcción de 150 pisos sobre el yacimiento romano. Esto provocó el deterioro y destrucción parcial de valores del yacimiento.
Un estudio realizado por arqueólogos el mismo 2009 destacó la especialmente bien conservados que se encuentran los elementos de la villa, entre los que hay mosaicos, columnas de la basílica paleocristiana y suelos originales. Actualmente, su perímetro está vallado y existe una asociación que vela por su investigación arqueológica.
3. CABALLERIZAS DEL PALACIO DE ESCRIVÀ: PLANES PARA SU DESTRUCCIÓN
Por atractivas que resulten las posadas y fondas de paso en las ficciones cinematográficas y televisivas, el caso de estos lugares poco nobles ligados a un palacete valenciano no parecen haber encontrado con el paso de los siglos un futuro prometedor. Las Caballerizas del Palacio Escrivà, restauradas entre 1
974 y 1984 y medalla Europa Nostra por su valor patrimonial en 1992, han sido descatalogadas como Bien de Interés Cultural este año, tal y como publicó Levante EMV. Estos edificios bajos son algunos de los más viejos de los que se encuentran en el centro histórico de la capital, y aunque no se conoce la fecha exacta de su creación parece que podrían pertenecer al siglo XV.
Su estado actual se ha ido agravando desde la citada rehabilitación, pero la reciente
descatalogación por parte del Ayuntamiento da pie a que estas desaparezcan definitivamente y ‘sirvan' para ampliar el palacio Escrivà de Romaní. En palabras del arquitecto José María Lozano, redactor del informe técnico correspondiente, las caballerizas ya estaban previstas para su demolición en 1988, antes de la reforma del PGOU correspondiente. El informe considera que "carecen de valor histórico".
El proyecto original es del arquitecto Tomoteo Calvo y este apéndice de la obra lo componen muros de mampostería, con elementos característicos vinculados a su actividad con las caballerías. Este uso se prolóngo hasta el inicio del siglo XX, aunque ya compartiendo las veces como almacen de grano.
4. ALQUERÍA DEL MORO: EXPOLIO Y DETERIORO PROGRESIVO

En el actual barrio de Benicalap se encuentra la Alquiería del Moro, una de las más relevantes para l'Horta Nord, la única gótica completa y que empezó a alzar
se en el siglo XIV. Declarada BIC en 2004, su proyecto de restauración ha sido paralizado este mismo año 2014 "por fallos administrativos".
La decisión llega cuatro años después de que se iniciaran previsiones arquelógicas en esta completa alquería cuadrangular, que contiene corrales y caballerizas y un ventanal gótico muy característico de la época, además de un pequeño jardín interior. Un año después, en 2011, se iniciaron las obras para restaurarla, procediendo al desbroce de los matrorrales y al apuntalamiento de la mampostería, pero ha sido precisamente este 2014 cuando el proyecto se ha paralizado.
Años antes, la alquería sufrió expolio y distintos hundimientos, motivo por el cual se inicio la mejora de su estado aunque dado que esta reforma se ha quedado a medias la previsión es la de que continue su deterioro progresivo.
FÁBRICA LA CERAMO: UN ICONO DEL DETERIORO
La Fábrica de la Ceramo cuenta con siglo y medio de historia en la ciduad de Valencia. Cerca del barrio de Benicalap, esta edificación neomudejar fue un polo de producción para los productos derivados del barro, con taller de pintura, salas de torno,
almacenes y secaderos. El espacio, pese a su destino industrial, tiene detalles ornamentales que van desde los cuerpos de las columnas a los capitales. De hecho, el edificio tiene diferentes elementos simbólicos, algunos de ellos vinculados al escudo de Valencia.
Sin embargo su destino fue el del abandono. Solo en presupuestos de bonanza, aunque en un ya iniciático 2008 de crisis, el Ministerio de Cultura tomó las riendas ante las reivindicaciones locales para convertirlo en un museo de la maquinaria e historia de la
cerámica, tan arraigada a la ciudad y a los pueblos de su entorno. El proyecto nunca se llevó a cabo y el edificio ni siquiera es BIC. De hecho, hasta este mismo verano era la empresa Nuevas Promociones Valencia -de marcado corte edificativo- la que la mantenía en propiedad.
Tras los actos de vandalismo, desperfectos y hasta un incendio, el Ayuntamiento de Valencia accedió a comprarla este pasado verano por 2,3 millones de euros pasando a convertirse en Bien de Relevancia Local. Con la presión del Círculo por la Defensa y la Difusión del Patrimonio Cultural, este mismo mes de diciembre el consistorio ha aceptado iniciar ciertas reformas para paliar "desplomes puntuales" relacionadas con su techo. También se espera que se limpie el mismo de vegetación y que la obra se ejecute de forma inmediata.
La fábrica, abandonada hace algunas décadas, fue la principal proveedora de algunas de las piezas más emblemáticas del resto de la ciudad, como las piezas cerámicas de la Estación del Norte o del Mercado de Colón.
5. IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA: ALMACEN DE UNAS VIVIENDAS RURALES
Este edificio sin protección se encuentra en la localdiad valenciana de Loriguilla. Datado en el siglo XVIII, el conjunto pertenece a la iglesia del viejo pueblo de este municipio. De hecho su creación parte de la segregación de las parroquias de Domeño y el citado pueblo y cuyas mejoras fueron alentadas tras la expulsión de los moriscos en 1609. En el siglo XVII vivió su esplendor, incluyéndose valores interiores como altares y reliquias y vigente su actividad hasta que el edificio fue destruido en gran medida durante la Guerra Civil (siglo XX).
Es uno de los conjuntos más deteriorados de esta selección. En gran medida derrumbado, expoliado (como se aprecia en la foto superior), su realidad es todavía más tétrica al ser el único edificio importante que se conserva del viejo pueblo de Loriguilla. Todavía se conservan las yeserías neoclásicas y todas las estructuras arquitectónicas de la edificación excepto la cúpula que albergaba frescos de Palomino.
Actualmente, en este estado de semiruina, algunos algricultores de la zona lo tulizan como almacén. La vegetación y la humedad de la zona tampoco han ayudado precisamente a su conservación y sus muros presentan un estado grave.
6. ALQUERÍA DE LA SIRENA: UTILIZADA PARA LABORES AGRÍCOLAS
En 1249 Jaume I conquistó esta antigua alquería musulmana. Durante casi un milenio no ha dejado de cambiar de dueños, aunque pasó a pertenecer a la Iglesia
al independizarse de la orden de Juan de Ribera en el siglo XIX. La parroquia de Moncada, escenario de batallas durante las Guerras Carlistas, es un palacio rural de corte renacentista aunque con unas formas muy singulares que incluyen, por ejemplo, u
na galería superior y una torre esbelta caon capitel.
El patio es inecabado, contiene un huerto-jardín, y todo ello rodeado de un edificio de tres alturas, imponente en todas sus épocas aunque actualmente todo su espacio interno ha sido desfigurado tras las numerosas variaciones del original. Este aspecto no se aprecia desde un exterior bastante bien conservado, aunque su estado es de semiabandono. De hecho, de una forma más o menos velada que ha propiciado su lento deterioro -especialmente desde los años 90-, Hispania Nostra denuncia su uso para pequeñas labores agrícolas.
No obstante, la edificación está declarada como BIC desde el año 2004, dentro de la categoría de Monumento. Su nombre proviene de la cabeza de una mujer rodeada de una serpiente, aunque el motivo heráldico proviene de la 'casa Ferragut', aunque el emblema original se conserva en el Ayuntamiento de Alfara del Patriarca y contiene detalles de armas de la citada 'casa' y de los Pallarés, Alegret y Perellós.
7. CABANYAL-CANYAMELAR: DE BARRIO ÚNICO A DETERIORO FORZOSO
El plan que pretende diseccionar los barrios del Cabanyal-Canyamelar-Cap de França data del siglo XIX. Modificado posteriormente, en los años 40 del siglo pasado, intenta extender la ciudad entonces creciente y el propio barrio hasta la misma playa. El proy
ecto incluido en un Plan de Protección y Reforma Interior (PEPRI) fue retomado por el actual Gobierno local en 1998. Entonces se preveía que la apertura de una avenida en el centro de este barrio, con una trama peculiar y una arquitectura dsitintiva de los humildes y coloridos poblados marítimos, afectara a casi 3.000 parcelas.
En 1998 se catalogaron 82 solares y 274 edificios en mal estado. En el último registro, los solares ya son 188 y los edificios gravemente deteriorados 332. De esta forma, todo el conjunto va viendo como el barrio se va degradando -y vaciando- mientras la ciudad evoluciona, en gran medida de espaldas a la situación urbanística de estos antiguos poblados marítimos. La expropiación prevé la demolición de más de 1.600 viviendas y aunque la situación sigue siendo de bloqueo, con un conjunto vecinal enfrentado en gran medida a la propuesta, la situación patrimonial del conjunto histórico es defiiciente e impropia de la ciudad y del balcón al mar de este espacio.
En condiciones de evolución similares a las de las últimas décadas en el resto de distritos de Valencia, el Cabanyal-Canyamelar debería ser actualmente un referente estético y dinámico para la propia ciudad. Los edificios que componen el barrio son de finales del XIX y principios del XX.
8. ALQUERÍA DEL PI: UNA RECUPERACIÓN AL LÍMITE
Tres naves de dos alturas en torno a un patio central surgen en mitad de la ciudad de Alfafar, muy cerca de Valencia. Propiedad municipal desde los años 80, esta
alquería conocida también como ‘la de los Sapatos' ha visto como su muro almenado y uno de los techos de las tres naves se han hundido.
Declarada como Bien de Relevancia Local, ese grupo de tres edificios conectaba con la antigua Vía Augusta y fue construida a partir del siglo XVII. Actualmente, el Ayuntamiento de Alfafar ha recibido una subvención europea de 1,5 millones de euros para su rehabilitación.