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Hasta el rabo todo es Mou: ‘Prepárense para perder', el libro de Diego Torres

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VALENCIA. ¿Se imaginan ponerse a leer ahora, así como así, un libro de trescientas páginas sobre los agujeros negros del 11-M? Pues igual de atractivo, trepidante y ameno es ‘Prepárense para perder', el esperado libro del periodista de deportes de El País, Diego Torres, sobre la etapa de José Mourinho en el Real Madrid. Habría que estar delante de un pelotón de fusilamiento con la venda en los ojos y el oficial levantando la espada para que le apeteciera a uno de repente repasar las alineaciones y tácticas del Madrid en el Sardinero hace tres años, pero ese es el precio que hay que pagar para comprender en toda su complejidad los años del manager luso en el Bernabeu.

Cristiano Ronaldo, Jorge Mendes y MourinhoLa gracia del asunto estaba en que Diego Torres ofreciese nuevas escenas, como la que publicó en su día de Mourinho llorando de rodillas en el vestuario estampando una lata de Red Bull contra la pared que regó a los jugadores. Pero no las hay. O no las hay tan buenas. Las casi trescientas páginas son el retrato de un maniaco, un zumbao, un individuo esperpéntico, sin embargo, se echan de menos momentos top como el citado.  Todo se centra en él. Mourinho en la narración corre la misma suerte que el Coyote en sus aventuras con el Correcaminos. A cada paso, queda claro que es tonto y se lleva un chopito en la frente.

La parte más relevante y que tiene más interés es la relativa a los negocios con Jorge Mendes. Torres insinúa que Mourinho y él tenían un plan maestro para hacerse con títulos, fichando a los mejores con el dinero de otros, y luego desde una posición de prestigio conseguir colocar a los jugadores de su agencia, Gestifute, en otros clubes. Las operaciones más representativas serían la de Coentrao, que costó treinta millones de euros, o la de Pedro Mendes, ahora central del Parma, que debutó en Champions con el Madrid sin cualidades para ello, según el autor. Incluso Mourinho habría presionado a Florentino para subir las fichas de los jugadores representados por esta agencia. O en el caso de figuras con proyección, como Marcelo, coaccionarlo para que se pusiera en manos de Mendes.

Pero este turbio asunto que debería escamar a los socios del Madrid no ocupa más que media docena de páginas. En lo que Grupo Zeta se ha gastado la tinta es en ridiculizar a José Mourinho hasta la hilaridad.

Ya de entrada, cuando llegó a Valdebebas, cuenta que se escapaba de los entrenamientos para tomar el sol. Preguntado por Royston Drenthe, el mister explicó que estaba perdiendo el moreno del verano. También se cuenta que ordenó barridos por si había micrófonos en el hotel Mirasierra Suites, donde se concentraba el equipo. Luego era un tipo capaz de acosar por teléfono a Lass Diarra para que no se fuera del club, sin éxito, por supuesto. Era alguien que pedía que le llamaran en mitad de una rueda de prensa para que los periodistas pudieran oír que tenía a Turandot en el móvil y pensaran que era muy culto y refinado. Y cuando España se hizo con la Eurocopa de 2012, para subirse al carro, fue capaz de ponerse a hacerle la pelota a Sergio Ramos de esta manera tan grimosa: 

"Me gusta tu corte de pelo ¿Tienes un esteticista en la familia?"

Cristiano Ronaldo, Jorge Mendes y Mourinho

También se desliza que insultó a los cocineros y a los médicos del club. Da datos muy interesantes como que su interpretación favorita en la historia del cine es la de Anthony Hopkins en El Silencio de los Corderos. Y que, aparte del estrangulamiento al que le sometió Ballesteros, estuvo a punto de pelearse alguna vez con Cristiano. Una vez, por ejemplo, el extremo encajó así no ser convocado en una ocasión por el entrenador:

"la emprendió a golpe con las taquillas y las paredes. "¡Hijo de puta! -gritaba- ¡Hijo de puta! Estaba fuera de sí" 

Las relaciones no eran mejores con el resto de jugadores. A Kaká, después de tratarlo con más respeto que a nadie, le retiró el saludo de un día para otro. Hasta con el grupo de los portugueses llegó a tener problemas por... ¡intentar acercarse al de los españoles! Esa es la parte más confusa del libro. Da a entender que Mourinho dividió al vestuario para privilegiar a unos y que luego, para ganarse a los otros, traicionó a los privilegiados. Nada con mucho sentido si no pensamos que era un supervillano torpe de esos a los que se enfrenta Súper López. Aunque Torres explica esta teoría tan confusa muy al estilo de la peor versión de los estereotipos llegados su Argentina natal. Lean, lean:

"El segundo principio de la termodinámica dice que cuando un sistema está aislado se produce la muerte térmica. Unas sardinas en lata están en equilibrio. Los seres vivos huyen del equilibrio. Como el entorno a veces no produce dosis suficiente de incertidumbre, el chamán la provoca infundiendo miedo para ofrecerse él como solución

El segundo principio de la termodinámica también advierte que la cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse en el tiempo. Dicho en otras palabras, el destino es irreversible, oscuro y pacífico. Por más rabiosamente que breguen los chamanes, el cosmos los acaba consumiendo en su propio caos" (Está en la página 244, toda suya señores)

Lo que sí que cuesta menos imaginarse es que le trajera por el camino de la amargura, según cuenta Torres, tratar de achacar las derrotas siempre a factores externos, ya fueran los árbitros, el tamaño del césped o el calendario. Su intención no era quejarse sólo él, sino que cada jugador repitiera en la prensa sus consignas. También prohibió saludar a los jugadores del Barça deportivamente. En fin, Torres viene a decir que quería crear una panda de maleantes sin el más mínimo concepto de la decencia adiestrados y con el coco sorbido cual unidad del NKVD.

El que rompió la baraja en todo esto fue Casillas, que no sólo empezó a respetar el juego limpio en sus declaraciones, sino que llegó a citar a Guardiola como una influencia en esa cosa más falsa que Judas de "los valores". Mourinho reventó con aquello y el desenlace es por todos conocido. Estamos ansiosos esperando a leer las memorias del de Móstoles.

Por otro lado, un aspecto muy interesante es el pánico de Florentino. Por un momento las aguas estaban tan turbulentas que se olió que Cristiano quería irse libre al Barça, donde coincidiría con Messi y con Neymar. El sueño de los galácticos pero al revés, dice Torres. Y que eso explica el sueldo que tiene ahora el portugués por chutar a puerta todo aquello que llega a sus pies se halle donde se halle en el campo.

Al final, el equipo, que ganaba por mérito de los jugadores que desobedecían al mister y perdía por sus errores tácticos y malos planteamientos, acarició con los dedos la décima Copa de Europa al llegar a las semifinales contra el Borussia. Torres considera que Mou echó el equipo muy atrás en la ida y que apostó por su protegido, Pepe, que tuvo una noche nefasta. Luego, en la vuelta, le "represalió" dejándole en el banquillo, y Ramos, por fin de central, demostró que era la repanocha.

La memoria de quien esto escribe es frágil, pero de esto guarda algunas imágenes. Concretamente, la de Arbeloa diciéndole al árbitro en el partido de vuelta contra el Galatasaray que estaba loco. Le expulsaron, fueron además dos tarjetas estúpidas en pocos minutos, y no pudo estar en Dortmund. Eso fue lo que desplazó a Ramos al lateral en la ida, decisión que se reveló desastrosa a tenor del rendimiento de Pepe que se las comió todas. Y luego, en Madrid, el sevillano estuvo muy bien pero Klopp no dijo "debió ver siete amarillas" por buscar excusas precisamente después de lograr el pase. Es sensiblemente distinto a cómo lo relata el autor.

Pero el fútbol sigue siendo muy incierto. Ya conocen el secreto mejor guardado de este deporte: el balón es redondo. Va para todas partes. La realidad es que el Madrid disputó tres semifinales de la Champions seguidas, ganó una liga, una copa y alguna fanfarria y con eso ya te puedes dar con un canto en los dientes si eres madridista en esta época negra y trágica con Messi de futbolista en activo. Uno se lo pasa bien si disputa los títulos y para eso hay que llegar, cosa que antes no sucedía en el Madrid. Si luego pierdes, pues tampoco pasa nada. Siempre puedes apagar la televisión, cambiarte a la pantalla del ordenador y alcanzar el orgasmo por otras vías.

Prepárense para perder

Diego Torres

Ediciones B

Páginas: 288

PVP: 16.50 €

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