Cultura y Sociedad

PLAZA PRIVADA

J. López de Uralde
"Siempre hay una alternativa, aunque se empeñen en lo contrario

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VALENCIA. Una pancarta con el lema "Los políticos hablan, los líderes actuan", desplegada en una cumbre mundial en Copenhague, le valió para darse a conocer ante todo el mundo y pasar 21 días en un calanozo danés. Juantxo López de Uralde (San Sebastián, 1963) pasó de director de Greenpeace España, puesto en el que había estado diez años, a líder del partido ecologista Equo, impulsado por un grupo de ciudadanos activos en diferentes áreas que echaban en falta otra forma de hacer política, más abierta, democrática y sostenible.

Ingeniero agrícola y activista desde que vio desaparecer, engullido por autopistas y construcciones, los parajes naturales de su infancia. Aboga por la economía verde, cooperación frente a competitividad, el fin de las mayorías absolutas y un futuro político multicolor que sume voluntades gracias al consenso. Socio de Compromís en la Comunidad Valenciana, representan al Partido Verde Europeo en España. Tiene dos hijos y sigue siendo un apasionado de la naturaleza a la que se escapa frecuentemente para mejorar su visión del mundo.

-¿Fue durante la famosa Cumbre del Clima de Copenhague, en la que se colaron desplegando una pancarta con el lema  "Los políticos hablan, los líderes actúan", cuando saltó a la política?
-Llevo más de 30 años en la defensa del medio ambiente y la cumbre fue un hecho más, aunque tuvo mucha repercusión mediática.

-¿Su paso por la cárcel, tras aquel asalto, fue su primera vez?
-En la cárcel sí. Seguí el consejo que nos dio el abogado de tranquilizarnos, tomarlo como una experiencia y aprendizaje porque no iba a ser muy largo. Fueron 21 días.

Juantxo López de Uralde en el momento de su detención en la cumbre Climática de Copenhague

-¿Qué aprendió?
-Que en la cárcel sólo se puede vivir el día a día. Los presos no tienen pensamientos de futuro. Y valoras mucho más la libertad y la necesidad de relación humana cuando estás en un régimen de aislamiento. Recuerdo que cuando salí necesitaba abrazar a las personas. Estar solo viviendo con una pared, es muy duro.

-Es curioso que la protesta que encabezaran fuera una premonición porque muchos líderes, tras aquella cumbre, coincidieron con ustedes en que había sido un desastre.
-Sí. Fue una falsa cumbre. Todo estaba planificado para que fracasara porque determinados poderes no querían llegar a un acuerdo para reducir los gases que afectan al cambio climático, porque ello hubiera supuesto poner en jaque determinadas economías y toda la industria del petróleo.

-¿Estas 'puestas en escena falsas' son habituales?
-Desgraciadamente sí. Desde aquella cumbre se ha degradado mucho el papel de estos encuentros que deberían ser herramientas para conseguir algo. El problema no son las cumbres sino que los que tienen que utilizar esta herramienta no lo hacen. Ni hay voluntad, ni tienen conciencia del problema. ¿Entonces para qué se gastan tanto dinero en organizar un encuentro internacional que no va a servir para nada?

-Y se pasó a la política ¿Qué hace un activista ecologista como usted en estas lides?
-Equo es un movimiento social y político, pero también activista. Hacemos política desde el activismo. El partido surgió de un grupo de ciudadanos activos en diferentes áreas que echábamos en falta otra forma de hacer política más abierta, democrática y que trate temas que no aparecen en las agendas políticas habitualmente.

-¿Cómo?
-Sostenibilidad, economía del bien común, equidad, derechos humanos, etc. Son cuestiones que no tienen el peso que deberían tener en las agendas políticas de los grandes partidos. Nuestra política, no es más de lo mismo.

-¿Y no echa de menos su libertad?
-La sigo teniendo, pero en la vida cumples ciclos. Creo que no es bueno para las organizaciones, ni para las personas estar demasiado tiempo haciendo lo mismo. En Greenpeace ya aporté lo que tenía y ahora estamos aquí. Además no es lo mismo integrarse en un partido ya hecho que construir un partido desde cero.

-El bipartidismo en España es una realidad y normalmente las crisis dificultan los cambios, ¿cree que es posible romper ese muro?
-Es difícil. Es verdad que a la hora de votar hay una inercia que lleva a las personas a votar lo de siempre u optar por el voto útil, pero también creo que es posible cambiar. Es un mal momento porque la crisis hace que la gente busque seguridad, pero también es un buen momento porque muchas personas buscan alternativas diferentes. Creo que Equo es esta alternativa.

-El acuerdo con Compromís en las pasadas elecciones generales les dio buen resultado. ¿Siguen en esta línea?
-Sí, nuestra intención es consolidar otro proyecto común de cara a las elecciones europeas.

-¿Cree que en España existe una gran conciencia sobre el medio ambiente y cambio climático para que partidos como el suyo reciban el apoyo de la población en unas elecciones?
-Equo fue un movimiento colectivo y uno de los pasos que se dio fue trabajar con todos los partidos de ecología política que hay en España para consolidar un único proyecto. Esto se ha hecho y el 95% de los partidos 'verdes' de España se han sumado. Los que no están, no van a entrar. Siempre hay gente que no quiere participar en proyectos colectivos.

-Existe también una gran desafección entre ciudadanos y clase política. ¿Cómo superar esa barrera desde un movimiento colectivo y ecologista?
-Nosotros vemos que nos estamos convirtiendo en un proyecto ciudadano de regeneración política. Equo es un proyecto rebelde ante la situación política española por eso cada vez se suman más colectivos y gente que vienen de su casa o del 15M.

-¿Compartir diputado con Compromís es suficiente?
-Sí, pero si hubiéramos conseguido más tendríamos más repercusión. También es cierto que se dijo que éramos un movimiento creado exprofeso para unas elecciones y que una vez pasaran nos desintegraríamos. Cosa que no es así. Somos más y con más presencia.

-Por cierto, ¿no hay muchos 'verdes' en España? ¿Tantas siglas permite a los ciudadanos identificarlos?
-Es verdad que hay muchos, pero también nos presentamos en cada lugar teniendo en cuenta los partidos que existen. En la Comunidad Valenciana, Compromís ocupa el espacio que nosotros queremos por eso nos sumamos al de ellos. Equo no viene a dividir sino a sumar. En el tema de Los Verdes ha habido poca voluntad por parte de algunos por sumar. Hay demasiados y no representan la realidad del momento político.

-¿Si entre los grandes partidos es complicado ponerse de acuerdo no lo es más en los pequeños?
-Más que ponerse de acuerdo por temas de poder, porque no lo tenemos, lo que cuesta es encontrar partidos y personas que no prefieran seguir siendo cola de ratón. Hay quien prefiere tener su propia sigla unipersonal que sumarse a un proyecto mayor. Nosotros hemos sumado el 95% del movimiento verde español.

-¿Como dirigente de partido político y exdirector de una gran organización ecologista asume también las reivindicaciones de Greenpeace, por ejemplo?
-Greenpeace es una organización social como el 15M, las plataformas contra los desahucios, etc. El partido al nacer desde la ciudadanía recoge muchas reivindicaciones sociales de la gente.

-De la economía verde hablan muchos partidos de corte similar a Equo, ¿en qué se diferencia?
-Equo es el referente del Partido Verde Europeo en España, nosotros apostamos por la economía del bien común y el impulso de sectores como las energías renovables, la agricultura ecológica, etc, que consideramos grandes yacimientos de empleo. Luchar contra el desempleo es fomentar estos sectores. Por otro lado apostamos por un modelo económico diferente al capitalismo que nos ha traído aquí y al socialismo. La economía del bien común apuesta por la equidad y el beneficio colectivo y no sobre el beneficio económico inmediato.

-¿En ese panorama qué papel jugaría la banca?
-Abogamos por una banca pública de servicio y crédito a los ciudadanos y no por el modelo actual que nos está asfixiando.

-¿España está preparada para apostar por la economía verde?
-Siempre hay una alternativa, aunque se empeñen en vendernos que no la hay. Nos dicen que lo que se está haciendo es lo único que se puede hacer y que gobierne quien gobierne es lo que se tiene que hacer y que lo que está pasando es como el destino inevitable. Nos rebelamos frente a este status quo. Claro que hay una alternativa. Habrá que construirla. No es fácil, pero tampoco imposible. No se puede aceptar sin más que lo único que se puede hacer es recortar todos los servicios sociales, llevar a la gente al paro y la miseria sin hacer nada por la creación de empleo y las personas. Nuestras propuestas, al ser rebeldes, se enmarcan en el ideario colectivo de izquierdas, pero nosotros tratamos de huir de las etiquetas.

-Y usted ¿por qué se hizo ecologista?
-No sé muy bien cómo. Desde joven, el mar y la montaña fueron mis espacios de ocio. Quizá mi experiencia en la naturaleza me llevó a ser ecologista. No entendía por qué los sitios que había amado y disfrutado eran destruidos por carreteras, construcciones, etc. Y en mi caso, intentar pararlo, me ha traído aquí. He sido muy activo en estos temas.

-¿Más que por herencia familiar?
-Sí, fue más bien por una cuestión personal. En mi familia, y más siendo vasca, hay de todo. Pero sí que tuve algunos antepasados muy reivindicativos.

-¿Siguen teniendo Equo la sede social en un garaje?
-Sí, en Madrid.

-¿No les da para más?
-La situación económica da para lo que da. Es un garaje adaptado. No aparcan coches. Allí trabajamos, cuando estamos todos, unas 35 personas. Además no hay que olvidar que las grandes empresas, como Google o Microsoft nacieron en un garaje.

-¿Practica el ecologismo? ¿Ni fuma, ni bebe, ni tira papeles por la ventanilla del coche?
-Intento ser lo más coherente posible asumiendo que todas las personas tenemos contradicciones y que tienes que vivir con ellas porque el sistema tampoco te permite ser tan libremente ecologista como te gustaría. Ser ecologista es sencillo. Se trata de utilizar los recursos sabiendo que hay otros detrás que también los van a utilizar.

-¿En qué no es ecologista?
-Viajando. Mi tasa de CO2 es alta porque para moverme tengo que utilizar coches, avión, etc.

-¿Hace suya la frase "donde haya un buen chuletón que se quite el brócoli"?
-Bueno, bueno, pero reducir el consumo de carne es también muy positivo.

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