Cultura y Sociedad

Y el Goya es para... la música indie: de Josh Rouse a Julio de la Rosa pasando por Guille Milkyway

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VALENCIA. Los 2.000 metros de alfombra roja que conducen a la Gala de los 28º Premios Goya  tendrán un extraño y entrañable inquilino. El songwriter Josh Rouse (en la imagen superior) ha sido nominado a la Mejor Canción Original por ‘Do you really want to be in love?',  tema cedido a la banda sonora de La Gran Familia Española de Daniel Sánchez Arévalo, y es poco habitual ver a representantes de la música independiente en esta reunión reservada normalmente a otros sonidos y a peces más corpulentos de la industria cultural.

Julio de la Rosa, que se quedó a las puertas de conseguir la estatuilla en la pasada edición, destaca como "un logro" que nominaran una banda sonora no sinfónica como era la suya. "Algo absolutamente extraordinario en los Goya", dijo el músico jerezano en aquel momento. A de la Rosa le satisface pensar que "se ha abierto una puerta a otras maneras de musicar películas en este país, y que se empieza a superar la herencia sinfónica del cine clásico norteamericano". En el caso del andaluz tiene todavía un plus de mérito ya que hay que distinguir entre componer canciones para una película y realizar la banda sonora de un largo propiamente dicha, que es lo que él hizo con Grupo 7 de Alberto Rodríguez; un mundo cuyo reinado pertenece a la música sinfónica y mal denominada ‘culta'.

En cuanto al galardón de Mejor Canción Original, si nos atenemos a algunos de los vencedores de los últimos 10 años, el aperturismo a la música (también mal llamada) moderna es habitual. Carlinhos Brown, Manu Chao, Bebe, El Langui o Jorge Drexler son algunos y variados ejemplos de intérpretes que han levantado al "cabezón" de Goya merced a un tema cocinado a partir de estilos actuales.  Pero estos autores (podríamos exceptuar a El Langui), de una manera u otra,  estaban arropados por la fuerza de la industria más poderosa y comercial. Es por ello que Josh Rouse sigue siendo un galo en la Roma Imperial.  

A los pies del atril de la gala celebrada en 2010, un tímido Guille Mylkyway (La Casa Azul), ganador del único Goya que se puede atribuir a la música indie española hasta el momento, no dudó en rematar su discurso agradeciendo y tildando a su sello, Elefant Records, "como ejemplo de la autosuficiencia y la independencia". Unas premisas, sentenció Mylkyway, "que son la única vía posible en el arte".

Guille Milkyway

MUSICAR UN GUIÓN

Por lo visto, Daniel Sánchez Arévalo se enamoró, quién no, de la canción de 'Quiet Town' de Josh Rouse. Cuando la gira de Subtitulo, el disco que contenía ese tema, pasó por Madrid, el director no dudó en acercarse al concierto. Allí mismo emplazó a Rouse a la sala de montaje de Primos, la película que en aquel momento tenía entre manos. Sánchez Arévalo le dijo que le encantaría incluir la pieza en el film pero que ya estaba trabajando con Julio de la Rosa. Que la próxima vez, sin duda, le llamaría. Y así fue.

Al poco tiempo, el cantante norteamericano recibía el guión inacabado de La Gran Familia Española en casa. "Era la primera que vez trabajaba así y he aprendido mucho", apunta Rouse, que sí ha sincronizado canciones de sus discos en importantes películas (Vanilla Sky) o poderosas campañas de publicidad (Gas Natural Fenosa). "La canción nominada", asegura, la hice nada más leyendo el guión, nunca vi ninguna imagen de la película". Sánchez Arévalo ya ha declarado en varios medios estar encantado: "todos los arreglos están íntimamente ligados con los personajes. Su música tiene mucho que ver con el tipo de cine que me gusta hacer, una mezcla agridulce, melancólica... pero no triste".

El resultado, a la vista está, ha sido un éxito. Además, Josh Rouse ha descubierto una nueva forma de curro que le viene de lujo: "para mi, que tengo dos hijos, ha sido un descanso trabajar desde casa y de esta manera. Llevo 15 años con la rutina de sacar disco y girar, y, no es que esté cansado, pero resulta muy interesante la posibilidad de poder compaginar ambas opciones".  Y claro, a nadie le amarga un dulce: "por este trabajo he cobrado el mismo dinero que hubiera recaudado llevando a cabo dos giras por toda España", confiesa el artista.

Julio de la Rosa, ducho en estas lides (ha participado musicando otras películas como Siete vírgenes, After o Una palabra tuya) reconoce que las mejores bandas sonoras que ha hecho las ha pensado "desde el guión". Después, dice el músico,  "con el montaje, ya se engrana todo". Para de la Rosa hay una diferencia básica entre componer para un disco o para una película: "que tienes que leer la imagen.  Da igual lo buen músico que seas si no sabes hacerlo. Tener un punto de vista sobre la peli es fundamental, al margen de las indicaciones que te puedan dar el director o el productor". El jerezano, que pronto actuará en Valencia haciendo gala de su enorme álbum, Pequeños trastornos sin importancia, ya trabaja, de forma transversal, "en una bonita coproducción argentino-española, Sexo Fácil, y en otro film como Tristes, de Alejo Flah. Ah, y ya he empezado  la siguiente de Alberto Rodríguez que llevará por título La Isla Mínima".

Julio de la Rosa

UN "VALENCIANO" EN LA ALFOMBRA ROJA

A la hora de esta entrevista, Josh Rouse está todavía pensando en qué corbata ponerse el domingo.  Ya se ha percatado de que la cosa va en serio y hay nervios. "Mi familia y mis amigos americanos no saben qué son los Goya, así que cuando intento explicarles la magnitud del premio les digo que son como ‘los Oscar españoles'. Les entiendo porque yo tampoco les daba importancia a estos galardones,  ni los conocía hasta que vine aquí a vivir. Ahora, al estar nominado, me estoy dando cuenta de la trascendencia que tienen". Y tanta.

Compañeros del metal como Guille Mykyway o Julio de la Rosa bien pueden asesorar a Rouse del empujón a nivel profesional que implica la mera situación en la que se halla. Julio de la Rosa, desde hace tiempo ligado al mundo del celuloide, reconoce como "bienvenido y real" el reconocimiento que supuso formar parte de este tinglado donde "hay mucha gente maravillosa y mucho gilipollas, como en todas partes". Mylkyway, ya hiperactivo de por sí, prácticamente no ha salido del estudio desde 2010 y son muchos, tanto en cine como en publicidad, los que requieren de sus servicios.  Y es que si participar mola, ganar debe ser la leche.

Pero Rouse, y aunque la película a la que representa parte como favorita en las quinielas (es la que más nominaciones -12- atesora), reconoce que el desenlace "no tiene buena pinta" para él. Se ha enterado estos días de lo que significa la figura del omnipresente Emilio Aragón (también nominado junto a Julieta Venegas por  ‘Aquí sigo' para la nueva película dirigida por el expayaso, A Night In Old Mexico) y le apunta como ganador. Tanto es así que si le toca salir, victorioso, a la palestra no sabe todavía qué decir. Sí, sin embargo, qué no decir: "Gracias España, os quiero España, con acento de guiri".

En todo caso, el cantante americano dice estar "viviendo una experiencia muy interesante y divertida". A Sánchez Arévalo ya lo conoce y han pasado de la admiración mutua a la amistad. "A raíz de este trabajo, hablamos mucho y no solo de trabajo, también de nuestras circunstancias personales". "El domingo -señala- tengo muchas ganas de conocer al resto del equipo". Un mundo nuevo para el músico en el que dice estar dispuesto a repetir: "la idea es que salgan más ofertas y seguir trabajando con Daniel".

Josh Rouse es de Nebraska. Más tarde se mudó a Nashville y en Norteamérica forjó  su consistente carrera. Después, hace ya más de 10 años, se enamoró de la valenciana Paz Suay, se mudó a estas tierras y tuvo dos hijos. Ahora compone en la calle Jesús y graba en los estudios Río Bravo de Xirivella. Allí, con la diestra ayuda de sus inseparables Xema Fuerrtes y Caio Bellveser (músicos valencianos) se registraron las canciones de La Gran Familia Española. Así que, por supuesto, el domingo representará a Valencia en los Goya.

Julio de la Rosa, que tiene reciente la experiencia, cuenta que vivió la gala sentado, "sin beber ni agua y confiando en que Adriana Ugarte no se equivocara también con su sobre". Únicamente le da un consejo a su sucesor: "que se lleve una botellita de agua, por si acaso".

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