VALENCIA. La importancia de las cosas pequeñas. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha iniciado una serie de medidas para evitar cuestiones que, poco a poco, terminan socavando las arcas públicas. Una de las primeras recomendaciones del jefe del Consell ha versado sobre las comidas de los altos cargos. Se acabó el pedir a la carta. Lo de apretarse al cinturón también debe aplicarse a la hora de elegir los restaurantes: menús del día de menos de 20 euros y en lugares cercanos a las respectivas consellerias para evitar desplazamientos. Además, el presidente ha puesto límite al número de comidas de los altos cargos.

Alberto Fabra está predicando con el ejemplo: el pasado mes de noviembre viajó a Londres para asistir a la Feria de Turismo con Easy Jet y en el resto de vuelos ocupa la clase turista. Otra de las medidas del presidente para contribuir al ahorro es suprimir el séquito de colaboradores a la hora de viajar, por ejemplo, a Madrid. Sus desplazamientos a la capital suelen ser en AVE y sólo le acompaña una persona.

Las medidas de recorte también afecta a actos festivos más señalados y públicos. Ya se eliminó la recepción y copetín clásico en el 9 d'Octubre y la de Navidad se reducirá, según apuntan fuentes de Presidencia, a la "mínima expresión".

Estas medidas se suman a otras tomadas respecto a los altos cargos adoptadas por la Generalitat. El pasado viernes se anunció el ahorro de medio millón de euros por recortes a altos cargos de las empresas públicas. Un proceso de reducciones salariales que, según las citadas fuentes, "todavía no ha acabado".

Cabe recordar que el presidente de la Generalitat es uno de los responsables autonómicos que menos cobra. Gana la mitad que su homólogo en Cataluña, Artur Mas, cuyo sueldo ronda los 130.000 euros anuales, y 30.000 euros menos que otro Patxi López en el País Vasco.