VALENCIA. El destino de la Diputación de Alicante sigue estando en el aire. Pese a la holgada mayoría lograda por el Partido Popular en la provincia, que le permitió sumar 15 diputados, se quedaron a uno de la absoluta, lo que ha dejado la vara de mando en manos de Ciudadanos (C's), cuyo representante debería votar a favor o al menos abstenerse para permitir gobernar a la formación 'popular'.
Sin embargo, desde Ciudadanos, con el diputado y coordinador provincial a la cabeza, Emigdio Tormo, no parecen dispuestos a permitir que el líder provincial del PP, José Císcar, sea el presidente de la institución. Una postura que la formación 'popular' atribuye a la enemistad personal del dirigente de C's con el vicepresidente del Consell por las antiguas batallas entre zaplanistas y campistas. Desde el partido de Albert Rivera, por el contrario, el propio Tormo ha justificado su rechazo a apoyar a Císcar por considerar que el dirigente 'popular' es "el artífice de una política absolutamente desastrosa para la Comunitat Valenciana" aunque no ha cerrado la puerta a respaldar a algún otro candidato, especialmente a Miguel Ortiz, exalcalde de Altea y próximo al llamado zaplanismo. En esta línea, otras fuentes de Ciudadanos aseguran que su rechazo a Císcar se fundamenta en que quieren "renovación" y no están dispuestos a apoyar a "ningún candidato que estuviera en el anterior Consell", pero tampoco a Ortiz, con muchos años a sus espaldas en el PP.
Con este escenario, y mientras se ultima la recogida de avales para los aspirantes a diputados provinciales, el barón del PP ha dejado en manos de la dirección nacional del PP la negociación con la estructura estatal de Ciudadanos (C's), con la intención de que no se interfiera desde Alicante, dado que, visto en perspectiva, la formación que lidera Albert Rivera tendría difícil justificar el respaldo de una alizanza entre PSPV, Compromís y Guanyar Alacant (Podemos).
Ahora bien, Císcar también es consciente del enroque del coordinador de Ciudadanos de Alicante hacia su persona, por lo que su intención es conformar un equipo potente y de su confianza en la Diputación donde poder escoger otro presidente para la corporación en el caso de verse truncadas sus expectativas.
Así, como ya informó este diario, uno de los dirigentes que suena como posible plan B para presidir la corporación provincial es el parlamentario autonómico y alcalde de Calpe, César Sánchez, dado que sería uno de los políticos de consenso en la provincia. No es la única posible solución: otro de los dirigentes que suena para ocupar la presidencia es el ya exalcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, quien perdió el gobierno municipal tras un pacto multicolor respaldado por dos concejales de Ciudadanos que, curiosamente, después fueron expulsados del partido por esta maniobra.
En este sentido, fuentes 'populares' subrayan que hay otro dirigente que Císcar está interesado en impulsar como posible presidente de la Diputación si sus opciones se diluyen: es el exalcalde de Torrevieja Eduardo Dolón, quien pese a conseguir 11 concejales en las elecciones, se vio desbancado del gobierno local por pentapartito que, además, respaldó Ciudadanos aunque sin entrar en el gobierno. Dolón, que pertenece al círculo de confianza de Císcar, es el presidente del Comité Electoral del partido en Alicante y secretario ejecutivo de Economía en la dirección regional de la formación 'popular'.
