VALENCIA. El nuevo líder político de una hipotética formación emergente en la Comunitat Valenciana será un titulado universitario de éxito profesional, vinculado a grupos inversores y con cierta notoriedad sobre todo en el ámbito empresarial o judicial. Además, aportaría credibilidad que no hubiera pertenecido a ningún partido y que dispusiera de un prestigio o patrimonio que evidenciara que su entrada en política se debe a pura vocación de servicio público.
Asimismo, el nuevo líder, de unos 40 años de edad, debería ostentar una imagen impoluta de transparencia -al igual que el grupo de inversores o equipo que le acompañara- y poseer ciertas habilidades para la comunicación.
Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del sondeo realizado entre analistas políticos, sociólogos y expertos en materia electoral que viene realizando Valenciaplaza.com sobre las posibilidades que tendría un nuevo partido en la Comunitat Valenciana.
Pese a que gran parte de los consultados consideran que la nueva formación debería buscar su espacio en el centro o centro-derecha, varios de ellos subrayan que el líder debería provenir de un posición clara de no alineación previa a ninguna formación política y -en ello coinciden todos- con un perfil profesional destacado.
"Tendría que gozar de cierta notoriedad: ser una persona relevante en el tejido social valenciano, pero que destacara gracias a su actividad profesional y no por su vinculación ni adscripción a otros partidos políticos", apunta Lucía Campos, licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y miembro de la Asociación Valenciana de Politólogos (Avapol).
El consultor experto en márketing Adolfo López coincide en la importancia del prestigio en el nuevo líder. "Una persona notoria, validada por su experiencia de éxito en la gestión de sus intereses", subraya, para resaltar también que el perfil adecuado sería el de un titulado universitario con experiencia profesional.
En este sentido, el politólogo Eleazar Gallardo subraya que sería importante que el líder contara "con premios nacionales o internacionales por su trabajo y prestigio que demostrara que no entra en política para ganar dinero, sino por un tiempo y para contribuir con su 'savoir faire'". No obstante, el analista no considera que el paso previo por otra formación sea un aspecto descartable. "Podría ser incluso positivo por la experiencia acumulada", señala.
La no alineación del líder también se desprende del análisis de Emilo Sancho, politólogo, periodista y primer vocal de Avapol, quien defiende que toda formación de nuevo cuño "debería enrocarse en una situación de clara oposición hacia la situación de bipartidismo que precisamente ahora parece que empieza a resquebrajarse".

Por su parte, el profesor de Derecho Administrativo y habitual analista político Andrés Boix, apunta también a un liderazgo externo si el espacio a ocupar fuera el del PSPV. "Una persona formada, con trabajo y vida fuera del partido", lo que para Boix significa "un perfil externo, con cierta edad (entre 45 y 60), con formación intelectual potente, contactos con las clases medias y trayectoria profesional destacada". Curiosamente, el propio analista ironiza sobre su retrato: "La cuestión es, ¿existe alguien así en Valencia con ganas de dar el paso?".
El analista político Anselm Bodoque ve como cualidades principales del líder "la formación, los valores y la voluntad de escuchar a la gente y de tener un proyecto políticos sólido y progresista (en un sentido amplio de la palabra). Bodoque rechaza las características de líder que "tanto proliferan en la mediocre clase política actual". "No debe ser un salvapatrias, ni un cínico ni un empresario con el cuento de que ‘se ha hecho a sí mismo', ni un producto de marketing, ni un oportunista que recurre al populismo ni un profesional de la política que solo haya militado en partidos y ocupado puestos de confianza", sentencia.
TRANSPARENCIA Y COMUNICACIÓN
La escalada de casos de presunta corrupción, especialmente en la Comunitat Valenciana, es un elemento a tener en cuenta por los analistas, quienes destacan la importancia de que el nuevo líder se presente como un referente en materia de transparencia. "En el momento actual de crisis económica y financiera, la aparición de un nuevo partido avalado -según la hipótesis propuesta- por un solvente grupo de inversores despertaría, probablemente, importantes recelos entre una creciente masa crítica en el seno de la sociedad civil", subraya Emilio Sancho.

Según el analista, sería fundamental que el potencial líder "demostrara la pulcritud del equipo inversor, y reflejara los objetivos que persigue y su programa electoral de una manera clara". En este sentido, Sancho apunta a que la cabeza visible debería explorar "las inquietudes de la población, observar las políticas que centran su atención y, además, analizar qué formaciones están experimentando un severo castigo en las urnas".
En este punto también se detiene Adolfo López, quien resalta la importancia de la "transparencia" del líder así como su capacidad de comunicación para aportar "mensajes de confianza y optimismo".
EDAD Y ÁREAS DE INFLUENCIA
Algunos de los expertos consultados fijan en su perfil la edad y ámbito profesional idóneos para el futuro líder. Sus conclusiones apuntan a que la edad adecuada para el futuro responsable de una formación con aspiraciones se situaría en torno a 40 años y su área de influencia debería ser el Derecho o la Economía.
Aunque el sexo del posible líder no parece relevante para gran parte de los consultados, Gallardo se desmarca al concretar que, a su juicio, el candidato a la Generalitat debería ser un hombre y a la alcaldía de Valencia, una mujer, o a la inversa, "en analogía del matrimonio, tal y como lleva haciendo el PP hasta hoy".
Por otro lado, Bodoque no considera en absoluto relevante el sexo, edad o profesión y resta importancia en general a la figura del líder puesto que, a su juicio, "lo importante es el objetivo y proyecto político". "Las casas se hacen desde los cimientos y los líderes son, en el mejor de los casos, el techo y, generalmente, ni eso: son las chimeneas o las terrazas. Además, en la era de las redes sociales, son absolutamente necesarios los coros y la diversidad de voces y no el uniformismo partidario y el personalismo presidencialista. Eso, además de viejo, es un error", sentencia.