VALENCIA. El Gobierno valenciano sospecha que la Asociación contra la Corrupción es "fuego amigo". Esta sensación, que los miembros del Ejecutivo han deslizado en privado en las últimas horas, ha tomado forma tras las declaraciones del conseller de Justicia, Serafín Castellano, en la rueda de prensa posterior al pleno del Ejecutivo.

"Parece existir una clara intencionalidad política", comentó Castellano al ser preguntado por las denuncias de la citada asociación que se han dirigido a él mismo y al propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. El titular de Justicia calificó de "extraña" la asociación aunque ni él, ni el vicepresidente del Consell, José Císcar, quisieron verbalizar sus sospechas hacia su propio partido, si bien este último subrayó: "No creo en las casualidades".

El portavoz del Ejecutivo coincidió con la opinión de Castellano y resaltó que una asociación contra la corrupción "debería ser transparente". En este sentido, el vicepresidente señaló que desconocen quienes son los miembros de la misma ni tampoco su domicilio, que según han apuntado, ha variado en diversas ocasiones.

Además, Císcar ha mostrado su sorpresa por que esta asociación, que tiene carácter nacional, se haya centrado en miembros del Consell cuando existen casos muy flagrantes de corrupción en España. "Podría personarse en el caso de los ERE de Andalucía, por ejemplo", ha comentado el vicepresidente.

Por otro lado, ambos consellers han manifestado su "tranquilidad y confianza absoluta" en la justicia sobre estas denuncias por la "ausencia de fundamento" de las mismas.