El presupuesto destinado a la lucha contra los incendios forestales se redujo un 14% en 2012, se ha"optimizado" los recursos y la entidad encargada de las labores de prevención, Vaersa, se enfrenta a un ERE sobre el 23% de su plantilla

VALENCIA (A. MOHORTE). La Comunitat Valenciana está padeciendo uno de los peores años de su historia forestal después de aplicar recortes en los departamentos que repercuten en la prevención de incendios por valor de 15 millones de euros (un 14% respecto a 2011), "optimizar" recursos y recortar sus gastos de personal hasta llevar a la entidad encarga, entre otras funciones, de las labores de prevención, Vaersa, a un expediente de regulación de empleo (ERE) que reducirá su plantilla un 23%.

Aunque desde la Conselleria de Gobernación su titular, Serafín Castellano, segura que las medidas no tienen ninguna relación con la situación que se está padeciendo en los últimos meses, lo cierto es que la superficie quemada entre los fuegos de Cortes, Andilla y ahora Chulilla superan a la extensión de la isla de Ibiza, haciendo de 2012 uno de los peores años de la historia forestal valenciana.

En este ejercicio, los fondos destinados a la prevención y lucha contra el fuego han pasado de 110 millones en 2011 a 95 millones, un 14% menos, al tiempo que se han "optimizado al máximo los recursos". Aunque la Generalitat asegura que los agentes forestales han pasado de 76 a 90 y las unidades de prevención han aumentado de 121 en 2011 a 122; el personal se ha reducido de 11.700 a 11.500, los medios aéreos han pasado 23 a 22 y los vehículos rondan los 1.100 unidades, aunque su actividad ya no es exclusiva para la lucha contra incendios.

POLIVALENCIA DE EFECTIVOS

Fuentes conocedoras de la situación aseguran que parte de los efectivos y servicios, como los helicópteros medicalizados, se está destinando ahora a cubrir las carencias que padecen otras áreas, como la gestión del tráfico. Esta situación entorpece la respuesta inmediata, básica para actuar contra la propagación del fuego en los momentos iniciales del incendio.

Así se explicaría que en Chulilla diversos testigos aseguren que a las 18.00 horas solo cuatro medios, de los 13 que según Gobernación se enviaron, estaban actuando en el incendio, como ha denunciado el portavoz adjunto de Compromís en las Corts Valencianes Juan Ponce.

Además, Vaersa, entidad que tiene encomendadas las labores de control y gestión de los espacios y parque naturales, el mantenimiento y la educación medioambiental vio reducidos su presupuesto en más de medio millón de euros este años. La situación se resolvió rebajando los meses de trabajo de su personal de 12 a nueve.

Actualmente, la empresa defiende la necesidad de nuevos ajustes por la rebaja presupuestaria con carácter general de 1,85 millones en las direcciones generales de Medio natural y Calidad ambiental de la Conselleria de Infraestructuras, a través de las que Vaersa tiene encomendada su labor.

CONFLUENCIA DE FACTORES

En todo caso, las causas de la situación que atraviesa la Comunitat Valenciana son múltiples y responden a los efectos de una política desarrollada en los últimos años y que las circunstancias excepcionales de este año han evidenciado, como ha denunciado José Andrés Torrent, profesor del Grupo de Investigación en Ciencia y Tecnología Forestal de la Universidad Politécnica de Valencia.

La confluencia de factores como el recorte de la inversión pública, la escasa rentabilidad de la explotación del monte y la generación de reservas naturales abandonadas a su suerte son las razones más repetidas a la hora de explicar en porqué de esta oleada de incendios, sumada a unas condiciones meteorológicas adversas como la falta de lluvias, el viento y el bajo porcentaje de humedad.