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LAS ENMIENDAS DE FABRA A LOS PGE SE ESTRELLAN CONTRA MONTORO

El último desaire de Rajoy a Fabra abre una crisis institucional en el Palau de la Generalitat 

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VALENCIA. El Consell volvió a constatar este viernes su endeble capacidad de influencia en el Ejecutivo que lidera Mariano Rajoy. El intento de presentar diversas enmiendas por parte del Consell que significaran 144 millones de euros más para la Comunitat Valenciana en los Presupuestos Generales del Estado de 2013, fue bloqueado este viernes por el Ministerio de Hacienda.

El problema para el PP valenciano es que el propio Alberto Fabra había arriesgado anunciando la pasada semana en el Les Corts Valencianes la intención de enmendar los PGE por valor de la cifra antes señalada. El hecho de haber realizado un anuncio público concreto con las enmiendas, invitaba a pensar que la modificación presupuestaria estaba consensuada y cerrada con el Gobierno central. Sin embargo, pese a los contactos iniciales mantenidos entre Consell y Ministerio, el intento de Fabra de elevar la presión para lograr una mejora presupuestaria para la Comunitat Valenciana no ha prosperado.

Pese las arduas negociaciones mantenidas en las horas previas a la expiración del plazo para presentar enmiendas, el Ministerio de Hacienda no cedió a las pretensiones del Consell: el portavoz del grupo popular en la Comisión de Presupuestos, Antonio Gallego, anunció este viernes que el PP solo ha presentado enmiendas "fundamentalmente técnicas" y algunos añadidos "de carácter menor" debido al momento de "grandes limitaciones" en el que se encuentra el Gobierno de España.

Así pues, peticiones de la Generalitat Valenciana como los 76 millones de euros para el Corredor Mediterráneo o la eliminación de la tasa del gas que castiga especialmente a industrias como la azulejera de Castellón, no han sido tenidas en cuenta por el Gobierno central. Una situación que se extiende a todas las comunidades autónomas: nadie se beneficiará de enmiendas que impliquen una mejora sustancial de la financiación. Pero una circunstancia que se torna especialmente sangrante para la Comunitat Valenciana, una de las principales perjudicadas en el reparto presupuestario (una caída del 35% en la inversión para 2013) y que, además, había anunciado unas enmiendas que ahora han sido rechazadas de plano.

El propio vicepresidente del Consell, José Císcar, evitó este viernes en rueda de prensa concretar el resultado final de las enmiendas que había solicitado incluir la Generalitat. Todo un síntoma de que las cosas no marchaban bien. La posterior comparecencia de Gallego confirmó el nulo predicamento que habían tenido las reivindicaciones valencianas en Madrid.

El malestar, mezclado con decepción, era más que evidente este viernes  en la calle Cavallers. "Todos somos conscientes de los problemas económicos del Estado, pero es que ni se han dignado a un mínimo gesto a la galería con lal Comunitat ni con Fabra", explicaba un hombre del entorno del presidente. "Es injusto y el presidente así no entiende. Su estado de ánimo no era bueno", señalaron otras fuentes. 

DESPLANTES DEL GOBIERNO

El bloqueo de las enmiendas valencianas evidencia, una vez más, el papel de actor secundario que tiene reservado el Gobierno de España para Alberto Fabra y su Consell. Desde que accedió a La Moncloa, Mariano Rajoy no ha visitado la Comunitat Valenciano ni en acto de partido (el congreso regional del partido o la cena de inicio de curso hubieran sido un buen momento) ni institucional (los gravísimos incendios de este verano hubieran sido otra gran ocasión).

Otra de las cuestiones que han llevado al límite de la desesperación a la Generalitat es la demora sufrida para la recepción del Fondo de Liquidez Autonómico, del que dependen pagos fundamentales pendientes y que limita la capacidad de reivindicación del Consell, que ya ha solicitado 10.000 millones de euros al Gobierno durante este año.

Al margen de las semanas de retraso, el aplazamiento de la Comisión de Asuntos Económicos el día que debía aprobarse también dejó en fuera de juego al Gobierno valenciano. El propio Císcar llegó a afirmar públicamente: "Preferiríamos manifestaciones de banqueros que de discpacitados", en referencia al orden de pagos que establecce el fondo autorizado por el Ejecutivo de Rajoy.

A ello hay que unir la Conferencia de Presidentes que iba a celebrarse en Valencia -promesa de Rajoy-  tuvo lugar en Madrid y, en ella, volvió a constatarse la poca resonancia de reivindicaciones valencianas como la tantas veces solicitada reforma del modelo de financiación. Todo ello, unido a un reparto presupuestario que deja a la Comunitat en la cola de las autonomías, han instalado un sentimiento en el PP valenciano de que su influencia en Madrid es poca o ninguna. 

DIPUTADOS DEL PP EN MADRID Y ENMIENDAS DE PSPV Y COMPROMÍS

Si la situación es dificil para Alberto Fabra, tampoco es envidiable la de los parlamentarios valencianos en Madrid. Cabe recordar que las negociaciones para la fallida consecución de las enmiendas se han llevado entre Consell y Ministerio de Hacienda. Las citadas enmiendas se presentan desde el grupo 'popular' en el Congreso de los Diputados: todo parlamentario está sujeto a una estrategia de partido para que no se produzcan situaciones que obligue a diputados del PP a votar en contra de enmiendas del propio partido.

Serafín Castellano junto a los diputados González Pons y Gerardo CampsFuentes parlamentarias consultadas por este diario, han asegurado que no se ha activado desde Valencia la orden de tratar de presentar las enmiendas deseadas por Fabra al margen de la disciplina del partido. Es decir: se confió en la negociación con el Ministerio de Hacienda hasta el final. Un final que no resultó satisfactorio para el Consell.

Ahora, los diputados valencianos del PP en el Congreso se enfrentarán a las enmiendas presentadas por el PSPV y por Compromís, algunas de las cuales se asemejan a las que el Consell de Fabra quería presentar. La disciplina de voto del grupo parlamentario 'popular' obliga a los diputados a seguir la línea de la dirección del grupo, pero se produce la contradicción de que existirán enmiendas con la que los 'populares' valencianos están de acuerdo. Fuentes del partido consultadas por este diario coincidieron en la que estrategia no se había planteado de forma adecuada.

"Si anuncias enmiendas por valor de 144 millones de euros debes tener garantías de que las van a aceptar. Si no es así, puedes ejercer la protesta intentando presentarlas igualmente aunque tu propio partido las vaya a rechazar pero que los diputados de la Comunitat Valenciana voten a favor. Ahora, ni una cosa ni la otra", explicaba un veterano dirigente del partido a este diario.

 

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