VALENCIA. Las formaciones políticas entran en la segunda y última semana de campaña. Unos días decisivos, especialmente para el Partido Popular de la Comunitat Valenciana, cuyo presidente Alberto Fabra tiene la misión de conseguir un resultado en el ámbito regional que le permita tomar oxígeno de cara a los próximos meses. De hecho, en esta semana clave, el líder del PPCV recibirá al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el acto central de campaña que tendrá lugar este miércoles en el Ágora de Valencia.
Es por ello que los días venideros son clave. Un momento para evitar errores o sobresaltos que puedan lastrar el apoyo que a los 'populares' valencianos les está costando retener. En este contexto, precisamente uno de los lastres que está sufriendo el PPCV para poder emitir sin distorsiones su discurso de supuesta recuperación económica son las causas judiciales.
Así, uno de los temores que planea entre diversos cargos 'populares' es que esta semana pueda producirse otro -tras la imputación en Nóos del vicealcalde Alfonso Grau- varapalo judicial. Ese varapalo es el de una hipotética sentencia condenatoria y severa contra el exconseller Rafael Blasco por su implicación en el llamado caso de Cooperación.
El juicio quedó visto para sentencia a mediados de marzo. Poco después, a principios de abril, se hacía pública la salida del IVAM de su pareja, Consuelo Císcar. Ya entonces se apuntó a que la inminente resolución del caso Cooperación podría haber influido en el cese de la responsable del museo.
De hecho, el pasado 24 de abril el diario El Mundo publicó que existía un borrador del fallo en el que se condenaba al exconseller si bien todavía no se había fijado la pena. Este extremo fue desmentido oficialmente por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
No obstante, en las filas 'populares' opinan que la sentencia será hecha pública en breve y no son optimistas sobre la misma. En este sentido, coinciden en que de producirse esta semana supondría una dificultad añadida para terminar con éxito una campaña electoral para el PPCV puesto que emborronaría la visita de Rajoy y volvería a relacionar de nuevo a los 'populares' con la corrupción en vísperas de que los ciudadanos acudan a las urnas.
