VALENCIA. La Coalición Compromís integró a la formación ecologista Equo en su candidatura para las elecciones generales del pasado 20 de noviembre. El partido, encabezado por Juantxo Uralde, aparecía como una marca atractiva con sabor a modernidad, renovación ‘verde' y unas previsiones electorales interesantes dada la coyuntura de crisis económica que auguraba unos comicios más abiertos.
Sin embargo, las previsiones de la formación ecologista no han terminado de cuajar. En Madrid, donde aspiraban a lograr representación, se han quedado fuera, al igual que en el resto de circunscripciones donde han concurrido. De hecho, sólo a través de Valencia han conseguido que sus siglas entren en el Congreso de los Diputados, gracias al resultado de la Coalició Compromís.
No obstante, las dificultades llegan ahora. El proceso de conformación de Equo ha sido demasiado rápido y su estructura orgánica se cimentó de forma provisional debido al adelantamiento electoral. En la Comunitat Valenciana, su militancia se nutre mayoritariamente de los afiliados de Iniciativa del Poble Valencià, con quien se pactó la doble militancia de forma automática.
PROCESOS ORGÁNICOS Y DEFINICIÓN DE LA MILITANCIA
Los próximos pasos de Equo van encaminados hacia el congreso estatal que se elebrará en junio y donde se asentarán las bases de la formación. En la actualidad, se están renovando las mesas provinciales. El 17 de diciembre, se reunirá en Sevilla la Mesa Federal, compuesta por la gestora y dos representantes de cada mesa provincial. A medio plazo, Equo tiene como objetivo la constitución de mesas autonómicas.
Según el responsable de desarrollo territorial, Alejandro Sanchis, los pasos en la Comunitat Valenciana están siendo diversos con el objetivo de "ayudar a construir un espacio político de colaboración". Una de las cuestiones más delicadas a resolver es la de la militancia. Diferentes voces de Equo aspiran a construir una base fuerte de afiliación que no pasa por el doble carné: en la Comunitat se antoja muy complicado, dado que los miembros de Iniciativa no están dispuestos a renunciar a sus siglas. Sanchis, sobre esta cuestión, recalca que en Equo "no se cierra ninguna puerta porque el objetivo es sumar".
A día de hoy, el número de afiliados de la formación ecologista ronda los 2.500 en el ámbito nacional y en la Comunitat, el total es de 200, sin contar a los 800 de Iniciativa.
FUTURO EN CONSTRUCCIÓN TAMBIÉN PARA COMPROMÍS
Mientras desde Madrid Equo diseña la hoja de ruta para construir la ‘casa', en la Comunitat la formación ecologista también debe elegir qué pasos adoptar para su implantación. Todo ello, marcado por un proceso en el que la Coalició Compromís también está iniciando las negociaciones para conformar un proyecto más sólido y estable de cara a constituir una organización de carácter fijo y alejarse del concepto de alianza transitoria para las citas electorales.
La Mesa Nacional de Compromís autorizó el sábado a sus portavoces a potenciar la coalición para dirigirla a una formación estable y única. Por su parte, el Bloc celebrará el próximo día 17 un Consell Executiu para establecer una hoja de ruta del Bloc. Es de esperar que también se empiece a debatir hacia dónde debe ir la alianza con Iniciativa, Els Verds y Equo, sus últimos socios electorales.
Está por ver también el papel que tiene el diputado conseguido por la circunscripción de Valencia, Joan Baldoví, que se ha convertido, no sólo en el estilete de Compromís en Madrid, sino también en el único representante de Equo en la cámara. La semana pasada, se reunieron ambas partes para trazar las líneas de trabajo y están pendientes nuevos encuentros para alcanzar puntos de colaboración.
Aún así, habrá que esperar para ver qué grado de protagonismo pide la formación ecologista a la coalición valenciana y cuánto está dispuesto a dar Baldoví, del Bloc, más alejado a priori que Iniciativa en lo que se refiere a las cuestiones ecologistas.