VALENCIA. El tour de Miquel Iceta para visualizar los apoyos a su propuesta federal tuvo este miércoles parada en Valencia. El primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) se fotografió este miércoles con Ximo Puig en el Palau de la Generalitat para defender una España "sin confrontaciones" frente a "las fronteras que quieren poner el PP y los independentistas".

Esta equidistancia entre la propuesta soberanista y la posición del Partido Popular es el principal señuelo de Iceta para las elecciones catalanas, convocadas para el 27-S por Artur Mas "con carácter plebiscitario". Con la sombra de unas encuestas que auguran una caída del PSC a la cuarta posición en el Parlament, el líder del PSC se ha esforzado en exhibir a los aliados de su proyecto federalista en el resto de España.

La anterior anfitriona de Puig fue Francina Armengol, presidenta de Baleares, precisamente la semana en la que Germà Gordó, conseller de Justicia catalán, abogó por conceder la nacionalidad catalana a valencianos y baleares. El president aprovechó la cita con Iceta para dar por zanjada la polémica, tras la desautorización al conseller de la vicepresidenta del gobierno catalán, Neus Munté, y defendió la necesidad de una "relación normalizada" con Catalunya.

En privado, Iceta se lamenta de que una parte importante de sus conciudadanos quiera abandonar España justo cuando la Comunitat y Baleares están presididas por gobiernos socialistas. El socialista opina que Puig y Armengol comparten un perfil político más favorable a estrechar lazos con la comunidad vecina que sus antecesores, Fabra y Bauzá. Pero lo cierto es que la relación con la Comunitat, más allá del comentario de Gordó, no es un tema de debate en Cataluña a un mes de las elecciones en que Iceta puede lograr el peor resultado de la historia de su partido.