VALENCIA (X.A./EP). Precisamente era de lo que huía el candidato y secretario general del PSPV, Jorge Alarte, durante la campaña electoral: la intención del PPCV de trasladar los comicios autonómicos al escenario nacional. Pese a la insistencia del candidato socialista, no ha logrado su objetivo y ahora sus esfuerzos deben reconducirse a justificar una derrota estrepitosa en la Comunitat Valenciana.
Jorge Alarte, en su primera intervención tras conocerse los resultados de las elecciones, apuntó a la crisis económica y el voto derivado de ella en clave nacional como causa principal del retroceso del PSPV, que ha pasado de 38 a 33 diputados. Ayer, tras reunirse con la Comisión Ejecutiva Nacional, reclamó el proceso de primarias en el PSOE para "despejar incógnitas" y "ponerse a trabajar" de cara a las elecciones generales de 2012.
De esta manera, y pese a que el responsable socialista repartió culpas por el mal resultado, se desliza una mirada de reproche a la Moncloa y, además, un deseo de lanzar la pelota al tejado de Ferraz -sede del PSOE nacional- para que se gestione cuanto antes el relevo de Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, estas justificaciones no resultan convincentes para sectores del PSPV. Las voces críticas con el líder socialista empiezan a escucharse ya en las entrañas del partido, principalmente desde Izquierda Socialista, corriente interna en la que importantes activos como Manuel Mata o Ana Noguera fueron obviados a la hora de confeccionar la candidatura autonómica pese a ser considerados valiosos parlamentarios.
Es evidente que el castigo al PSOE ha sido global en toda España, lo que puede implicar una tabla de salvación a la que el líder de los socialistas valencianos tratará de aferrarse. Esta convocatoria ha resultado especial: el PSOE ha sufrido derrotas históricas y severos correctivos que le han hecho perder autonomías y ciudades que gobernaban desde décadas atrás. En este escenario, la derrota de Alarte es una más dentro del ámbito nacional. No obstante, fuentes socialistas consultadas creen que esta explicación, tal vez válida para Ferraz en un momento tan convulso, no servirá en clave interna para las 'familias' del PSPV.
Las peculiares circunstancias en la Comunitat han agravado el batacazo del PSPV: el PPCV, aparentemente 'tocado' por la corrupción, ha sido atacado duramente debido a su relación con el caso 'Gürtel', que ha ocupado primeras páginas y ha abierto informativos de los principales medios españoles. Sin embargo, esto no ha servido para recortar la ventaja que ostentaban los 'populares' valencianos en Les Corts. Es más, se ha incrementado y el PSPV ha recibido una fuga de votos que han preferido otras formaciones como Compromís o EUPV.
El PPCV ha sabido rentabilizar el mensaje de que las elecciones autonómicas y locales eran una herramienta útil para "echar a Zapatero", algo que no se han cansado de repetir los candidatos 'populares'. Curiosamente, desde la dirección de los socialistas valencianos empiezan a virar ahora e, incluso, a plantearse en si coinciden con el PPCV y sumarse al ya cacareado lema: 'la culpa es de Zapatero'. En un contexto de elecciones primarias en el PSOE, Jorge Alarte se mantendrá en el cargo buscando ofrecer su apoyo al candidato, a priori, favorito, Alfredo Pérez Rubalcaba.
"SERENIDAD" Y APERTURA A LAS VOCES CRÍTICAS
En general, los miembros del PSPV consultados coinciden en que lo sucedido en la Comunitat forma parte de la "debacle" nacional como consecuencia de un gobierno que ha "fallado" en sus decisiones. "Los ciudadanos han expresado en estas elecciones su descontento con el Gobierno" y a esto se le une que "el PP y Camps han sabido quitarse las responsabilidades de encima".
No obstante, Alarte, como secretario general "debe tomar decisiones" porque el resultado es "muy malo" y "debe pensar qué hacer". "Si a lo que se limita es a seguir con la gente de la que se ha rodeado" o a mantener la misma línea de trabajo "no sería bueno". "Debe reconstruir el proyecto con todo el mundo", agregaron.
Aunque se mantienen cautelosos en cuanto a la posibilidad de repetir "errores del pasado" -como fue la dimisión del exsecretario general del PSPV Joan Ignasi Pla, cuyos resultados electorales fueron mejores que los actuales-, algunos estiman que hay que "sentarse a hablar" para poder conseguir un partido "más unido".
XIMO PUIG, IGNASI PLA Y JOAN LERMA HABLAN DE REESTRUCTURACIÓN Y ERRORES
Además, voces particulares del socialismo valenciano como es la del alcalde de Morella, Ximo Puig, que pugnó con Alarte por liderar al PSPV, piden un cambio en la manera de entender la democracia "en vivo y en directo" por un estilo "más profundo" que recoja el sentir de la sociedad. "Todos los días parece que tienen que nacer y morir propuestas". Así, reclama "serenidad" y "reflexión"; "vamos a esperar" a ver cómo actúa la dirección del partido".
El que fuera secretario general del PSPV Joan Ignasi Pla comparte la idea de que la derrota del PSPV se enmarca en la situación del socialismo a nivel estatal por las decisiones de un Gobierno que "no han sido coherentes" con su programa. Esto es "más grave" en la Comunitat porque el PSOE no ha podido aprovechar el "desgaste" del PP.
Así, advierte de que el PSPV "no está bien" y necesita un cambio. En este punto, Pla no tiene claro que Alarte vaya a aguantar la legislatura pero tampoco considera oportuno un proceso de primarias ahora. "Es complicado". En este sentido, ha destacado tras los resultados de 2007 él hizo "partícipe" al Comité Nacional para que decidiera. "No hice lo que quise".
Desde el punto de vista del exsecretario general Joan Lerma, es momento de plantearse la manera de "corregir los errores" y "contar con el partido" para marcar la línea a seguir en el futuro próximo, que estará influido por el calendario de congresos que el Comité Federal del PSOE dictará el próximo sábado.
