VALENCIA. El expresidente de la Generalitat y presidente de Bancaja, José Luis Olivas, tan poco pródigo en actos públicos desde la intervención del Banco de Valencia y su dimisión en la vicepresidencia de Bankia, acudió la noche del martes al Palau de les Arts a disfrutar del montaje de Don Giovanni de W. A. Mozart, la historia de un hombre condenado.

Lejos del revuelo propio de la noche del estreno (que fue el 27 de enero), el también mecenas de esta arena no pudo evitar las miradas de soslayo de los aficionados y los comentarios que se despertaron en los grupos con los que se iba cruzando camino de los palcos.

Aunque el mito del caballero sevillano sea uno de los más universales, no en todas partes se interpreta igual. De hecho, el libreto de la ópera, obra de Lorenzo da Ponte (letrista de cabecera de Mozart, Vicente Martín y Soler o Antonio Salieri) difiere en gran medida de la versión más popular en España, el Don Juan Tenorio de José Zorrilla.

LA DIFERENCIA CON LOS PAÍSES 'SERIOS' 

En ambos casos, el protagonista comete a lo largo de su vida distintos desmanes que traen graves consecuencias para todos los que le rodeas, pero se distancian mucho en el destino que le dan al protagonista.

Mientras en la española, Don Juan es exonerado de sus culpas y muere redimido, en la versión que contempló Olivas el caballero se enfrenta al espectro de una de sus víctimas, el Comendador, que le arrastra a los infiernos.

Determinados comportamiento no se perdonan en los llamados paises serios del centro de Europa.

Bajo estas líneas, fragmento de la película Amadeus, de Milos Forman (1984) en la que se reproduce la escena del Comendador de Don Giovanni, bajo los comentarios de Antonio Salieri (F. Murray Abraham), fraguando la venganza contra su rival, Wolfgang Amadeus Mozart (Tom Hulce)