VALENCIA (EP). La empresa concesionaria del Teatre El Musical (TEM), Tornaveu, condiciona la aceptación de la prórroga de la gestión del teatro hasta finales de mayo a que el Ayuntamiento de Valencia pague "al menos la mitad de la deuda" contraída con la compañía, que supera los 500.000 euros, dado que en este momento "no dispone de financiación suficiente para ejecutar la actividad correspondiente" a esos meses.

En un comunicado, la empresa señala que asumió una prórroga semestral que terminó el pasado 31 de diciembre con una reducción presupuestaria de alrededor de 130.000 euros y asegura que "está dispuesta a asumir y desea" otra nueva prórroga, que a su vez supone "una reducción de aproximadamente el 25 por ciento sobre el recorte del ejercicio anterior".

Según Tornaveu, la imposibilidad de costear la actividad correspondiente al periodo de la prórroga le ha llevado a solicitar al consistorio en los últimos meses ese ingreso de, al menos, la mitad de la deuda contraída, por considerarlo la "condición necesaria" para poder seguir en la gestión del Teatre El Musical.

Desde la compañía aseguran que "en ningún momento" han solicitado una mejora de sus condiciones económicas para aceptar dicha prórroga. Es más, sostienen que "ninguna entidad o persona en su sano juicio puede pretender ver incrementadas sus dotaciones presupuestarias en los momentos tan críticos en los que nos encontramos".

En la misma línea, remarcan que "el interés económico nunca ha sido una prioridad en la gestión" del TEM y, como prueba de esa afirmación, apuntan que desde 2009 han mantenido, con gastos financieros a su cargo, "una deuda por parte del Ayuntamiento que ha oscilado entre 500.000 y 800.000 euros".

"A LA ESPERA" DE LA RESPUESTA MUNICIPAL

En la actualidad, la compañía "sigue a la espera de una contestación definitiva" por parte del Ayuntamiento sobre las posibilidades de continuidad en la gestión del teatro durante los próximos meses.

Tornaveu considera "extremadamente negativa" la posibilidad del cierre del Teatre El Musical al creer que, con esa decisión, "se desperdiciaría la parte fundamental del trabajo realizado durante los últimos siete años" con el consiguiente "perjuicio al sector teatral, a la ciudad de Valencia y al barrio de El Cabañal, y en general a la calidad de vida de los ciudadanos con sensibilidad hacia el teatro".