VALENCIA. No hay nada como una crisis económica para agudizar el ingenio municipal a la hora de buscar nuevos ingresos con los que intentar sanear las depauperadas arcas municipales. Valga como ejemplo la audacia del Ayuntamiento de Alboraia, que no ha dudado en implantar durante todo el verano, "del 1 de junio al 30 de septiembre", un impuesto de estacionamiento -la 'impopular' ORA- de diez horas diarias "ininterrumpidas" tal como se encarga de repetir en esos carteles que muestra la carrocería y que son una muestra del arte patrio de la comunicación... municipal.

Para evitar confusiones y tal como el propio municipio avisa en las multas que siembra a diestro y siniestro entre los despistados conductores que se encuentran el papel sobre la ventanilla de sus vehículos cuando vuelven de la playa de la Malvarrosa a la hora de comer, las multas "no admiten anulación". Estáis avisados, ciudadanos.

No es la única acción que este ayuntamiento ha iniciado contra el bolsillo de los propietarios de vehículos: también ha implantado la ORA sobre parte de las plazas de aparcamiento de la urbanización Port Saplaya y, agárrense, de las del aparcamiento del supermercado Alcampo situado en ese término municipal. A partir de ahorahabrá que pisar de puntillas cuando traspasemos los límites de ese insaciable ayuntamiento.