VALENCIA. El Ayuntamiento de Valencia maneja una cifra: 685 biciletas son abandonadas cada año en la ciudad. El procedimiento habitual hasta la fecha era el de transportarlas al desguace y destruirlas. Sin embargo, una propuesta de Compromís en el consistorio ha ganado una vida extra para estos vehículos de dos ruedas.
La comisión de progreso humano del Ayuntamiento ha aceptado que las bicis vayan a parar -tras su recogida en abandono- al Banco de Tiempo de la ciudad. Allí, incluido en este acuerdo, son reparadas para posteriormente cederse a los Centros Municipales de Servicios Sociales. Estos, finalmente, las deben entregar a personas con problemas económico y en situaciones desfavorecidas.
La propuesta fue presentada por Consolo Castillo, concejala de Compromís, el pasado 12 de julio. El procedimiento a seguir con las bicicletas encontradas en la ciudad tratará de esta forma de dar una oportunidad a estas personas y a los propios vehículos, que eran destruidos sin más por el Ayuntamiento.