VALENCIA. El PPCV se salió este martes con la suya y logró el aplazamiento por tercera vez de la reforma estatutaria referida al blindaje de inversiones estatales para la Comunitat Valenciana. Tras la tramitación de un escrito del Consell vía Les Corts al Congreso de los Diputados, la cámara baja, donde los populares tienen mayoría, dio luz verde al citado aplazamiento, aunque concedió que los portavoces debatieran tres minutos cada uno en el pleno acerca de la modificación del orden del día.
En los turnos de palabra, el presidente del Congreso, Jesús Posada, y el PP valenciano, recibieron fuertes críticas por parte de todos y cada uno de los grupos parlamentarios.
El secretario general del PSPV y diputado nacional, Ximo Puig, fue el encargado de expresar la postura del grupo socialista. El dirigente lamentó la "ruptura del consenso que hizo posible el estatuto de autonomía". "Estamos ante una decisión que ha tomado el PP injusta, elegítima y antidemocrática", recalcó. Durante su intervención, el socialista subrayó que era imposible "combatir" la crisis con "la mitad de lo que no corresponde en el presupuesto". "Fabra y Rajoy han dejado caer a la Comunitat Valenciana. No somos prioritarios para España ni para el PP", sentenció.
GERARDO CAMPS RESTA IMPORTANCIA A LA REFORMA ESTATUTARIA
Por parte del grupo popular, el encargado de defender el aplazamiento fue el exconseller Gerardo Camps, quien acusó a los socialistas de "arrogarse la representación del pueblo valenciano cuando es de Les Corts, y son Les Corts las que han pedido el aplazamiento", subrayó Camps.
El parlamentario del PP recalcó que la razón del aplazamiento era de "lógica aplastante", dado que había otro proceso de reforma del estatuto en marcha, el referido a la rebaja de diputados que la oposición no parece dispuesta a aceptar. "No sabemos su posición sobre esto", recalcó el exconseller, quien justificó el aplazamiento por motivos de ahorro presupuestario.
Curiosamente, al final de su comparecencia, Gerardo Camps restó importancia a la propia reforma, realizada para blindar las inversiones estatales en la Comunitat, al puntualizar que el aplazamiento "no supone ningún perjuicio para la Comunitat Valenciana" dado que el Gobierno es el responsable de los presupuestos generales del Estado, que deben pasar por el Congreso, y la reforma estatutaria no puede obligar a aumentar las partidas.
LA OPOSICIÓN, EN BLOQUE CONTRA EL APLAZAMIENTO
Por su parte, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, pidió al PP valenciano que tuviera "vergüenza" y lamentó que Alberto Fabra no fuera, a su juicio, un presidente sino "un gobernador civil dócil, débil y genuflexo".
Por su parte, el diputado valenciano de UPyD, Toni Cantó, expuso su "enérgica queja" por la "manera partidista" en la que se había comportado el presidente del Congreso al aceptar el aplazamiento.
Por su parte, el también parlamentario valenciano Ricardo Sixto (Izquierda Plural) tachó de "ridícula" la maniobra del PP valenciano y exigió a Posada que se votara en el pleno si la propuesta debía aplazarse o no, algo que el rechazó el presidente de la cámara.
También subrayaron que, de haberse presentado la iniciativa la hubieran respaldado Jordi Xuclà (CiU) y Joan Tardà (ERC).
