VALENCIA. "Va a ser tremendamente complicado cumplir con el objetivo de déficit". El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, pronunció esta frase el pasado día 20. Solo una semana después los datos no solo confirman la dificultad augurada por Moragues sino que demuestran que no es que sea complicado. Es que es imposible. 

El Ministerio de Hacienda hizo públicos este martes los datos del déficit de las administraciones públicas correspondiente al mes de noviembre de 2013 y, con ellos, se puso en evidencia que los intentos por contener el desfase de las cuentas de la Generalitat son inútiles. Si hasta octubre la Comunitat Valenciana había conseguido mantenerse dentro del límite máximo del 1,6% autorizado por Cristobal Montoro para todo el año, en solo un mes se ha ido todo por la borda.

Hasta octubre la Comunitat presentaba un déficit del 1,35% sobre el PIB, lo que en números absolutos suponía 1.314 millones. Un mes después la cifra se ha disparado hasta el 2,01% y los 1.958 millones de euros. Es decir, a falta de contabilizar todavía el mes de diciembre y de hacer los ajustes finales -que siempre acaban incrementado la cifra- la Generalitat ya se desvía en más de cuatro décimas del objetivo máximo.

La cuestión ahora es saber qué va a ocurrir con el mes de diciembre y dónde acabará el déficit valenciano. Si solo el mes de noviembre ha supuesto un incremento de más de 600 millones en el descuadre, sería extraño que el último mes del año se comportase de una forma distinta, lo que podría situar el dato final por encima del 2,5%, casi un punto más de lo autorizado.

Las consecuencias del incumplimiento son una incógnita. La Generalitat defiende que sin un nuevo sistema de financiación es imposible cumplir con el equilibrio presupuestario y pide que se tenga en cuenta el esfuerzo que realiza. De hecho, en 2012 la Comunitat Valenciana tuvo un déficit del 3,54%. Bajar un punto la cifra supone haber recortado la diferencia entre ingresos y gastos en unos mil millones de euros.

El dato a cierre de 2013 se dará a conocer a finales de febrero. A partir de ese momento habrá que esperar la reacción de Montoro a aquellas autonomías que no hayan cumplido con los objetivos marcados en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y la Comunitat Valenciana estará en el punto de mira tanto del ministro como de las regiones que sí cumplen.