C.Valenciana

EL FUTURO ELECTORAL DE LA COMUNITAT VALENCIANA

Podemos quiere la Generalitat

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

El partido que lidera Pablo Iglesias, tras una demostración de fuerza en Valencia, asume que deberá jugar fuerte en las autonómicas

VALENCIA (FOTOS: EVA MÁÑEZ). La calculada estrategia que diseñó la cúpula de Podemos para llegar a las elecciones generales de 2015, previstas para noviembre, sin desgastarse en exceso en los comicios municipales y autonómicos ha saltado por los aires. "Nos presentamos para ganar y gobernar y la Comunitat Valenciana será el sitio por el que empiece el cambio de Podemos", dijo Íñigo Errejón, número dos del partido y principal ideólogo de Podemos en el mitin que celebró la formación este domingo en un abarrotado Pabellón de la Fuente de San Luis. 

La imagen de la Fonteta a rebosar, en un partido que no monta autobuses como las grandes formaciones mayoritarias que se atreven con espacios de gran aforo -con el riesgo de pinchar que ello lleva aparejado- despertó a más de un dirigente de la izquierda valenciana, escéptico con el papel que iba a jugar Podemos en las elecciones de mayo. "No se me ocurre qué se puede hacer para contrarrestrar la marea que es Podemos en este momento", reconocía un veterano socialista a este periódico.



Ese respaldo social que se intuye en los sondeos que sitúan a Podemos entre los partidos que lucharán por ser el más votado en muchos territorios, se hizo presente en el acto de Valencia. Si bien es cierto que se trataba del primer acto de masas de los mediáticos dirigentes de la formación tras las elecciones europeas, cuando rompieron todas las previsiones, la euforia que se respiraba en La Fonteta contrastas con las dudas y vacilaciones que presenta parte del electorado tradicional de los partidos de izquierda valenciana.

No fue necesario que los dos principales oradores del acto, Errejón y Pablo Iglesias, bajaran mucho la terreno local. No hubo propuestas sobre financiación autonómica o sobre la deuda de la Generaltiat. Solo mensajes genéricos vinculados a la necesidad de echar al PP. "El momento es ahora", rezaba el lema del atril.

  
Pero sí hubo algunos momentos clave en el discurso especialmente de Errejón, quien dio las gracias a "los profesores de Escola Valenciana". Un ejemplo (citó a otros colectivos sociales también muy vinculados a la izquierda valenciana) que en círculos próximos a Coalició Compromís se interpretó inmediatamente como un guiño a un electorado que, tradicionalmente, es de los nacionalistas.

Aunque Iglesias no hizo más que una breve comparecencia ante la prensa (y fue para hablar de Grecia), fuentes próximas al líder de Podemos aseguraron que la cúpula de la formación, criticada en ocasiones por su óptica centralista -incluso madrileña- ya ha asumido que no pueden mantenerse al margen de las batallas electorales autonómicas.

Y ahí ya no valen, como algunos esperaban, pactos de no agresión con los que se supone son su réplica en la Comunitat Valenciana, especialmente por el fuerte liderazgo de Mònica Oltra. Podemos va a por los votos de Compromís, de Esquerra Unida (al borde de la barrera del 5%), del PSPV-PSOE... "Veremos si da para un tripartito o ni a eso se llega", resumía resignado el socialista antes mecionado.



Si la dirección de Podemos quería una candidatura light, la irrupción de Antonio Montiel, abogado y profesor universitario, como favorito para la secretaría general del partido en la Comunitat Valenciana dio al traste con esa opción. Montiel, que optará también cuando se celebren las primarias, a encabezar la candidatura a la Presidencia de la Generalitat, ha mostrado ya su intención de jugar fuerte. 

Las consecuencias de este cambio de estrategia en la cúpula de Podemos, que quería llegar a las generales sin que ningún gobierno autonómico o municipal (donde incluso no ha querido que la marca Podemos entre en disputa, disolviéndola en el aséptico Guanyem) le complicara su discurso, pueden ser demoledoras para los tres partidos de izquierdas presentes ahora en Les Corts: PSPV, Compromís y Esquerra Unida.

Tras el acto de masas, Iglesias y Errejón mantuvieron varias reuniones internas. Se instalaron en Ca Revolta, en plena Ciutat Vella, y allí, en la distancia corta, se pudo comprobar que, pese a la apariencia anárquica, Podemos es una máquina que se mueve de forma casi coreografiada. Maneja los tiempos y el mensaje. Mensajes que, en todo caso, son lo suficientemente neutros como para salir del paso.

Un ejemplo que vale para muchos otros temas: ¿Reabriría Podemos Canal 9? "Creemos en la televisión pública. Una democracia no es plena sin unos medios de comunicación públicos", les dijo Iglesias a los miembros del comité de empresa de RTVV y de otras asociaciones afectadas por el cierre de la televisión. "Nuestro programa se elaborará dialogando con la sociedad civil. Os propongo que creemos un grupo de trabajo para analizar vuestra petición". 

De ahí, un pequeño microbús recogió a la delegación de Podemos que desembarcó en Valencia para volver a Madrid. Iglesias tenía que regresar a tiempo para salir en las televisiones valorando el resultado de las elecciones griegas. "Grecia no es España, a nosotros nadie nos puede amenazar para que no se produzca el cambio", sentenció. 

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo

Pablo Iglesias hace una demostración de fuerza en Valencia
Pablo Iglesias defiende el derecho a tener una televisión pública en valenciano