Los rectores de las cinco universidades públicas valencianas rechazaron firmar el acuerdo impulsado por la Generlaitat para la sociedad civil. Fueron varias las causas

VALENCIA. La primera y mas obvia de las tres causas aducidas por la Universidad, es que no se trataba de un acuerdo establecido con el consenso y las aportaciones de las instituciones, sino un acuerdo elaborado unilateralmente en Presidencia y sometido a la firma de aquellos que quisieran adherirse. Y quien conozca a los dirigentes universitarios, no son éstos muy proclives a adherirse inquebrantablemente a casi nada. No obstante, los rectorados decidieron recibir el documento para estudiarlo y, si contara con su aprobación, tal vez firmalo. ¿Porquois pas?

Llegado el momento de analizarlo, la jerarquía universitaria no le vio demasiado sentido -más bien ninguno- al hecho de que en el documento por la sociedad civil figurase en su portada el logoptipo de la Generalitat Valenciana. "Estamos hablando de sociedad civil.... ¿qué pintaba ahí el emblema? No parece muy coherente con el título del documento, ¿verdad?".

Pero lo que realmente acabó de provocar el rechazo definitivo de los rectores fue otro factor, relacionado directamente con la falta aparente de sensibilidad y reconocimiento al papel de las universidades en la sociedad expresado por los autores en el texto del famoso pero efímero documento.

Un dirigente universitario se lo explicó detalladamente a ValenciaPlaza.com: "Nos dimos cuenta de que en todo el texto solo se citaba en ¡una sola ocasión! la palabra ‘universidad' y lo hacía intercalándola dentro de una relación de infraestructuras de la Comunidad Valenciana entre los centros de la tercera edad y las carreteras... Y por ahí sí que no, la Universidad es algo más que una infraestructura!", afirmaba el indignado jerarca.

No le faltaba razón. Según ha podido comprobar este diario, en el texto del acuerdo figura únicamente la palabra universidad en un párrafo de la segunda página que señala: "Hoy, nuestra posición para afrontar el futuro, pese a la grave situación de muchas personas y familias, es mucho mejor, pues tenemos una potente infraestructura de escuelas, institutos, hospitales, centros de salud, de tercera edad, universidades, carreteras y, por encima de todo, contamos con hombres y mujeres altamente cualificados, que tienen el deseo y la voluntad de querer aportar sus energías para salir de esta situación".

¿Susceptibles en exceso? ¿exagerados? ¿O justos en la exigencia de un trato de excelencia para institución tan fundamental en la vida, la educación y la cultura de los pueblos? Juzguen ustedes mismos.