VALENCIA. El PSPV ha solicitado al nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dos puestos de coordinadores de área en la dirección federal del partido. La petición se ajusta a la representación obtenida por los socialistas valencianos en el congreso extraordinario celebrado a finales de julio: el líder del PSPV, Ximo Puig, y la diputada nacional, Carmen Montón, fueron los elegidos para entrar en la Ejecutiva de la formación, ocupando las secretarías de Reformas Democráticas y de Igualdad respectivamente.
Según informan fuentes socialistas, este tipo de responsabilidades en la dirección vienen acompañadas generalmente de dos puestos: un coordinador y un administrativo, cuyos sueldos corren a cargo de la dirección federal del PSOE. Generalmente, el primero lo elegía, según ocurrió con la anterior Ejecutiva, el responsable de área que hubiera sido designado y en cuanto al otro puesto lo solía cubrir Ferraz.
Con estos antecedentes, los socialistas valencianos, que se encuentran en una crisis económica importante (acumulan en torno a nueve millones de euros de deuda), han propuesto la entrada de dos coordinadores suscritos a las áreas que dirigen Puig y Montón. Una manera de sumar colaboradores a coste cero para el PSPV de cara a la recta final de la legislatura autonómica.
No obstante, la cúpula de Ferraz, liderada ahora por Pedro Sánchez, ha preferido dejar en 'standby' la autorización de entrada de más personal. En este sentido, las fuentes consultadas señalaron a este diario que la decisión sobre si se admiten nuevas incorporaciones en las diferentes áreas se tomará en septiembre, aunque algún veterano dirigente consultado por este diario opina que la respuesta será negativa.
Cabe recordar que en el pasado congreso extraordinario del PSOE, el nuevo líder confeccionó una Ejecutiva mucho más grande que la de su predecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba. Así, la anterior dirección estaba compuesta por 14 áreas mientras que la actual se eleva a 26 cargos. Un ascenso que, si viene acompañado de la tradicional entrega de plazas vinculadas a cada área, implicaría una subida del número de salarios que la dirección tiene difícil asumir en estos momentos.
