El arquitecto responsable del diseño del futuro espacio de ocio de la playa de Valencia echa en falta un proyecto definido para toda la dársena que la integre en la ciudad al estilo de Ámsterdam y Róterdam y pide que el Veles e Vents no acabe convertido en un salón de banquetes
VALENCIA. Desde la ventana de su estudio en la calle Cirilo Amorós de Valencia Juan Ranchal, arquitecto, tiene una vista privilegiada del mercado de Colón, uno de los edificios emblemáticos de una ciudad que no está exenta de referentes. "Pero para mi hay dos edificios o tres, que son clave en la ciudad: la Lonja, el Mercado Central y el edificio Veles e Vents", explica.

Ranchal es el responsable del diseño del futuro Beach Club que se ubicará entre la Marina Real de la zona portuaria de Valencia y la playa de Les Arenes. El concurso público convocado por el Consorcio Valencia 2007 que se falló la semana pasada recayó en la propuesta presentada por Recaba Inversiones, empresa liderada por el empresario Antonio Calero, llevaba aparejada una propuesta arquitectónica firmada por este despacho.
"El objetivo era crear un espacio que fuera permeable y que no fuese una barrera", explica Ranchal en una entrevista con ValenciaPlaza.com en la que repasa los detalles de un proyecto que han desarrollado en su despacho durante dos meses de intenso trabajo y que aspira a ser un punto relevante en el futuro de la ciudad.
"Creo que hemos conseguido un espacio que permitirá desarrollar la actividad económica por la que la empresa se ha presentado al concurso sin levantar barreras", insiste el arquitecto que señala que todo el recinto será de libre acceso para los ciudadanos, funcionando como una terraza con servicios añadidos. "No es ni mucho menos una privatización de la playa, como se ha dicho. Al contrario, fuera de temporada incluso se gana toda la zona exterior y de la terraza para uso libre", señala.
La intención de la promotora es abrir las puertas en la temporada próxima, sobre el mes de mayo. "Queremos tener los permisos para hacer los movimientos de tierras a final del verano y que la obra se desarrolle entre octubre y abril", explica Ranchal, enfrascado ahora en el desarrollo técnico.
Pero más allá del este recinto, que se ha inspirado en parte en los beach club de Ibiza -"si bien no hay ningún espacio que tenga la personalidad con la que hemos dotado a este"- Ranchal tiene otros proyectos vinculados a toda la zona portuaria. "En la actualidad trabajamos sobre seis proyectos de clientes distintos", explica Ranchal.
"El estudio se ha especializado en el sector terciario, por eso no hemos sufrido tanto la crisis de la caída de viviendas", señala Ranchal. Su despacho de arquitectos junto con Nova Ingeniería, Janfri Design y Estudio Organización e Imagen forman Nomad Project, una propuesta conjunta que ha realizado distintos trabajos de diseño de espacios de ocio y restauración.
"El problema con el puerto, donde estamos diseñando propuestas para los distintos espacios que van a salir a concurso, es que no hay una idea definida del conjunto. Además, por la obligación que tiene el Consorcio Valencia 2007 de conseguir ingresos para poder devolver los préstamos hace casi obligado que se piense en el ocio y la restauración como única alternativa para la Marina Real", reflexiona Ranchal.
A esa exigencia se une una trama urbana que sigue desconectando la ciudad del puerto de Valencia. "La ciudad necesita una reflexión sobre la zona. Es necesario que se plantee una idea de conjunto, como ha ocurrido en Ámsterdam y Róterdam con sus zonas portuarias", explica Ranchal.
Para el arquitecto es necesario un estudio en profundidad del urbanismo de la zona y de los accesos al puerto, así como una clarificación de los usos del interior. Y en ese contexto es esencial que el edificio Veles e Vents actúe como motor. "Aún se está a tiempo de definir el papel que tiene que jugar este edificio, que es uno de los más importantes de los que se han levantado en Valencia en los últimos años", asegura Ranchal que advierte del error que puede comerterse si se opta por convertir el edificio en un salón de banquetes.