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El mayor portacontenedores del mundo, el MSC Pamela

Si Rafael Blasco no sabía que hay funcionarios que se escapan a diario ¿en qué anda?

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VALENCIA. Lo denunció ayer el diario Levante-EMV aportando hasta un revelador reportaje fotográfico en el que se ve cómo funcionarios de la Ciudad de la Justicia llegan (alguno en bici), entran a fichar y vuelven a salir inmediatamente abandonando el centro de trabajo. Una práctica minoritaria pero que la inmensa mayoría de la población conoce aunque no deje de sorprenderse cuando se ve así de forma tan descarnada.

Y al conseller Rafael Blasco, siempre rápido de reflejos, le ha faltado tiempo para anunciar que va a ver "qué circunstancias y qué medidas se pueden adoptar para evitar este tipo de actuaciones fraudulentas, que desconocíamos," ha señalado. Blasco debe ser la única persona viva que desconoce tal comportamiento de algunos, aislados y no generalizables indígenas que cobran del dinero de todos pero que ni siquiera son dignos de recibir el apelativo de funcionarios.

A juicio del conseller, quien queda en evidencia "no es el sistema informático" que controla las entradas, sino "la conducta reprobable de estas personas, que deben tener el correctivo necesario, que es lo que vamos a estudiar". Pues no, el conseller Rafael Blasco se vuelve a equivocar y a evadir responsabilidades. Los responsables en primera instancia, quien realmente queda en evidencia, sí, son los sujetos a los que nos referímos, pero en segunda instancia son los propios responsable administrativos y políticos quienes deben asumir sus fallos de control y gestión de la organización funcional de sus departamentos.

Nadie conoce empresa privada alguna en la que ocurra lo mismo, pero a todo nos consta que estos comportamientos constituyen una 'larga tradición' en el sector público. En fin, que si todos los males de la Generalitat están motivados por el Gobierno, y los funcionarios (una parte mínima de ellos, entiéndase) tienen la culpa de hacer de su capa un sayo desde hace lustros sin que nadie les diga nada, ¿qué pinta el gobierno autonómico? Más valdría que asumiera responsabilidades, dejara de aparentar y, de vez en cuando, gobernara.

En fin, que si una Administración, por muy automnómica que sea, no es capaz de controlar la asitencia al puesto de trabajo de sus empleados, ¿cómo va a ser capaz de controlar la deuda desbocada, el déficit oculto, los gastos imparables, el paro desmandado?

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