VALENCIA. Un año da para mucho, si no que se lo pregunten a los cuatrocientos asistentes a la Noche de las Finanzas, encuentro que abre cada edición de Forinvest. A los que asistieron anoche a la cena en la que se pudo escuchar a Manuel Conthe pero en especial a los que también lo hiceron hace poco más de 350 días para oir a José Viñals, protagonistas de esta edición y de la anterior respectivamente.

Por cambiar ha cambiado hasta el presidente de la Generalitat. Se encargó de recordarlo el propio Conthe en el arranque de su charla. "Gracias a esta invitación he podido conocer en persona a Alberto Fabra. Desde que fue... Desde que asumió sus funciones el año pasado ha sido un chorro de aire fresco que ha aportado normalidad a la imagen de la Comunidad Valenciana tanto aquí como en el resto de España", dijo el expresidente de la CNMV y de otros puestos de alta responsabilidad financiera.

Posiblemente Conthe no se percataba plenamente de hasta qué punto esta Noche de las Finanzas era distinta de la del año anterior. El año pasado, el aún presidente Francisco Camps se empachó en su discurso de una satisfacción que hoy causaría vergüenza global. "No hemos sido ni aldeanos ni pacatos a la hora de tomar estas decisiones [dar el visto bueno a la integración de Bancaja en Bankia y, aún entonces, de la CAM en Banco Base]. Hemos querido ser leales a España", dijo entonces el molt honorable, presumiendo de lo que ha desembocado en la pérdida del sector financiero local.

Aquella noche, hace un año, en las traseras del escenario que acogía los discursos aún se podían ver los logotipos de Bancaja y CAM como orgullosas entidades patrocinadoras de Forinvest, en igualdad de condiciones -siquiera estéticas- con Santander y BBVA. Anoche no fue así, ni lo será durante estos días de encuentro financiero en Feria Valencia. Bankia ha sustituido a Bancaja y... nadie ha sustituido a CAM, desaparecida, borrada del mapa económico local, al menos hasta que el Sabadell tome las riendas de forma oficial.

Y en la mesa presidencial, la que compartieron el presidente Fabra con Conthe, directivos del Santander y el BBVA y el conseller de Economía, Máximo Buch, el hombre fuerte de la banca valenciana ya no era ni el aún superviviente José Luis Olivas ni el defenestrado Modesto Crespo. Francisco Pons, flamante vicepresidente de Bankia por accidente, ocupó su puesto.

Un Pons que, en su primera aparición pública tras el nombramiento asumió de forma discreta el rol que le ha sido encomendado. Recibió a invitados en calidad de anfitrión pero lo hizo de forma serena, sin estridencias. ¿Es ese, sin embargo, el papel que de él se espera?

Puede que una forma de actuar de perfil bajo sea el apropiado para desenvolverse en el proceloso mundo de las finanzas y en un ambiente que muchos califican de hostil en la planta noble de la torre de la Castellana de Madrid. Y ese es el que precisamente Pons representa. Pero en Valencia no son pocos los que esperan algo parecido a un puñetazo en la mesa para hacer valer el peso de los valencianos en el primer banco de la nueva banca.

Y la muestra se encontraba anoche solo un par de mesas más allá de la que ocupaba Pons y que reunía a algunos de los representantes del castigado Banco de Valencia, que siguen esperando alguna señal. Tampoco fue ayer el día para que Pons se pronunciase sobre la situación del banco y sobre el papel jugado por Banco Financiero y de Ahorros, entidad de la que también es vicepresidente, en su caída.

Ni él ni, de nuevo, Alberto Fabra, como ya ocurrió la semana pasada en un acto con Rodrigo Rato en el Ateneo Mercantil. El presidente de la Generalitat hizo un discurso enérgico en la forma pero desvalido en el fondo. "Para lograr el crecimiento económico es necesario un sistema financiero solvente", repitió en varias ocasiones. Del conjunto no se pudo discernir si Fabra lamentaba la pérdida de Bancaja, CAM y Banco de Valencia y animaba a su recuperación o, más bien esto segundo, pedía que alguien, desde donde sea, asuma el papel que esas instituciones representaban para el tejido económico local.

Y en ese clima de cierta resignacion y nostalgia que pesaba sobre el ambiente transcurrió una nueva -quizá nunca mejor dicho- Noche de las Finanzas. No fue todo. También hubo mensajes de asunción de la gravedad de la crisis tanto por el director del Instituto Valenciano de Finanzas, Jorge Vela, como del propio Fabra. Alguna frase de Conthe que, leída en óptica local, tenía doble sentido -"para tener la credibildad de los mercados hay que hacerse acreedor de ella", "los que tienen la responsabilidad de rescatar a otros pueden marcar límites a los riesgos que éstos pueden tomar"-, o mensajes para revolverse ante tanta crisis, como el que lanzó Vicente Ruiz, presidente de RNB, la empresa que fabrica los cosméticos Deli-Plus para Mercadona: "Nada va a hacer que dejemos de seguir trabajando para evitar que el Titanic se hunda". Quizá no fue el ejemplo más apropiado...