VALENCIA. La sombra del expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana es alargada. Tras años de destierro político-institucional por la guerra abierta con Francisco Camps, la llegada de Alberto Fabra a la Presidencia de la Generalitat abrió una nueva etapa para el que fuera ministro de Trabajo. Zaplana era de nuevo respetado desde el Palau e incluso el jefe del Consell no tenía reparo en mantener algún encuentro de carácter privado con el expresidente.
Esta proximidad entre Zaplana y Fabra, que incluso se plasmó en encuentros públicos como la conferencia organizada por el exministro para lucimiento del presidente de la Generalitat en el Club Siglo XXI, sacó de quicio a los que habían defendido el 'campismo' durante años en la provincia de Alicante. Las alarmas comenzaron a saltar con el nombramiento en mayo de 2012 de Serafín Castellano como secretario general del PPCV y de Miguel Ortiz como vicesecretario de Política Territorial, ambos destacados zaplanistas en el pasado. Sus movimientos se convirtieron en sospechosos -a menudo con razón- para las cúpulas provinciales de Valencia y Alicante. Éstos últimos, especialmente, veían la sombra de Zaplana en determinadas maniobras orgánicas locales: los afines al exministro buscaban cualquier hueco para volver a hacerse fuertes.

Tras dos años con los nervios a flor de piel, el mal resultado en las elecciones europeas del año pasado obligó a Fabra a reestructurar internamente el partido a instancias de Génova: sustituyó a Serafín Castellano -aunque le compensó con la Delegación del Gobierno- por Isabel Bonig, firmando así una paz temporal con los presidentes provinciales del PPCV. Ahora bien, esto no ha impedido a ciertos sectores del partido ver la mano de Zaplana en cualquier movimiento de Castellano o de alguno de los afines al exministro.
Ahora, la irrupción de Ciudadanos (C's) en el panorama nacional y en la Comunitat Valenciana también ha hecho resurgir el fantasma de Zaplana. El exministro y Albert Rivera han participado conjuntamente en distintos actos -también en el club Siglo XXI- y, distintas fuentes de ambos partidos, no descartan que hayan mantenido además algunos encuentros privados.
En este sentido, la aproximación e incluso integración de distintos dirigentes que en el pasado fueron de la cuerda del exministro en el partido que lidera Albert Rivera ha vuelto a poner en guardia a ciertos sectores de la formación 'popular' en la Comunitat Valenciana. El diario Las Provincias recordaba recientemente algunos ejemplos, como el de Fernando Mut, destacado zaplanista en el pasado que ocupó cargo en C's, o el posible acercamiento en su día de la exconsellera Gema Amor a la formación de Albert Rivera, que anteriormente había declinado integrarse en la misma y formó Liberales de Benidorm.
No son los únicos casos: el exalcalde de Alcoi y exdirigente 'popular' de la cuerda zaplanista Jorge Sedano aspira a presentarse en el municipio bajo las siglas de C's y en Orihuela, el partido de Rivera ha registrado decenas de afiliaciones de exmilitantes del PP próximos a Pepa Ferrando, expresidenta local de la formación 'popular' expulsada recientemente y a la que se le considera en el PP parte de la órbita zaplanista.
¿Y qué dicen de esto en Ciudadanos? ValenciaPlaza.com se ha puesto en contacto con distintas fuentes de este partido que se desmarcan de posibles vínculos con Zaplana y los achacan a los "nervios del PP" por el "crecimiento" de C's. En este sentido, apuntan a que el hecho de que exdirigentes o militantes del PP se acerquen se basa en el propio descontento de afiliados con la formación 'popular' y en las buenas expectativas que ofrece en estos momentos Ciudadanos. De hecho, cabe recordar que diversos dirigentes del este partido en la Comunitat Valenciana provienen del PP, como es el caso del delegado territorial, Emilio Argüeso; el coordinador provincial, Emigdio Tormo, o el presidente de la gestora en Valencia ciudad, Juan Córdoba.