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debate de candidatos autonómicos en rtve

Dalmau (Unides Podem) se reivindica en un debate de pólvora mojada

17/04/2019 - 

VALÈNCIA. El segundo debate de candidatos a la Generalitat celebrado en esta ocasión en RTVE ofreció varias diferencias con el primero albergado por la Cadena Ser el pasado viernes 12 de abril. El formato, con mayor amplitud de tiempo para los aspirantes en los distintos bloques y la posibilidad de distribuirlo a su antojo, ofrecía mayores opciones a los protagonistas para replicarse, interrumpirse y, en defintiva, dotar de mayor agilidad y dinamismo a la contienda electoral.

Sin embargo, ya sea por cansancio o debido a la prudencia de los candidatos, lo cierto es que a lo largo de los 100 minutos de la cita pocos fueron los momentos de emoción que se vivieron en el plató del ente público. En este ambiente de marcaje y vigilancia, pescó el candidato de Unides Podem-EUPV, Rubén Martínez Dalmau, quien por momentos tiró del bloque de la izquierda, castigó incisivamente a la derecha y también repartió algunos reproches a sus socios del Botànic, Ximo Puig (PSPV) y Mónica Oltra (Compromís).

Así, Martínz Dalmau, sin tampoco cuajar una actuación deslumbrante, sí mantuvo un nivel regular durante el debate borrando de esta manera la floja actuación del primer encuentro de candidatos en la Cadena Ser, donde estuvo demasiado rígido y pegado a la lectura de papeles y notas. En esta ocasión, navegó mucho más suelto en la tarea de defender al Botànic frente a los ataques de Isabel Bonig (PP) y Toni Cantó (Ciudadanos) y reivindicar el papel de su formación en esta legislatura. De la misma manera, también se le vio cómodo en la defensa de las posiciones nacionales.

Rubén Martínez Dalmau (Unides Podem)

En el bloque de izquierdas, Oltra y Puig no tuvieron su mejor noche. La candidata de Compromís tuvo destellos de la calidad política y oratoria que atesora, pero en pocas ocasiones logró cerrar intervenciones redondas. Tuvo algún rifirrafe especialmente tenso con Cantó, sobre todo a cuenta de los barracones escolares, y puso especial empeño en recordar que su partido votará a un presidente del Gobierno que se comprometa por escrito a reformar el sistema de financiación y las medidas compensatorias para la Comunitat.

Por su parte, el candidato socialista y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, volvió a cuajar una actuación más bien discreta, por no decir floja, tal y como le ocurrió en el primer debate. En esta ocasión, al líder del PSPV se le vio iniciar la contienda con más ganas, pero no terminó de realizar intervenciones brillantes y, aunque algunas de sus réplicas fueron acertadas, tampoco destacó en su ejecución. Su repetitivo mensaje de los logros del Botànic que se resumen en que la Comunitat está "mejor ahora que hace cuatro años" no es suficiente en un debate de 100 minutos. Se le vio cansado.

En la otra orilla, el bloque de derechas conformado por Bonig y Cantó estuvo incisivo especialmente en la primera parte del debate. La candidata del PP se enganchó con Puig acusándole de haber usado el Pacto de Violencia de Género para "arrinconar al PP" e insistió en presentarse como la aspirante de la "libertad", reivindicando además su "bajada masiva de impuestos". En general, intervenciones sobrias con un perfil mucho más calmado e institucional que últimamente está cultivando Bonig.

Ximo Puig (PSPV) e Isabel Bonig (PPCV)

Por su parte, el aspirante de Ciudadanos combinó ataques más duros con pasajes del debate algo más descafeinados. La sensación es que Cantó funciona mucho mejor en formatos con intervenciones más cortas como el de la Cadena Ser pero que pierde algo de fuelle cuando se requiere una mayor profundidad de discurso o de desarrollo de los mensajes.

Financiación, fiscalidad y Rodríguez

En cuanto al debate en sí, el eje central del discurso de Puig giró en torno a la idea de no dar "un salto al vacío del pasado" ni hacia la "coalición antiprogreso". De hecho, al candidato socialista se levio muy enérgico a la hora de señalar el peligro de "recentralización" con un posible pacto entre PP, Ciudadanos y Vox.

Oltra por su parte insistió en defender la "credibilidad" del Ejecutivo y su gestión en materia de dependencia "incluyendo al doble de personas en el sistema", recalcó la reducción "a la mitad" de los niños en barracones y ha reiterado que Compromís garantizará la reforma del sistema de financiación. "Quien quiera nuestros votos deberá ponerlo por escrito".

Mónica Oltra (Compromís)

Martínez Dalmau remarcó que su formación es "diferente" y se desmarcó constantemente del bipartidismo, criticando su falta de compromiso con la reforma del sistema de financiación además de atacar a Ciudadanos por haber pactado con Rajoy en España y con el PSOE en Andalucía.

Por el contrario, Bonig, indicó que en estos comicios solo hay dos opciones: "seguir con la parálisis de la coalición sanchista de izquierdas", su "imposición" lingüística y su "confrontación", o sumarse al proyecto "de ilusión y de futuro" del PP.

Mientras, Cantó, destacó que el PP "robó" y "manchó" la imagen de la Comunitat Valenciana y el tripartito de izquierdas "prometió mucho y no ha cumplido", por lo que es "esencial" sacarlo del Ejecutivo y espera liderar un pacto como el que Ciudadanos ha alcanzado en Andalucía con el PP.

Toni Cantó (Ciudadanos)
La actualidad se coló en el debate con alusiones a la Operación Alquería especialmente por parte de Cantó, que ha conllevado que el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez (PSPV), imputado en el caso, haya dejado el partido tras conocerse que la UDEF cifra en cerca de dos millones el coste de contratar a siete personas supuestamente de forma irregular en la Diputación de Valencia.

Cantó reprochó al PSPV y a Compromís que hayan "enchufado" a "siete amiguetes" en la Diputación, a lo que Puig replicó que "la diferencia" es que su partido actúa cuando hay un problema, "aunque no tenga nada que ver con la corrupción sistémica", porque una cosa son las responsabilidades políticas y otras las jurídicas.

Los candidatos al inicio del debate. Foto: EFE
Oltra destacó que "lo importante es actuar" y Compromís apartó "desde el minuto uno" a la cogerente de Divalterra de su cargo, y Bonig recordó que ha reconocido y perdido perdón por la corrupción del PP e indicó que no va a hacer un proceso "inquisitorial" y respetará la presunción de inocencia.

Para Dalmau, este caso evidencia por qué es necesario romper con los "núcleos de corrupción" que eran las Diputaciones y cuya desaparición defienden.

Los partidos expusieron sus propuestas económicas, como la bajada de impuestos del PP y Cs, sobre lo que Puig dijo que es una "contrarreforma fiscal" y Oltra que "cuando las derechas hablan de fiscalidad es para echarse la mano a la cartera", y se cruzaron acusaciones por la falta de una financiación autonómica justa.

Además, Puig propuseo que la legislatura que viene se acabe con la prostitución, Oltra planteó una nueva ley de Igualdad, Dalmau una Agencia de igualdad salarial, Bonig una auditoría de espera de las listas de espera sanitarias y Cantó un cheque formación, y todos abogaron por avanzar en el pacto valenciano contra a violencia machista.

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