Dansa València dibuja una futura feria de la danza

VALÈNCIA. En apenas un mes se pondrá en marcha la nueva edición de Dansa València, una edición de transición tras el extraño 2020 -en el que tuvo que rescatar su edición habitual en noviembre- y que llega con nueva dirección. La coreógrafa y gestora cultural María José Mora se puso al frente del festival hace pocas semanas, en sustitución de Mar Jiménez, con la tarea de finiquitar la inminente 34ª edición. "En la etapa anterior a la mía se ha empezado a construir y se ha hecho mucho. A partir de esa base vamos a continuar evolucionando", expresaba Mora en una reciente entrevista con Culturplaza. Con el festival a la vuelta de la esquina, la mirada también está puesta en el futuro, en el que se verá el proyecto de Mora y que viene con una golosa propuesta: la creación de una feria de las artes escénicas. 

Este es uno de los puntos clave del proyecto presentado por Mora y con el que ha sido seleccionada como nueva directora, una idea que, aunque todavía es pronto para marcarla en el calendario, sí es uno de los objetivos claros de cara a los próximos años. "La feria, ese espacio de encuentro, es otra de las acciones que el festival tiene que llevar a cabo. Las compañías tienen mucha dificultad para entrar en los circuitos de exhibición o, simplemente, para conectar con los responsables de esos espacios. Por esto creemos que es importante crear ese espacio de encuentro que permita a las compañías conocer a otros agentes culturales y poder mostrar sus trabajos, estén en el festival o no", relata la directora de Dansa València.

La futura feria busca ser un espacio de conexión entre agentes y, también, de divulgación, presentando proyectos que se están realizando en otras partes del país y de los que se pueda aprender, una experiencia completa que nace con el objetivo de ahondar en el apartado profesional del festival de danza. "Vamos a hacer un trabajo muy grande en traer asistentes de diferentes puntos del país que puedan estar interesados en la producción valenciana. Y si no lo están, poder invitarles a conocerla. La feria se plantea como un espacio de rueda de negocios, de encuentros a la carta, de presentación de ideas, etc. [...] Queremos que Dansa València sea un referente estatal porque se está mostrando danza contemporánea de rabiosa actualidad y, además, en el que se pueda generar ese espacio de encuentro tanto de comercialización y venta como de reflexión".

Entre los ejemplos próximos estaría Trovam!, la feria valenciana de la música, que supone un punto de encuentro para los profesionales del sector así como para el público, pues también cuenta con una programación de conciertos. También, y quizá un ejemplo más próximo al que se busca en Dansa València, es el del mercado de las artes escénicas Mercartes, que se celebra con carácter bienal desde 2004 en Valladolid, un proyecto organizado por la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza y por La Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública.

Este espacio de encuentro, debate y negocio es una de las inspiraciones para levantar un proyecto que, insiste Mora, no existe en el ámbito de la danza, un espacio que ahora se quiere ocupar desde el festival del Institut Valencià de Cultura. "Esta feria lo que tiene que ser es una acción para sostener y fortalecer la creación local. Eso es muy importante. Dansa València tiene que tener como uno de sus objetivos clave ayudar a expandir la creación local, tanto de las compañías que ya tienen un recorrido profesional como del talento joven", relata María José Mora.

Este proyecto, en cualquier caso, es un boceto de un futuro que se empezará a gestar una vez finalice la próxima edición, que se celebrará del 10 al 18 de abril, y que apostará, de nuevo, por llevar la danza a espacios inusuales. “La exhibición de calle va a continuar porque es muy importante decirle a la gente a pie de calle que la cultura sana. Lo que haremos será limitar el aforo, con una infraestructura de sillas, vallas, medición de temperatura, gel hidroalcohólico... se hará con todas las condiciones”, explica Mora. Entre otros espacios, el festival llevará parte de su programación a la plaza del Patriarca, que acogerá piezas como Carretería o Rise, o el Parc Central, con obras como Picnic on the Moon, donde las bailarinas juegan con los conceptos de verdadero y falso a partir de la experiencia de un picnic al sol.