La decisión de trasladar la sede social del BSAB de Alicante a Sabadell -entendemos- ha sido por tres razones:
- La opa del BBVA al BSAB
- Coadyuvar para neutralizar el independentismo catalán.
- Los efectos de la Dana.
Las dos primeras están concatenadas políticamente y la tercera es colateral, haciendo referencia al negocio financiero.
Para entender la concatenación de las dos primeras razones hay que recordar cómo Josep Oliu ha estado ligado de manera tangible al PSOE desde la década de 1980, con las mayorías absolutas de Felipe González. Un joven Oliu trabajó en el Instituto Nacional de Industria, donde ocupaba el cargo de director de Estudios y Estrategia y donde fue director de Planificación entre 1984 y 1986 contribuyendo al desmantelamiento del INI. Y también de la mano del ministro de Industria, el socialista Carlos Solchaga, contribuyó el 4 de febrero de 1983 al cierre en Sagunto, de la IV Planta de AHM (Altos Hornos del Mediterráneo).
Esta conexión con el PSOE y ya incorporado Oliu al BSAB, hizo que una vez realizado, el 5 de mayo del 2010 en la Moncloa, el reparto entre Zapatero y Rajoy de las Cajas de Ahorro que iban a desaparecer a causa de los nuevos criterios contables diseñados por Botín, Fernández y Fainé para hacerlas inviables y coadyuvar, con su desaparición, al oligopolio del sector financiero, la CAM, en ese reparto y para sorpresa de Francisco Camps, cayó en manos del PSOE y, fracasado en primera instancia el Banco Base con Caja Astur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, finalmente el 7 de diciembre del 2011 el FGDEC como accionista único del Banco CAM SAU y el FROB como administrador, firman con el BSAB un contrato-promesa de compraventa que se concreta con la venta de la CAM por un euro, el 30 de marzo del 2012.
Banco Sabadell y PSOE han ido coordinados desde entonces y no excluimos, en esa coordinación, la querencia de su presidente por Ciudadanos. Y en la operación de Estado contra el independentismo catalán el BSAB fue el primero en dejar Cataluña. La Comunitat Valenciana fue buena para contribuir a esa operación de Estado y el BSAB aterrizó en Alicante en el 2017. Pero pasados siete años, dos factores han modificado el statu quo: la aparición de la OPA del BBVA y la necesidad de afianzar el triunfo del Estado-PSOE en Cataluña contra el independentismo catalán. El BSAB necesita el apoyo incondicional del PSOE en contra de la OPA y el PSOE necesita la vuelta del BSAB a Cataluña para hacer de punta de lanza de nuevo y ser ofrecido como trofeo a Salvador Illa, el pacificador, y como prueba definitiva del final del ’proceso’. Llegados a este punto la Comunitat ya no es necesaria. Una vez más los valencianos somos utilizados como moneda de cambio y destinados a ir com cagalló per les sèquies dels altres. Cerca de 250 millones de euros al año va a dejar de percibir la Comunitat en concepto de impuesto sobre sociedades y el IVA y que pasarán a recibir Cataluña. Pero todo sea para continuar ofreciendo nuevas glorias al Estado y para contribuir a que los catalanes estén más en comunión con España. Todos los medios españoles y catalanes celebran la vuelta del BSAB a Cataluña. Mientras, los valencianos restamos con un rictus -digamos- indefinido.
Pasamos a la posible tercera razón: los efectos de la Dana. En el comunicado del NEM Sabadell en el primer punto se decía: “No entendemos que motivos de negocio hacen que se cambie el domicilio social”. Porque es del todo evidente que los motivos han estado políticos, pero realmente en la decisión del BSAB ¿no han intervenido también “motivos de negocio”? La pregunta es pertinente porque la Dana ha afectado en un territorio donde la economía productiva y exportadora formaba parte importante de los índices de las tasas de cobertura –el cociente entre exportaciones e importaciones en porcentaje- y en la Comunitat Valenciana hemos pasado de un 160, a un 140 y ahora a 103, es decir de cada 100 que importamos ahora exportamos 103. Resta claro que los “motivos de negocio” han variado y el BSAB puede haber valorado que no tiene demasiada confianza en que el Estado se vaya a volcar en la reconstrucción empresarial y vuelta a los índices de las tasas de cobertura anteriores a la Dana. Entendemos que no sería descartable también esta razón.
Víctor Baeta Subias es presidente del NEM Sabadell