El ministro De Guindos, con los dirigentes del PP valencianoEl ministro de Economía y Competitividad considera que la prima de riesgo podría caer "perfectamente" hasta los 60 puntos
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha afirmado hoy que, si el PP gana las próximas elecciones generales, "a finales de 2016", España podría recuperar el nivel de renta previo a la crisis económica y la prima de riesgo podría caer "perfectamente" hasta los 60 puntos.
Así lo ha dicho durante su intervención en un acto de partido celebrado en Alicante, en el que también ha participado el vicesecretario general de comunicación del PP, Pablo Casado; la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y el dirigente de los populares alicantinos, José Císcar.
"Si de las elecciones del 20 de diciembre surge la estabilidad, y la estabilidad es el PP, como una continuación de la implementación de la política económica y una seguridad en la no reversión de las reformas que se han implementado, creo que el año próximo puede ser mucho mejor que éste", ha destacado.
A esto, ha agregado que las inversiones internacionales en España "pueden fluir a una velocidad insospechada" y que se podría así consolidar "una recuperación que nos tiene que llevar a salir de una crisis dolorosísima".
En cuanto a las elecciones, ha resaltado que cuando los votantes piensen "cómo estábamos hace cuatro años y cómo estamos ahora" su conclusión será: "hace cuatro años estábamos a punto de despeñarnos, al borde del precipicio, y hoy tenemos un futuro mucho mejor".
Ha recordado el objetivo que se ha marcado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de crear "medio millón de puestos de trabajo cada año durante los próximos cuatro años", algo que, según ha recordado, permitirá garantizar el sistema de pensiones, además de salir de la crisis.
Durante su balance de esta legislatura, el ministro ha recordado que cuando los populares llegaron al gobierno "España únicamente tenía una posibilidad", que era pedir un rescate, motivo por el que, según él, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero convocó elecciones anticipadas.
En este sentido, ha destacado "la decisión explícita de Rajoy" para "evitar a toda costa" el citado rescate, algo que, en sus palabras, "se hizo" y será "algo que la historia le va a reconocer" al presidente del Gobierno. Así, ha opinado que de haberse producido ese rescate, España no sólo habría perdido capacidad de decisión, sino que hubiera sufrido "tensiones territoriales y pérdida de autoestima y de orgullo".
Para no llegar a ese extremo, "se hicieron cosas, aunque se puede decir que a lo mejor no las explicamos bien, pero en ese momento no estábamos para eso", ha dicho."Era mucho más importante tomar decisiones para evitar la banca rota; estuvimos a milímetros de la intervención, pero con la determinación de Rajoy lo evitamos", ha insistido.
Con todo, para el ministro ahora "la economía española se ve mucho más saneada y tiene unas cuentas sostenibles a medio y largo plazo", así como "un sistema bancario que se percibe como solvente y está dando crédito".
Preguntado por los asistentes sobre por qué el Gobierno no defendió más a los clientes de las entidades financieras y sí apoyó con fondos públicos a las mal gestionadas, de Guindos ha respondido que en esta cuestión "existe una serie de falacias".
"Nosotros no hemos rescatado a ningún banquero; a diferencia de lo que hizo el gobierno anterior, nosotros nunca indultamos a ningún banquero, al revés, hemos sido el gobierno que redujo su sueldo, limitó sus remuneraciones, especialmente de las cajas intervenidas, y prohibimos el pago de indemnizaciones por despido, que era un escándalo que se estaba produciendo", ha asegurado.
De hecho, ha afirmado que lo que se hizo fue "rescatar a los depositarios", porque si hubieran "dejado caer cualquier caja de ahorros, el agujero lo hubieran tenido que pagar" ellos, algo que habría sido "injusto e ineficiente" por la desconfianza que habría generado en el sistema financiero español.
De Guindos también ha presumido de solucionar el problema de las preferentes a más de 350.000 personas y de la aprobación del Código de Buenas Prácticas para abordar los desahucios, un tema en el que, según ha dicho, "había mucha demagogia"
