VALÈNCIA. De la inyección de termoplásticos a fabricar 4.000 máscaras protectoras al día. Ese es el nuevo plan de la empresa valenciana Plásticos Villamarchante que, con más de 20 años de trayectoria en el sector, quiere aprovechar su tecnología y conocimiento en la materia para aportar su granito de arena en la lucha contra la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Fundada en 1998 y con sede en la localidad valenciana que le da nombre, Vilamarxant, fue la dramática situación que vive el país y la virulencia de la pandemia lo que llevó a esta compañía a hacer uso de sus medios para producir un material de protección que ahora mismo escasea. "Teníamos que hacer algo. Contamos con una empresa con capacidades y decidimos diseñar un molde con características técnicas para estas máscaras protectoras", explica a este diario su directora general, María José Cebruna. Y se pusieron manos a la obra.
En tan solo una semana desarrollaron un prototipo con características técnicas para poder comercializar este producto siguiendo los requisitos estipulados por la Conselleria de Sanidad. Comenzaron así la fabricación de una pantalla protectora facial de uso farmatológico, una tarea de ingeniería que en un momento de normalidad hubiera llevado más de un mes. Pero ahora el tiempo apremia. La inversión realizada por la compañía para conseguir este producto ha rozado los 20.000 euros.
No ha sido tarea fácil. Dada la actual situación de estado de alarma, la empresa se encuentra en un ERTE, lo que ha reducido la plantilla con la que cuentan actualmente, que ha pasado de 29 empleados a siete. También la jornada laboral se ha comprimido, eliminando el turno de noche. Pero seguían trabajando en pedidos que tenían pendientes para sus clientes. Ahora, de las 16 máquinas de inyección propiedad de la compañía, una está dedicada a la producción en serie de estas máscaras protectoras que quieren empezar a comercializar no solo para sanitarios, sino también para la ciudadanía.
Por el momento, ya han hecho donaciones de forma gratuita al ayuntamiento del municipio donde se encuentran sus instalaciones y a residencias de ancianos, mientras que ahora su intención es comenzar su comercialización a pequeños comercios como farmacias y ópticas, con el objetivo de que la ciudadanía tenga acceso a este tipo de equipos. "Se trata de un producto valenciano, con garantías, que hemos producido para ayudar y aportar nuestro granito de arena", destaca su directora general.