En sus cinco años en el cargo ha tenido que asumir importantes casos de corrupción, como el primer juicio a Rafael Blasco
VALENCIA (EP). La magistrada Pilar de la Oliva optará a la reelección como presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) tras cinco años en el cargo. Esta valenciana llegó al tribunal en octubre de 2010, en sustitución de Juan Luis de la Rúa, en un momento en el que estaban pendientes asuntos de gran interés político y mediático como el conocido caso de los trajes que sentó en el banquillo de los acusados al entonces presidente de la Generalitat Francisco Camps.
De la Oliva tiene claro que volverá a optar al cargo de la presidencia después de que esta semana la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordara anunciar la convocatoria de esta plaza en el TSJCV, además de la de otros cuatro tribunales superiores y la presidencia de lo Militar del Tribunal Supremo (TS).
De la Oliva, valenciana de 59 años, ingresó en la carrera judicial en 1982 tras licenciarse en Derecho. Sus primeros destinos como juez de primera instancia e instrucción fueron los juzgados de Calamocha (Teruel) y Llíria (Valencia). Tras ascender a la categoría de magistrada ejerció en juzgados de Mataró (Barcelona) y Castellón. En 1996 llegó al juzgado de Instrucción número 10 de Valencia, donde permaneció 23 años como juez titular.
Tras estos años en instrucción, su carrera dio un vuelco cuando en octubre de 2010, el CGPJ le designó nueva presidenta del TSJCV en sustitución del magistrado Juan Luis de la Rúa. Su nombramiento en aquel entonces tuvo que superar algunos obstáculos hasta alcanzar el consenso exigido por ley.
Así, el nombramiento del sustituto de De la Rúa tuvo que llevarse al pleno del CGPJ hasta en cuatro ocasiones. La magistrada obtuvo el puesto con 14 apoyos en segunda votación frente a los cinco votos que obtuvo en esta ronda el también conservador Pedro Castellano, magistrado de la Audiencia de Valencia.
De la Oliva, cuyo mandato expira el 10 de diciembre, llegó al tribunal valenciano en un momento complicado, en el que se tenía que decidir sobre el enjuiciamiento de Camps y del ex secretario general del PPCV Ricardo Costa por la causa de los trajes. Finalmente ambos fueron a juicio, ante un jurado, y resultaron absueltos.
Así mismo, durante sus cinco años al frente del TSJCV, la magistrada ha tenido que asumir otros asuntos de presunta corrupción: el conocido caso Cooperación, cuya primera pieza ya se juzgó y condenó, entre otros, al exconseller de Solidaridad y exdiputado popular en las Corts Rafael Blasco; y el caso Gürtel, cuya pieza 3, relativa a contrataciones de Fitur, se está actualmente juzgando en el tribunal, presidido por De la Oliva.
La magistrada, en sus intervenciones públicas, siempre se ha mostrado defensora de la imparcialidad judicial y ha puesto de manifiesto la escasez de medios y de personal en los órganos judiciales de la Comunitat Valenciana. Como ejemplo, en su última intervención, el pasado mes de septiembre, durante la apertura del Año Judicial, pidió a la nueva Administración, presidida por el socialista Ximo Puig, que tomara "decisiones" en el ámbito de justicia porque la situación es "difícil y compleja", al tiempo que advirtió de que el voluntarismo, "sólo", no servía, y de que el esfuerzo en una única dirección era "claramente insuficiente".