VALÈNCIA. Los precios del alquiler en València siguen creciendo. Y lo hacen con fuerza en la mayoría de barrios de la ciudad. De hecho, el 'Cap i Casal' es ya una de las ciudades más caras para arrendar una vivienda en España y la previsión de los expertos es que estas subidas van a continuar en los próximos meses. Una situación que ya ha expulsado a muchos ciudadanos del mercado, obligándolos a compartir piso e, incluso, habitaciones. De hecho, en muchos portales inmobiliarios se ven situaciones tan dramáticas e infames como el alquiler de terrazas o sofás.
Así, en el segundo trimestre de este año, el valor medio en la ciudad se ha situado en una media que supera los 1.600 euros de renta mensual, lo que equivale a 15 euros el metro cuadrado, según el último informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV. Algo impensable hace solo cinco años, cuando los precios medios estaban en los 900 euros al mes.
Concretamente, y de acuerdo con el documento, el aumento de oferta en algunas zonas ha permitido que los precios hayan bajado entre un 1% y un 13%, en 8 de los 19 distritos. No obstante, mayoritariamente han subido entre un 6% y un 55%. De hecho, ningún barrio baja de los 1.100 euros. Como ya es habitual, los pisos de alquiler más caros siguen estando en l'Eixample, situándose de media en los 1.974 euros, aunque han bajado respecto a hace tres meses cuando su precio medio rondaba los 2.118 euros.
Le siguen, como barrios con mayores rentas, Ciutat Vella con una media mensual de 1.913 euros y Pla del Real, con 1.864 euros al mes. No obstante, en estas dos zonas han bajado los alquileres un 2% y un 5,47%, respectivamente, según los datos del informe. En cambio, se mantienen los 1.599 euros al mes en Campanar, mientras que también sube en Extramurs, de los 1.532 euros al mes en el primer de este 2024 a los 1.583 euros que se registraron en el segundo trimestre.
También, han aumentado los valores en Camins al Grau, aunque en menor media, de los 1.624 euros en los primeros meses de este 2024 a los 1.639 del segundo trimestre; Poblats Marítims ha pasado de los 1.305 a los 1.386 euros de media al mes; y en Quatre Carreres se han elevado de forma más abrupta, de los 1.463 a los 1.565 euros de alquiler mensual, de acuerdo con los datos de la Cátedra.
De igual forma, se elevan los precios en l'Olivereta, de los 1.183 a los 1.231 euros; en Benimaclet, de los 1.117 a los 1.366 euros; mientras que Rascanya pasa de los 1.189 euros al mes en el primer trimestre a los 1.248 euros de media con los que cerró el periodo abril-junio; y en Pobles del Nord, de 1.400 a 1.500 euros. En cambio, baja en Algirósm que registra valores de 1.479 euros; Jesús, 1.166 euros de renta mensual; Benicalap registra 1.131 euros; Pobles de l'Oest, 1.177 euros; y Pobles del Sud se queda en los 1.072 euros del segundo trimestre de 2024.
Para los expertos, el problema radica en una oferta que cada vez es menor, lo que tensiona el mercado. En este sentido, desde la Cátedra señalan que llevan desde 2018, "alertando de la deriva que el desequilibrio de la oferta y la demanda estaba tomando, y que no anticipaba nada bueno: lo que hoy es un clamor, durante estos años se ha negado de manera sistemática".
"Ahora, tras la cruda evidencia, pero sobre todo por las movilizaciones e impacto social que están por venir, es cuando se considera que algo hay que hacer", señala el director de la Cátedra, Fernando Cos-Gayón. A su juicio, se puede "seguir mirando hacia otro lado, insistiendo en las viviendas vacías como argumento para no construir más, aunque se sepa que no están en condiciones de ser habitadas de inmediato, o buscando el culpable en la vivienda turística como la posible causante del alza de los precios del alquiler, aún cuando no se sostenga tal argumento pues se mezclan datos de corta estancias (días) con media estancia (hasta 11 meses)".
Por ello, como solución, los expertos inciden en la construcción de viviendas protegidas de obra nueva tanto para la compra como el alquiler. Para ello, subrayan que las iniciativas público-privadas serán esenciales para posibilitar suelo inmediato, pero también "habrá que plantear una estrategia que ordene nuevos ámbitos para generar suelo urbano, con agilidad en las tramitaciones urbanísticas y administrativas". "La amenaza real es que los precios van a seguir subiendo ante la casi inexistencia de oferta de obra nueva, que arrastra y tensiona a la segunda mano y, a su vez, al alquiler, única opción para quienes no han tenido capacidad de ahorro", advierten desde la Cátedra.