De patriotas, banderas y Estados fallidos…

Pues miren, no. Hoy no voy a hablar del Brexit, ni de Gibraltar, aunque me afecte especialmente de forma personal. Tampoco voy a hablar del color del vestido que debía llevar la Primera Ministra británica Theresa May, que el otro día lucía uno azul Unión Europea, de moda, por cierto justo cuando se despedía de ella. Que se lo digan dentro de una semana en su Parlamento, en tanto no le hagan un Brexit a ella y la obliguen a convocar elecciones de forma anticipada. Que de lo que quiero hablar es de lo que de verdad nos interesa a todos, aquí y ahora. De la responsabilidad de un Estado frente a sus ciudadanos, de la responsabilidad de unas instituciones públicas al servicio del ciudadano, para actuar en su defensa.

¿Qué les parecería a ustedes si van a una comisaría a denunciar que en ese momento hay un ladrón en su casa y la policía le dice que, sintiéndolo mucho, no va a acudir en su auxilio ni van a intentar siquiera recuperar lo robado y que lo dan por perdido? Que el Estado no funciona, ¿verdad? Que para qué pagamos impuestos, que quién nos va a defender de los ladrones, de los poderes fácticos, de la inseguridad jurídica, de todos estos fallos del sistema que llevan a convertir un Estado en fallido cuando no responde a las necesidades y a la defensa de sus ciudadanos. 

Pues esto es lo que está pasando y aún no he visto a las turbas de ciudadanos indignos, a los ciudadanos manifestándose violenta y tumultuariamente como han hecho los francés este fin de semana porque les subieron unos céntimos la gasolina. Recordemos, en 1789 nuestros vecinos ya protestaron porque les subieron el pan y rodaron cabezas en La Bastilla. Está pasando y nadie protesta, como que lo damos por bueno… Como lo dice el Banco de España… Bueno, y ya lo dijo el Gobierno de Rajoy hace un año y como si nada.

No, no veo acampadas al sol porque el Banco de España anuncie que no piensa mover un dedo por recuperar los más de 44.000 millones de euros que la Banca aún no ha devuelto de su rescate, que los da por ¡perdidos! ¿Cómo que perdidos? El dinero no se pierde. ¡Cherchez la femme!, dirían para seguir su rastro. 

Venía en toda la prensa: “El Banco de España da por perdidos 42.017 millones (de momento) del rescate a los bancos”. ¿Cómo que “de momento”? Este dinero forma parte de los 54.353 millones de dinero público destinado a rescatar 14 entidades financieras españolas desde 2009, con fondos de la Unión Europea en el peor momento de la crisis financiera. En ese momento, España no tenía prácticamente deuda pública, la adquirió al avalar con los presupuestos Generales del Estado, es decir, con el dinero del ciudadano, el rescate europeo a la banca española. 

Es decir, el Estado sería el garante de devolver el dinero a Bruselas y luego se lo cobraría a los bancos, que es lo que no ha pasado porque el gobierno del PP renunció hace un año a ello. ¿Recuerdan? Éste es el rescate que no nos iba a costar “ni un euro” a los españoles. En 2012, el ministro de Economía popular, Luis de Guindos, hoy vicepresidente del Banco Central Europeo -mentir no tiene consecuencias-, afirmaba que "el crédito de hasta 100.000 millones de euros concedido por la Unión Europea para recapitalizar la banca española no tendrá coste alguno para los ciudadanos”. 

Al mismo tiempo que nos mentía en el Congreso de los Diputados, el Gobierno de Mariano Rajoy firmaba el Memorándum de Entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) por el que “el Estado y no los bancos tendrá toda la responsabilidad”, según consta en el MoU del Consejo del 9 de junio de 2012. Patriotas.

En septiembre de 2017, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy daba por buenos los 40.000 millones perdidos con la banca: "Gracias a esas decisiones no necesitamos el rescate”. ¿Perdón? Creí que el rescate lo necesitaban los bancos y no el Estado. Por eso se le dio a la banca, calentito…

Por cierto, aquí es donde se debería hacer gala de bandera y de españolidad. Pues no. ¿Dónde están los patriotas? Ah, perdón que están siendo juzgados precisamente hoy por robo a mano armada. Ay no, por lo de las preferentes. Ay no, por lo de las tarjetas black. Ay no, por lo de la salida a Bolsa falseando las cuentas de Bancaixa y Bankia. Esto sí.  Más de una treintena de directivos se sientan en el banquillo de la Audiencia Nacional por estafa a inversores y falsedad en cuentas. Nombres que nos interesen: el expresidente del banco y ex ministro popular, Rodrigo Rato, y su ex vicepresidente y ex presidente de la Generalitat Valenciana por el PP, José Luis Olivas.

Van cayendo. Dos peritos del Banco de España cuestionan la veracidad de las cuentas de Bankia en 2010 y 2011 para su salida a Bolsa, y su reformulación en mayo de 2012. También denuncian la labor del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado y de Valores (CNMV) durante la crisis, además de la auditoria de Deloitte, responsable de verificar las cuentas.

A ver, el Banco de España es el supervisor del sistema bancario, una institución del Estado que vela por el buen estado de sus cuentas. “El Banco de España, en el marco del MUS, es el supervisor del sistema financiero español”, dice en su página web en una especie de anuncio de bienvenida. Por cierto, el MUS no es un juego de cartas -no sólo-, sino el nuevo Mecanismo Único de Supervisión establecido por la Unión Europea con posterioridad a la crisis para controlar el sistema financiero. Mucho antes, en diciembre de 2007, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) me “quasi” acusaba, en un seminario para periodistas en Francfort, porque el Banco de España no trasladaba los reparos e instrucciones del BCE a las entidades españolas. Con lo cual, la responsabilidad también fue del Banco de España, que no hizo su trabajo, que no detuvo al ladrón… Y, ahora, que se envuelvan en la bandera.