VALÈNCIA. Una de las sorpresas de las candidaturas del PPCV fue la incorporación del hasta hace unos días presidente de la Audiencia Provincial de Valencia, Fernando de Rosa (València, 1959), como número uno al Senado por esta circunscripción. El magistrado, fue secretario autonómico entre 2003 y 2007 y, posteriormente, ascendió a conseller de Justicia. Un puesto en el que no permaneció mucho tiempo al recibir la llamada para incorporarse al Consejo General del Poder Judicial, institución de la que fue vicepresidente durante seis años y que llegó a presidir fugazmente en julio de 2012.
De Rosa, conocido además por haber recibido por primera vez en la sede del PP a un jovencísimo Francisco Camps, es una figura notoria especialmente en Ciutat Vella e incluso había sonado en los últimos meses como posible candidato a la Alcaldía de València. Ahora, aspira a reivindicar su "autonomismo"desde el Senado y quién sabe si en un futuro gobierno si Pablo Casado consigue entrar en La Moncloa.
-¿Cómo ha sido el proceso para volver a la política?
-Fue a través de una llamada del secretario general del PP, Teodoro García Egea, que me ofreció encabezar la lista del Senado. Me pilló por sorpresa y de viaje, así que lo comenté con mi mujer y le di el okey.
-También sonó la posibilidad de que usted pudiera ser candidato a la Alcaldía de València. ¿Le hubiera gustado esa opción? ¿Se lo ofrecieron?
-Directamente no se me ofreció. Sí hubo gente que me preguntó sobre esta posibilidad y yo dije que lo estudiaría si me lo ofrecían. Pero formalmente no se me propuso y pienso además que María José Català es una gran candidata.
-España vive una etapa convulsa. Primero atravesamos una fuerte crisis económica y ahora una no menos importante crisis territorial. Desde su punto de vista, ¿cuáles son los problemas básicos del país ahora mismo?
-Creo que falta mucho diálogo. Deberíamos volver a los consensos del año 78. Soy un enamorado de la Constitución, que además coincide en que fue la primera vez voté. Recuerdo ir con mis padres y mi hermana con mucha ilusión a votar en esa etapa de moderación y diálogo. Así que lo que creo que falta entre los partidos constitucionalistas es hablar. Eso solucionaría mucho populismo y sectarismo.
-Ambas situaciones, la crisis económica y la crisis territorial, han contribuido al surgimiento de nuevas fuerzas políticas con opción de representación. ¿España volverá algún día al bipartidismo?
-Pienso que la estabilidad en un país es el bipartidismo y un Gobierno desde el centro. De todas formas, los ciudadanos son libres de votar y elegir entre las opciones, pero pienso que permite avanzar democráticamente una alternancia tranquila entre dos modelos siempre dentro de la Constitución.
-¿Cree que en algún momento estas circunstancias pueden acercar a PP y PSOE al estilo grosse koalition alemana o cree que está totalmente enterrado?
-Eso existió en la etapa de la Constitución pese a la disparidad ideológica entre PP y PSOE y después lo que se ha venido produciendo es esa alternancia que ha permitido, como digo, un gran avance.
-¿Usted estaría más cómodo en un pacto con Vox o en un pacto con el PSOE si es que fuera posible?
-En el horizonte que tenemos ahora se ven dos modelos: el encabezado por el PP y el encabezado por el PSOE. Los socialistas, del ‘no es no’ de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy pasaron al ‘sí es sí’ hacia otras fuerzas como Podemos, marxistas y anticapitalistas, o hacia los independentistas. Así que ese PSOE moderado hace años que no existe y ha optado por otro modelo y no por el del consenso con otros partidos constitucionalistas como el PP.
-Pero si se trasladara el pacto de Andalucía a España el PP tendría que llegar a un acuerdo con Vox, que plantea medidas no constitucionalistas como suprimir las autonomías por ejemplo.
-Cualquier pacto con Vox debería estar dentro de la Constitución desde el primer hasta el último artículo. Hay muchos derechos individuales y avances sociales, sobre la mujer, sobre la igualdad, sobre la identidad sexual… que no se pueden abandonar ni poner en peligro porque además están en la Constitución.
-También se puede cambiar la Constitución. ¿Cree que debe reformarse en algunos aspectos?
-La Constitución estableció unos grandes pilares que no deben ser dañados como la Monarquía, la unidad de España, el Estado de las Autonomías, la protección de derechos… Sí podría hablarse de una modificación de la Constitución en el sentido de añadir nuevos derechos porque han pasado 40 años y han surgido nuevas situaciones, pero no en los pilares básicos que he mencionado.
-La reforma de la financiación no se llevó a cabo con Mariano Rajoy ni ahora tampoco con Pedro Sánchez. ¿No se hace difícil defender la posición del PP en esta materia?
-Hay que entender la situación en la que Rajoy accedió al gobierno, con una crisis económica profundísima. Existe un derecho de la Comunitat Valenciana a una mejor financiación y debería estar en los programas de todos los partidos. Creo en la igualdad de los ciudadanos y en la igualdad de los territorios y por eso rechazo que haya esas diferenciaciones.
-Puede estar en los programas pero no está en los debates. Cuando se pregunta a los líderes nacionales no parecen preocupados por ello y no suelen siquiera mencionarlo salvo cuando pasan por aquí. ¿Qué pueden hacer ustedes?
-Hay que incidir sobre todo desde el Senado. A mí me hace especial ilusión ir a la cámara territorial, tal y como así lo refleja la Constitución, y creo que es donde deben hacerse estos debates y abordar la financiación justa de la Comunitat. Intentaré por todos los medios que esté en la agenda del Partido Popular.
-El PP ha bloqueado la comparecencia de Puig en el Senado para explicar precisamente la situación valenciana. ¿No cree que era apropiado?
-Sí, para el presidente valenciano y para cualquier otro presidente que se sienta afectado en algún aspecto a su Comunitat o su estatuto. Para eso debe servir el Senado y espero que el próximo periodo no sea tan convulso y se puedan recuperar consensos y uno de ellos sea la financiación.
-Se insiste mucho desde el PP en la catalanización de la Comunitat en esta precampaña. ¿Usted cree en el riesgo real de contaminación aquí del movimiento independentista catalán?
-Desde el Gobierno valenciano y desde el Ayuntamiento de València se han dado subvenciones a entidades pancatalanistas que quieren crear una entelequia de los paises catalanes. Eso es una realidad, como lo es que los juzgados de Vinaròs fueron atacados recientemente por los CDR con pintadas e insultos. Existe ese riesgo y la sociedad valenciana debe estar muy atenta para que no fructifiquen esos intentos de pancatalanización.
-Pero ustedes hablan del adoctrinamiento y parece complicado de entender que pueda existir un ejército de profesores, cuando hay libertad de cátedra en España, dedicados a adoctrinar en este sentido.
-Respeto mucho a los docentes y creo que son grandes profesionales. El problema no es que haya un adoctrinamiento de ellos sino desde la Conselleria de Educación cuyas políticas, cabe recordar, han sido tamizadas por el Tribunal Superior de Justicia de la CV y por el Tribunal Supremo, que han emitido sentencias contrarias a su política educativa tanto en el aspecto de la concertada como respecto al plurilingüismo, lo que evidencia que ha habido una intención clara de Vicent Marzà de adoctrinar que los tribunales han detenido.
-¿Usted cree que el catalán y el valenciano son la misma lengua?
-Desde mi punto de vista son idiomas absolutamente diferentes que responden a culturas diferentes. No tiene nada que ver la cultura valenciana con la catalana. Sin ir más lejos, nuestro Siglo de Oro fue en el siglo XV mientras que Cataluña lo tuvo en el XIX y principios del XX. Son culturas diferenciadas, la evolución ha sido diferenciada y los idiomas son absolutamente diferenciados.
-Entonces, ¿la AVL impulsada por el PP y que vino a decir eso en el dictamen de 2005 fue un error?
-En la AVL hay lingüistas y expertos, pero también hay otros que dicen que no están de acuerdo con ese dictamen. Lo respeto pero yo pienso que no es así y lo que digo es que hay que defender lo nuestro y no importar modelos lingüísticos ni culturales ajenos a nuestra cultura.
-¿Cree que es el mayor problema que hay en la Comunitat Valenciana? Porque la sensación es que los candidatos del PP están centrando mucho el debate en eso.
-El problema fundamental de la Comunitat a mi modo de ver es la financiación. El objetivo es obtener una mayor financiación para que nuestros servicios mejoren. Evidentemente, también es muy importante el problema del paro: no podemos estar tranquilos hasta que sobre todo los jóvenes, las mujeres y los parados de mayor edad tengan una oportunidad. Y esto es lo que hay que combatir, sin olvidar también nuestra identidad como comunidad autónoma. Y es que en este caso pienso que este Consell ha generado problemas porque aquí hacía años que no se hablaba del catalanismo y del problema educativo.
-Usted ha sido miembro del Gobierno valenciano, posteriormente pasó por el CGPJ, la Audiencia Provincial y ahora vuelve a las listas del PP. Este tipo de movimientos son los que los partidos emergentes critican por considerar que se pasa del estamento judicial al político de forma inmediata y que eso pone en tela de juicio la separación de poderes. Esto también pasa con el PSOE, no es único en el PP. ¿Cree que eso está bien? ¿No cabría tomar medidas para que evitar que se pusiera en tela de juicio la independencia de los poderes?
-Pienso que la independencia del poder judicial en España está garantizada y lo estamos viendo ahora por ejemplo en los juicios del procés o en la Comunitat con los temas de corrupción. Yo aprobé la oposición en el año 84 y pienso que he actuado de forma neutral e independiente, otra cosa es que yo tenga mi ideología. Veo a jueces, alguno valenciano, en ejercicio opinando políticamente en platós como el de La Sexta y eso lo veo más grave. Creo que si quieres tomar ese papel debes apartarte de la carrera: no veo bien que estés ejerciendo como juez y al mismo tiempo estés ejerciendo crítica política. Para mí, eso hace daño a la independencia de la que habláis. A mí me ha costado dejar la Audiencia Provincial, pero he renunciado inmediatamente porque me hace ilusión este proyecto político. Ahora bien, como juez o presidente de la Audiencia no he opinado en estos años. Si quieres opinar de política o realizar críticas dejas la toga y la ejerces.
-Usted fue secretario autonómico de Justicia y luego conseller. Son años del PP en el Gobierno valenciano por el que muchos de sus compañeros han sido o están siendo juzgados y algunos están condenados. ¿Nunca vio nada que le pareciera sospechoso o al menos alguna manera de actuar que tiempo después cuando estallaron los distintos casos le hiciera pensar?
-No. Si hubiera tenido la más mínima duda no habría permanecido allí ni un minuto. Tenía un inmenso respeto por el presidente Camps. Luego ha habido circunstancias que han variado pero yo di aquel paso por que le tenía mucha admiración y me animó a participar. Nunca tuve ninguna indicación de nada.
-¿Y ese distanciamiento?
-Las vidas evolucionan de distinta manera y son circunstancias de la vida sin más.
-Días atrás en CV Radio sí que mencionó que en alguna ocasión sí le pidió alguien que recabara información de algún proceso judicial relacionado con el Consell de Camps.
-Son cuestiones del pasado. Sí hubo alguien en esa línea y concluí tajantemente esa conversación. Hay que creerse la justicia y respetarla.
-Sin desmerecer al Senado, ¿le atrae la posibilidad de formar parte de un Gobierno de España si a Casado le dan los números?
-Lo primero es conseguir que la gente confíe en mí y me vote. Creo que puedo aportar en el ámbito de la Justicia y sobre las cuestiones de autogobierno que es de lo que más me apasiona, pero no se me ha planteado nada a futuro.
-¿Conocía a Pablo Casado?
-Sí. De hace tiempo cuando yo estaba en la conselleria él estaba en Nuevas Generaciones de Madrid y habíamos coincidido. Siempre me ha parecido muy honesto, sincero y convencido de sus ideas. Por eso he dado el paso.
-¿Qué opina de la oferta de Albert Rivera a Casado para un acuerdo?
-No tiene sentido hacerlo cuando ya se han cerrado las listas, por lo que me parece una oferta hueca. Entiendo que un acuerdo deberá girar en torno al PP, que es el mayoritario y tiene experiencia de gobierno, pero deberán hablar las urnas.
-¿Cree a Rivera cuando dijo que no pactaría en el PSOE?
-No sé. Le he visto decir muchas cosas; que no pactaría con Pedro Sánchez y lo hizo, que no pactaría con Susana Díaz y lo hizo e incluso que no pactaría con Mariano Rajoy y lo hizo.