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AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

Del terror doméstico al geopolítico

Hace casi tres décadas que un 15 de enero los asesinos etarras arrebataron la vida al valenciano Manuel Broseta, que se sumo a esa larga lista de españoles que nunca debieron existir, todo por la sinrazón independentista

18/01/2020 - 

Carl von Clausewitz dejó escrito que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, y siguiendo ese razonamiento podríamos afirmar que el terrorismo es la continuación inevitable del totalitarismo por otros medios, pues donde existe una ideología sectaria, enemiga de la libertad, que pretende imponerse sobre todos y cada uno de los elementos (ya sean poderes o individuos) que conforman una sociedad, aparece el terror de los fanáticos que intentan imponer su vil voluntad negando la dignidad de las personas, frente a la libertad y seguridad que anhela la mayoría (muchas veces silenciada) de la sociedad.

El terrorismo ha evolucionado tanto como la sociedad a la que intenta destruir; de aquel terrorismo decimonónico que atentaba contra los líderes de los países, como el del anarquista italiano Michele Angiolillo, que financiado en parte por independentistas de las provincias españolas de ultramar, asesinó al presidente de gobierno Canovas del Castillo, meses antes de la agresión norteamericana contra territorios españoles en el Caribe (Cuba y Puerto Rico), a este Ciberterrorismo actual que utiliza el espacio virtual para efectuar tanto labores de reclutamiento, logísticos o de ataque; este instrumento del mal, el terrorismo, sigue siendo hoy, una amenaza real y tangible tenga la forma que tenga.

Y como no, España que sufrimos el terrorismo etarra durante décadas, y cuyas heridas aún están abiertas, en esos más de trescientos asesinatos si resolver, miles de vidas destrozadas, familias que tuvieron que escapar de las Vascongadas, etc, etc, somos más que sensibles a ese instrumento totalitario, que hoy en dia adquiere el sobrenombre de Yihadismo en muchas ocasiones, y que ha encontrado en el radicalismo islámico un ideología abonada en la que aparecer, y por el que Europa ha puesto desde el inicio del siglo XXI, fundamentalmente, cientos de muertos, en múltiples masacres y atentados, 11M, 5J, Charlie Hebdo, Bataclan, Bruselas, Berlin, Niza etc, etc, después de haber sufrido durante el sigo XX el terrorismo marxista y/o separatista del IRA, Baader Meinhof o las Brigadas Rojas, apoyados por la URSS.

Pero esta manera de ejercer la violencia, no solo es un inevitable consecuencia del totalitarismo, sino que a su vez ha sido (y sigue siéndolo) un instrumento de potencias mundiales con sesgos autocráticos/totalitarios, como se ha podido ver claramente en el enfrentamiento del bloque Sunni (liderado por Arabia Saudí) contra el Chií (liderado por Irán) con la concurrencia del resto de potencias regionales y globales. Y un redespliegue operativo que evidencia claramente lo anterior, lo hemos podido leer estos días, en el diario británico The Guardián (esperemos que no sea otra fakenews propia de la contrainteligencia) donde se afirma “que Turquía envió a 2.000 combatientes sirios a pelear en Libia contra las tropas de Jalifa Haftar” que se habrían incorporado al frente de Trípoli en tres contingentes (24 y 29 de diciembre, y 5 de enero), y entre estos pudieran quedar algún elemento terrorista del antiguo Frente al Nusra, complicando más aún si cabe el conflicto Libio (en un intento actual de mantener el alto el fuego), que además de guerra civil tiene un gran componente internacional. 

Por qué decimos esto de que la guerra en Libia tiene un carácter mundial(además de la anterior injerencia turca); pues primero y de forma conyuntural, porque algunas fuentes, principalmente neo-otomanas, afirman que ese redespliegue es para compensar los casi 3000 sudaneses y 600 rusos (contratados) que luchan al lado de las fuerzas de Haftar, y por otro laso y sobre todo por el apoyo en recursos, financieros y de material bélico, que desde terceros países se realiza a favor de los dos bandos beligerantes. Si al Gobierno de Acuerdo Nacional (en ingles Government of National Accord - GNA) de Trípoli (que es lo poco que controla) lo reconoce la ONU y la UE, pero fundamentalmente lo apoya logísticamente Turquia y Qatar, al Mariscal Haftar y a su Ejercito Nacional de Libia lo apoya Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Rusia, principalmente, por eso las negociaciones para este ultimo intento de alto el fuego se han negociado en un principio entre las cancillerías de Recep Tayyip Erdoğan y Vladimir Putin.

Y claro está, si hemos hablado de terrorismo islámico y de Libia-Africa, es inevitable hablar de la escalada del Yihadismo en el Sahel, lo que algunos llaman nuestra frontera adelantada, y que podríamos llamar también el otra lado de nuestro patio trasero. Este empeoramiento de la situación, se ha plasmado en como se ha transmitido una sensación de poca confianza en la victoria (mala cosa), en la cumbre celebrada esta semana en la ciudad de Pau del presidente galo Emmanuel Macron con los lideres del G5 Sahel (Malí, Chad, Níger, Burkina Faso y Mauritania), y donde se han redoblado los buenos propósitos y se ha comprometido el líder francés a enviar nuevos refuerzos para contener la escalada de ataques que últimamente se ha producido, principalmente, en la triple frontera de Burkina Faso, Niger y  Mali.

Efectivamente, si nuestra atención por esa parte de Africa se centro en Mali en 2012 por el proceso de guerra civil e independentista de los Tuareg en el norte del pais, autodenominado Azawad, y donde enseguida los grupos terroristas como Ansar Dine, Al Qaeda de Magreb Islámico (AQMI), al olor de la muerte se apuntaron (y ese gran supermercado de armas en que se convirtió Libia tras la caída de Muamar el Gadafi, ayudó mucho); hoy es en un área de unos 200 kilómetros alrededor de esa triple frontera donde se han producido importantes ataques terroristas. Tantos como que este pasado 2019, ha sido el peor año desde aquel 2012, con 4.779 muertos, consecuencia de la alianza de los ya citados Ansar Dine, AQMI y el Movimiento por la Unicidad de la Yihad en África Occidental (Muyao), a pesar de las operaciones militares internacionales desplegadas en la zona como la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali (MINUSMA), aunque las principales son las francesas como Serval, Barkhane, la G5 Sahel GAR SI,... y en las que en varias de ellas participa España, con sus Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. 

El ataque a Chinegódar, en Níger cerca de la frontera, la semana pasada, ha sido el último que han realizado los terroristas, subidos en pickups y motocicletas, con un computo de algo más de 150 muertos, después de que en Inates (también en Niger) atacaran el 10 de diciembre con decenas de muertos, o que el 24 de diciembre atacasen Arbinda en Burkina Faso con igual resultado de decenas de bajas y mismo modus operandi de los dos anteriores, y así un largo etcétera, etcétera. Y claro, existe una gran preocupación por parte de muchos países de que el Sahel se convierta en el perfecto reservorio Yihadista, donde esconderse tras el fin de otros conflictos donde participan, como el Sirio donde acaban de ser casi derrotados, como anteriormente lo fuer en Sirte (libia), donde el Estado Islámico llego a dominar una amplia zona litoral en el 2016; y que además la preocupación se incrementa, pues desde ese refugio del Sahel podrían atacar a múltiples y débiles regímenes en la zona, eso sin citar los intereses económicos en juego, pues a su alrededor existen grandes productores de hidrocarburos, o un gran productor de uranio como Niger para interés sobre todo de Francia (que depende principalmente de la energía nuclear), además de la gran influencia en flujos migratorios y de trata de seres humanos....

En fin pronto escucharemos más y más noticias, desgraciadamente, de esta parte del mundo, el Sahel y el norte de África, y no especialmente buenas, y que lo único que nos debe hacer reflexionar es, en reafirmar nuestro apoyo al Régimen de Libertades en que vivimos, como símbolo del bien, y sus instrumentos, Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado y servicios de Inteligencia, que hacen frente en esa frontera adelantada, al mal y la muerte que simboliza el terrorismo, que nos dejó tristemente hace 28 años el asesinato de Manuel Broseta, que debe servir como recuerdo de un hombre que defendió para España, el Estado Social de Derecho y Democrático del que disfrutamos.

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