Hoy es 9 de octubre
VALÈNCIA. La candidata de Compromís-Sumar por la provincia de Valencia al Congreso, Àgueda Micó (L'Olleria, 1978), inauguró días atrás la nueva edición de los desayunos organizados por Valencia Plaza en este caso con motivo de las elecciones generales del próximo 23 de julio. Una cita que tiene como objetivo conocer las principales propuestas de las formaciones políticas de la Comunitat en el marco de la gestión estatal.
El formato del encuentro, tal y como ocurrió en los comicios autonómicos, consiste en un desayuno en el céntrico restaurante Al Pomodoro, sito en la calle del Mar, en el que participaron redactores del periódico que plantearon diferentes cuestiones de la agenda política autonómica que deberá tener en cuenta el próximo Gobierno central, así como otros asuntos de actualidad.
El encuentro se inicia con una reflexión de Micó sobre el reto principal de Compromís-Sumar en estas elecciones: "Ser la voz valenciana en Madrid". Para ello, la candidata considera "fundamental" conseguir la representación suficiente -cinco diputados- para conformar un grupo propio en el Congreso.
"No se trata sólo de marcar la agenda valenciana, sino también la agenda social. Sumar, con Yolanda Díaz en el Gobierno, ha tenido un papel importante en cuestiones como la reforma laboral, igual que Compromís lo ha tenido en el Ejecutivo autonómico en el fortalecimiento de los servicios públicos", argumenta Micó en su primera intervención.
Según los cálculos de Micó, Sumar-Compromís puede lograr entre cinco y siete escaños con lo que, de conseguir el 15% en el territorio donde se presentan, tendrían la llave para el anhelado grupo propio; algo para lo que se encontraron con obstáculos insalvables en el pasado cuando fueron aliados con Podemos. No obstante, la candidata cree que esto no se repetirá: "Estamos convencidos de que Sumar respetará los acuerdos", subraya, para remarcar además que los primeros puestos de las listas en esta ocasión están cubiertos en su gran mayoría por dirigentes de Compromís, lo que facilitará ese objetivo.
La candidata de Sumar-Compromís también hace una reflexión sobre lo ocurrido en las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo, donde los resultados de su formación, junto a los de PSPV y Unides Podem, no fueron suficientes para reeditar el Govern del Botànic. "Gobernar y gobernar bien no es suficiente. Hemos intentado que nuestra gestión beneficiara a la mayoría social y los índices tanto económicos como sociales son mejores que en 2015. Ahora bien, creo que nuestro problema es que no hemos sido capaces de movilizar a nuestro electorado y esto es fundamental, porque la Comunitat es un territorio muy polarizado", explica, para puntualizar que el "suelo de la derecha es alto". "Pensad en 2019, el mismo día que reeditábamos el Botànic, el PP ya ganaba las elecciones generales aquí. Han sido muy capaces de marcar la agenda política y mediática: la crítica al 'sanchismo', Bildu, la ley del sí es sí... les sirvió para movilizar a su electorado desde las vísceras", argumenta, para admitir que su mensaje "no llegó o al menos no llegó para motivar lo suficiente, al margen de que alguno de nuestros electores, que son más críticos, pudieran estar enfadados porque algunas de nuestras políticas no les hayan gustado o las hayan considerado insuficientes".
Respecto a algunas de las críticas sobre su predecesor, Joan Baldoví, de ser en exceso complaciente con el Gobierno de Sánchez, Micó defiende el papel del ya exportavoz de Compromís en el Congreso: "Es difícil hacer más e influir más con un sólo diputado. Se han conseguido inversiones gracias a él, por ejemplo. También hay que recordar que en Les Corts se han conseguido muchos consensos como las inversiones en el Corredor Mediterráneo, la transferencia de las competencias de cercanías, la reforma del sistema de financiación, la recuperación del derecho civil valenciano... que luego en Madrid sólo los defendía Baldoví", enumera, para denunciar la "hipocresía del PP y del PSOE a la hora de defender estas cuestiones". "Teniendo en cuenta que sólo teníamos un diputado, si tuviéramos cinco o seis y si estos son decisivos para conformar un gobierno progresista, imaginaos la capacidad que tendríamos para poner la agenda valenciana sobre la mesa", sentencia.
Preguntada por si Compromís querría algún ministerio si consiguiera ser decisivo para un gobierno progresista, Micó no se muestra favorable. "Nosotros queremos influir en el futuro gobierno porque nuestros esfuerzos van dirigidos a las inversiones y capacidad financiera que los valencianos necesitan. Esa es la mejor contribución que creo que podemos hacer, no dirigir un ministerio concreto", reflexiona.
Respecto a la reforma del sistema, una de las reivindicaciones más insistentes de Compromís, Micó asegura que es algo "totalmente asumido" por sus socios de Sumar, además del "reconocimiento de la deuda" fruto de la infrafinanciación y también que mientras el nuevo modelo se apruebe "exista una nivelación para la que Comunitat se sitúe en la medida estatal".
Además, Micó recita una serie de exigencias que figuran en su acuerdo con Sumar: "Reclamar de entrada 800 millones de euros para la atención primaria valenciana; también el 50% del apoyo de la inversión estatal para la dependencia; la transferencia de trenes de Cercanías; promover las comunidades energéticas locales para fomentar el autoconsumo y que los ayuntamientos participen en el plan territorial para controlar la proliferación de macroplantas solares...", enumera, para añadir por último, que se impulse una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) sobre la ampliación del Puerto de Valencia y la recuperación del derecho civil valenciano.
La candidata de Sumar-Compromís insiste en esa dualidad más allá de las reivindicaciones valencianas. "Para nosotros es fundamental el escudo social, así como una economía que esté a favor de las personas y no deje a nadie atrás", explica, para recalcar que esto es lo que han hecho durante ocho años del Gobierno valenciano y una línea, asegura, en la que Yolanda Díaz también ha trabajado.
Respecto al agua, la posición de Micó asegura que los regantes del sur tienen "el apoyo de Compromís y de Sumar en las reivindicaciones sobre el trasvase". "El problema es que esto es a corto plazo. Habrá que invertir en fórmulas para conseguir agua de calidad más allá de los trasvases y nos gustaría que se despolitizara esta cuestión para encontrar alternativas y que nuestros regantes puedan tener asegurado un futuro a 10 o 15 años, porque en ese periodo ya vamos a tener problemas de sequía importantes por el cambio climático", analiza.
Preguntada por las grandes equivocaciones del Ejecutivo central, Micó opina que el mayor problema del presidente en su mandato ha sido "no tener capacidad de gestionar un gobierno de coalición creyéndoselo". "El PSOE sigue pensando en el bipartidismo y de hecho, los adelantos electorales también tienen mucho que ver con eso", reflexiona, para recalcar que ha Sánchez le ha faltado "cintura" para "transmitir que un gobierno de coalición puede ser estable, algo que sí han hecho a su juicio, en el Govern del Botànic. "Pero en eso, el PSOE y Pedro Sánchez se han equivocado", remacha. En cuanto a la Comunitat Valenciana, considera que el error más concreto del presidente del Gobierno ha sido no reformar el sistema de financiación, además de lamentar que los diputados valencianos de PP y PSOE no hayan mostrado "mayor empeño" en ello. "La única solución es tener más votos y más representación valencianista para que nuestra voz se escuche más alta y más fuerte", sentencia.
Respecto a otra de las posibles claves en la derrota en las autonómicas, Micó es preguntada por las consecuencias del pulso entre Sumar y Podemos y sobre cuánto afectó al resultado de las autonómicas. La candidata se muestra prudente, aunque sí admite que alguna influencia ha existido: "Lo tendremos que valorar con más tiempo y viendo datos de encuestas postelectorales, pero sí opino que una parte de la desmovilización del electorado de izquierdas ha sido por la conflictividad que ha aportado Unidas Podemos a la campaña. No sé hasta que punto ha sido determinante o no, pero algo sí ha afectado, sobre todo a nivel estatal. Positivo no fue, eso seguro", argumenta.
En cuanto al debate sobre si la coalición valencianista podría tener un papel similar al de otras formaciones nacionalistas, como el PNV, priorizando por encima de todo la agenda territorial, Micó subraya que Compromís es "una fuerza que conjuga el valencianismo político con el ecologismo, el feminismo y los movimientos de transformación social de izquierdas. No podemos desvincular el valencianismo del resto de luchas que tenemos como valor ideológico de la coalición", explica, por lo que no podrían "dejar de lado todos esos valores para centrarnos sólo en el valencianismo, porque para nosotros el valencianismo es el conjunto de todas estas luchas". "Por eso no jugaríamos el papel del PNV, por ejemplo", sentencia.
Sobre si la coalición valencianista se moverá en esta legislatura para avanzar en una fuerza política más unida y no como una mera alianza de tres partidos, Més, Iniciativa y VerdsEquo, Micó se expresa con claridad. "Compromís es y debe ser el instrumento político del valencianismo y de las políticas sociales y hay que fortalecerlo. Estos cuatro años deben servir para rearmarse y luchar contra este gobierno de la vergüenza que está a punto de consolidarse en la Comunitat Valenciana. Así que sí, debemos ir más allá", subraya.
Respecto a labor de oposición en la Comunitat ante el gobierno PP-Vox, Micó subraya cuál es el objetivo de Compromís: "Vamos a ser duros porque no queremos que se consolide un gobierno que va en contra de las mujeres, de la gente LGTBI, de los trabajadores, de la lengua y la cultura que nosotros defendemos y amamos. Contra el peor gobierno, seremos la mejor oposición, mucho mejor que el PSPV".
Micó quita hierro a las últimas tensiones con la formación socialista y asegura que la relación no es mala. "Ni lo es ahora ni cuando gobernábamos. A mí lo que no me gusta del PSOE es el amor que le tienen al bipartidismo y su intención permanente de ocupar el espacio. Pero bueno, somos dos partidos diferentes y hemos tirado de la cuerda hacia nuestro lado, pero vamos a gobernar juntos en muchos ayuntamientos, cada uno defendiendo su espacio. Cuidaremos las relaciones porque si en 2027 queremos que haya un gobierno progresista, necesitaremos ponernos de acuerdo. Eso es una obviedad", razona.
Sobre la reconstrucción de liderazgos y el balance de la salida de Oltra, la candidata de Compromís-Sumar admite que afectó "mucho". "Ha sido un proceso duro. La derecha y extrema derecha utilizó todos los instrumentos para ir contra Compromís. Hemos tenido la capacidad de tirar hacia delante pese a esta situación tan complicada y lo que debemos hacer es reivindicar el papel de Mónica Oltra tanto cuando estuvo en la oposición como cuando estuvo en el Consell, con todas las mejorías en el ámbito social que ella lideró", apostilla, para añadir no obstante que el proyecto de Compromís es "muy fuerte y cohesionado".