Más que nunca es necesario aplicar criterios de responsabilidad individuales y colectivos. La situación es grave y no debemos asistir a una carrera desconcertante por ver cuándo se pasa de fase en la desescalada. Las presiones políticas con cuestiones de salud no ayudan, más bien entorpecen
Decisiones políticas. Nuestros representantes políticos pueden acertar o no. Está claro que al Gobierno se le exige decisión, eficacia y eficiencia a la hora de tomar medidas. Casi todas las comunidades lo han pedido y es el ministerio de Sanidad quien decidirá si se cumplen los criterios sanitarios. Da la sensación de que la decisión de pasar de una fase a otra de la desescalada se ha convertido en una carrera política y económica. Los científicos, sanitarios y expertos no las tienen todas consigo. Es difícil conjugar criterios de salud, vectores económicos y oportunidades políticas. Además de la gravedad sanitaria, la situación económica presente y sobre todo la futura son muy negras. Más paro, ERTE, nula actividad productiva, caída del consumo y el ambiente que no acompaña. Así que el Gobierno en este caso es quien debe tomar decisiones. Dada la precariedad de sus apoyos y las medidas que hay que tomar todo se torna más complicado. Se adivinan maniobras políticas torpes e innecesarias. Algunas comunidades como el caso de Madrid o Cataluña todavía no parecen que cumplan las condiciones sanitarias con camas de UCI suficientes, número de contagios mínimos pero se quiere avanzar para revitalizar la situación económica. Así que el ministerio de Sanidad tendrá la última palabra sustentado por un comité de expertos del que desconocemos su cualificación. La duda preocupa.
La desescalada programada. Las fases establecidas más parecen un desiderátum que una realidad. Es difícil acompasarlo. Si tomamos como ejemplo los pequeños comercios, los bares o los restaurantes, las dudas son muchas. El abrir con un aforo del 50% en muchos casos no es asumible por los costes que conlleva. Nóminas a pagar, servicios y proveedores que contratar, pago de seguros, abono de impuestos, y conseguir la fidelidad de la clientela. Y lo más importante aplicar todas las medidas de higiene y seguridad. Esto significa dinero e inversión. Las fases no hay que tomárselas al pie de la letra. Habrá que valorar los datos en conjunto con los respectivos informes de cada lugar. Por eso lo de la carrera desenfrenada de algunas comunidades por pasar de fase se antoja demasiado imprudente. Por no decir todas las pruebas serológicas, test, PCR y demás comprobaciones sanitarias para controlar el estado real del contagio, que son necesarias implementar ese cambio de fase. Las prisas nunca son buenas consejeras. Lo que pasa es que surge la duda sobre qué criterios y quienes son las personas que van a tomar estas decisiones tan trascendentes. Médicos, científicos y demás personal sanitario están desconcertados y con miedo al riesgo que se puede correr. Recuerdan que el Covid-19 no se ha ido, que siguen muriendo pacientes, que sigue habiendo contagios, que aunque ya no hay tantos ingresos, hay muchas personas en situación grave en las UCI. Así que todo es una incógnita.
La responsabilidad del ciudadano. El criterio de responsabilidad individual también debe contar para evitar más dificultades. La desescalada con la puesta en marcha de franjas horarias, hacer deporte, paseos, etc,…ha provocado numerosos incidentes. No es exageración. Muchos ciudadanos salen tan tranquilamente a la calle sin mascarilla,-culpa de las autoridades que no terminan de aclararse con su uso obligatorio o altamente aconsejable-, sin respetar las distancias, haciendo corrillos,…otros ciudadanos se alteran por este comportamiento. Se ha hecho mucho esfuerzo durante todo este período para que en pocas fechas volvamos atrás. En algunos lugares tenemos falta de material sanitario, no solo para médicos y personal de centros hospitalarios, también para el ciudadano común. Como siempre hay que aplicar el sentido común y aplicar la responsabilidad como criterio individual y por supuesto colectivo.
Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias: “No podemos basar la estrategia de control del Covid-19 en la esperanza de la vacuna” ¡Dosis de realidad o de incongruencia. A veces desconcierta y no estamos para dudar, se necesitan certezas aunque el bicho nos está volviendo locos a todos!
Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación: “Hacer test masivos no es una opción válida ni aquí ni en ningún sitio” ¡Pues aquí alguien no nos está diciendo toda la verdad. Si él que es científico lo dice, no se…!
Pablo Casado, presidente del PP a Sánchez: “Pedimos el confinamiento al principio pero transcurrido el tiempo algún plan “b” debe tener. No queremos más chapuzas” ¡Inés Arrimadas le ha dejado descolocado o no. Se verá en el futuro!
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: “El saludable horizonte económico se ha desvanecido con el virus. El empleo se verá muy afectado y necesitaremos dos años para recuperar nuestros niveles de riqueza” ¡O sea lo de que el año que viene habría rebote,…como que no. Así que dosis de realidad!
Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos: “Este es un partido útil. Es un voto en conciencia para que no decaiga el Estado de Alarma y para que el Gobierno inicien un camino de rectificación” ¡¿Habrá acertado? De momento marca relato y consigue protagonismo aunque se deje por el camino a unos cuantos!
Andoni Ortuzar, presidente del PNV: “No es bueno que en mitad del río se cambie de caballo” ¡Ay el PNV siempre apostando a caballo ¿ganador?, hasta que toque!
Patxi López, presidente del Comisión de Reconstrucción: “No vengamos a ganar o a perder. Que ni se nos ocurra por cuestiones partidarias deslizarnos por la pendiente del desacuerdo” ¡En la forma y en el fondo lleva razón, pero la comisión arranca mal!
Teresa Ribera, vicepresidenta de Transición Ecológica: “Portugal paró antes. Venía del este y ellos están un poco más al oeste y entonces pudieron parar un poco antes” ¡Pues menos mal que es alguien con preparación, y ahí lo dejo!
Rafa Nadal: “Podemos buscar lo que queramos, pero la cantidad de sanitarios contagiados, la media, está por encima de cualquier otro lugar del mundo. Algo no se ha hecho bien” ¡Como siempre atinando, aunque le critiquen por ello!
La desescalada en la Comunitat Valenciana dará inicio el 1 de marzo