FRÁNCFORT (EP). La cotización de las acciones de Deutsche Bank ha despedido la sesión de este lunes con un descenso del 1,84%, en 5,98 euros por título, cerrando así por debajo de 6 euros por primera vez en su historia y con una capitalización ligeramente superior a los 12.000 millones de euros. Con todo, el castigo bursátil para el mayor banco de Alemania pudo ser mayor, puesto que sus acciones llegaron a cotizar a un mínimo intradía de 5,80 euros, frente a los 6,09 euros del cierre de la semana pasada.
De este modo, en lo que va de año Deutsche Bank ha perdido un 15,4% de su valor en Bolsa y más de un 36% en doce meses, muy lejos de los más de 90 euros a los que llegó a cotizar antes del estallido de la crisis en 2007. Con una capitalización de alrededor de 12.359 millones de euros, el valor de Deutsche Bank se aleja cada vez más del de los grandes colosos europeos del sector como HSBC, con más de 130.000 millones, o los españoles Santander, con unos 64.000 millones, o BBVA, con más e 32.000 millones.
Deutsche Bank obtuvo un beneficio neto atribuible de 178 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un incremento del 48,3% en comparación con sus ganancias en el mismo periodo del año anterior, mientras que su cifra de negocio entre enero y marzo registró un retroceso del 8,9%, hasta 6.351 millones de euros.
El pasado 25 de abril, Deutsche Bank y Commerzbank dieron por terminadas las conversaciones entre ambas entidades con vistas a una eventual fusión de los dos mayores bancos comerciales de Alemania al considerar que la operación no iba en interés de los accionistas ni de otras partes interesadas. Por su parte, según fuentes sin identificar citadas por Bloomberg, el mayor banco alemán llegó a explorar "brevemente" una potencial fusión con UBS, la mayor entidad de Suiza, aunque la agencia señala que estos contactos nunca fueron más allá de la fase inicial.
A finales del pasado mes de mayo, el consejero delegado de la entidad, Christian Sewing, anunció que el banco está preparado para acometer "duros recortes" en su división de inversión con el objetivo de acelerar la transformación del enfoque de la entidad hacia negocios rentables y en crecimiento. "Puedo asegurarles que estamos preparados para realizar duros recortes", afirmó Sewing durante su intervención inicial al comienzo de la junta general de accionistas que Deutsche Bank celebraba ese día, aunque no entró en mayores detalles al respecto. En este sentido, JP Morgan reclama en una nota al banco alemán que deje de llevar a cabo "retoques" y tome una decisión objetiva sobre qué negocios cerrar, así como de su impacto en los costes.