MADRID (EP). La ministra del Interior de Reino Unido, Suella Braverman, ha presentado este miércoles su dimisión a la primera ministra, Liz Truss, en un contexto especialmente delicado por el Gobierno por la fallida política económica, que ya derivó la semana pasada en la salida del titular de Finanzas.
Braverman, antigua fiscal general, asumió su actual cargo con el ascenso de Truss al poder, hace algo más de un mes. Ambas han mantenido una reunión en la que la titular de Interior ha presentado su renuncia, según fuentes de la BBC que la desvinculan de un supuesto malestar interno.
Más tarde, la propia Braverman ha publicado un comunicado en su perfil de la red social Twitter en el que aclara que ha presentado su dimisión después de enviar desde su correo electrónico personal "parte de un compromiso político" sobre migración a otro parlamentario.
Aunque la ya exministra del Interior ha detallado que el destinatario del correo electrónico era un parlamentario de "confianza", la forma en la que esta información ha sido transferida "constituye una infracción técnica de las normas".
"El documento era un borrador escrito de una declaración ministerial sobre migración, pendiente de publicación. Gran parte de ella ya había sido informada a los parlamentarios. Sin embargo, lo adecuado es que me vaya", ha señalado.
De hecho, Braverman ha reconocido que una vez fue consciente de su "error", notificó "rápidamente" a los organismos correspondientes. "Me atengo a los más altos estándares y mi renuncia es lo correcto", ha remarcado la ya exministra.
Por otro lado, Braverman la reconocido que el Ejecutivo británico está pasando por un momento "tumultuoso" y que tiene "preocupación" sobre la dirección del gobierno que, dice, ha "roto promesas clave", especialmente en el ámbito de la migración.
En este sentido, ha incidido en que la clase política debe dar la cara cuando se equivoca y no hacer "como si el resto no pudieran ver los errores cometidos", unas palabras que pueden ser interpretadas como una crítica velada a Truss, quien está en la cuerda floja tras apenas un mes de gobierno.
La ministra saliente generó polémica después de asegurar que su "sueño", su "obsesión", era ver cómo un avión deporta hacia Ruanda a quienes piden asilo en Reino Unido, en relación a la polémica medida migratoria con la que Londres pretende enviar al país africano a quienes lleguen irregularmente al país mientras dirimen qué hacer con sus solicitudes.
Por su parte, la 'premier' ha respondido con un breve comunicado en el que acepta la dimisión de Braverman y pone en valor el respeto del código ministerial así como de los protocolos de confidencialidad del gabinete británico.
"Estoy agradecida por su servicio como ministra del Interior. Su tiempo en el cargo ha estado marcado por su firme compromiso de mantener a salvo al pueblo británico", ha señalado Truss, quien ha puesto en valor la gestión de Braverman al frente del operativo del entierro de la reina Isabel II.
Apenas una hora más tarde de que Braverman publicase su comunicado, Downing Street ha anunciado a Grant Shapps como su sucesor, confirmado así las apuestas de los principales medios de comunicación británicos, que ya adelantaban este posible nombramiento.
Shapps se ha desempeñado anteriormente como ministro de Transportes durante el gobierno del ex primer ministro Boris Johnson, y en las últimas semanas se ha mostrado crítico con Truss por sus recientes decisiones políticas y económicas.
Además, el ahora ministro del Interior se mostró partidario de Rishi Sunak, exministro de Hacienda, como mejor alternativa a suceder a Johnson una vez que este presentó su dimisión al cargo a principios de julio.