Esta semana tuve el placer de asistir a la presentación de la primera edición del Circuito Valenciano de Novilladas 2024. Una gran noticia que es algo más que eso, es una grandísima noticia. ¿Y por qué pasa de ser gran noticia a ser una grandísima noticia? Pues porque después de muchísimos años el gobierno valenciano, en concreto la Conselleria de Cultura y Deporte bajo la dirección de Vox, ha apostado claramente por el apoyo a un sector cultural olvidado durante mucho tiempo.
Arte, cultura, tradición. Nuestra región es cuna de grandes artistas, pasados y presentes y es nuestra responsabilidad cuidar y apoyar a los artistas del futuro.
Pero hoy toca hablar de un sector cultural concreto, de un sector cultural abandonado por las administraciones durante mucho tiempo cuando no atacado. La tauromaquia.
El arte y la cultura trascienden a las ideologías, o así debería ser, y por tanto han de permanecer ajenos a las ideas políticas. Por desgracia no ha sido así.
Una manifestación artística o cultural puede gustarnos o no, puede emocionarnos o no, puede hacernos sentir o no, pero lo que significa para cada persona es único y forma parte de su manera de sentir la vida, y en definitiva de su libertad.
Si el arte es algo es que es libre y quizá por eso es arte, una expresión de la libertad del ser humano.
Es arte y cultura la arquitectura del Palau de Les Arts y la arquitectura de la iglesia de San Nicolás.
Es arte y cultura un cuadro de Sorolla y un cuadro de Genovés.
Es arte y cultura el Tirant Lo Blanc de Joanot Martorell y cualquier libro de Vicente Blasco Ibáñez.
Y también es arte y cultura un pase de pecho del maestro Jose Mari Manzanares, una verónica de Morante o un natural de José Tomás y ¿Por qué no? Un 'salto de la rana' de El Cordobés. En el arte, para gustos colores.
Por eso estamos de enhorabuena, por fin se da el paso desde la administración autonómica para ayudar a las jóvenes promesas del toreo de la mano de la Fundación Toro de Lidia.
Y como era de esperar ya han salido las voces sectarias y liberticidas de turno, poco amigas de que los ciudadanos se aparten del pensamiento único y de lo que ellos dictan como aceptable o no, a criticar esta iniciativa. Según ellos “le quitan 300.000 euros a la cultura para destinarlo a la Fundación Toro de Lidia”.
Niego la mayor, no le quitan 300.000 euros a la cultura, se dedican a otro sector cultural maltratado y acosado por los que odian la libertad mientras acusan a los que no piensan como ellos de delitos de odio.
Como me decía mi madre, “no se debe odiar a nadie, odiar está muy feo”.
Y perdonen lo que voy a decir. Los incultos opinando de cultura. Porque si dejaran de lado su sectarismo y su alergia a la libertad, sabrían que destacados intelectuales y artistas considerados de izquierda, esa izquierda que hoy se ha convertido en intolerante, han defendido y loado el arte de la tauromaquia a lo largo de la historia.
Federico García Lorca dijo: “Creo que los toros es la fiesta mas culta que hay en el mundo”.
Otro famoso escritor, no precisamente de la derecha política, Rafael Alberti, en su juventud hizo el paseíllo en la plaza de toros de Pontevedra con Ignacio Sánchez Mejías y en una foto suya aparece de su puño y letra una frase un tanto llamativa: “Que un español si es sincero, solo puede ser torero”.
Pero vayamos con un valenciano, Mariano Benlliure. Los toros son parte fundamental en la obra de este insigne valenciano, esculturas, carteles, dibujos y retratos de personajes del mundo de la lidia. La comisaria de la exposición “Mariano Benlliure y la Fira Taurina” llegó a decir que sus piezas dedicadas a los toros son un verdadero tratado de tauromaquia.
¿Necesitamos más ejemplos para entender que los toros, la lidia, la fiesta, no entienden de ideologías?
Bueno, quizá algunos de estos jóvenes que se creen de izquierdas, anti fachas y anti no sé cuántas cosas más, es posible que desconozcan la figura de Benlliure o Alberti o incluso García Lorca. Por eso les recomiendo buscar las muestras de pasión por los toros de alguien que es posible que les suene más, Joaquin Sabina, que llegó a conseguir llevarse alguna vez a los toros a alguien que seguro sí conocen, a Joan Manuel Serrat.
Espero que a estas alturas hayamos comprendido que el arte de la tauromaquia es eso, arte, y se comprenda mucho mejor la maravillosa iniciativa de Vox de aportar recursos para el apoyo de esos jóvenes artistas que son los novilleros, y que ojalá sean las figuras del futuro, los grandes maestros que todos deseamos.
En pocos días comienza el circuito de novilladas por distintos puntos de la Comunidad Valenciana y como dijo Vicente Barrera en la presentación “que Dios reparta suerte”, y yo añado, ¡a disfrutar!